El vecino del Barrio Quebradas de Peralta Ramos e integrante de la Sociedad de Fomento, Pablo Álvarez, habló en la 99.9 sobre las inundaciones que ha generado el intento del Barrio Rumencó de cambiar el curso del Arroyo Corrientes: “crearon un paredón que deja cada vez menos paso de agua”, indicó.
Nuevamente las lluvias han dejado en evidencia la impunidad con la cuál el Barrio privado Rumencó intentó modificar el cauce de un arroyo sin importarle las consecuencias que traería para los vecinos. Las inundaciones afectaron a muchas personas que viven en el Barrio Quebradas de Peralta Ramos.
Pablo Álvarez, integrante de la Sociedad de Fomento de dicho barrio explicó en la 99.9, el problema que están atravesando: “hace 8 o 9 años que se creó el barrio y empezamos a tener problemas con el cauce del Arroyo Corrientes que se ve entorpecido por una malla con alambre romboidal. Después de 7 años, Rumencó empeoró el problema creando un paredón que deja cada vez menos paso de agua”, explicó.
Los vecinos están tratando de darle más servicios a los vecinos, pero la obra que han llevado adelante ofrece todo lo contrato: “no sabemos cuál es el fin de todo esto. Estamos trabajando para que Quebradas esté cada vez más linda, hemos creado la Sociedad de Fomento, hicimos una plaza, pero esta gente no nos quiere, no estamos dentro de su rango”, aseguró.
A pesar de que ha pasado mucho tiempo, no piensan cambiar la manera de buscar una solución, siempre buscando la palabra como salida: “nosotros queremos hablar, no vamos a cortar rutas ni nada. Siempre apelamos al diálogo, llevamos 7 años y cada vez estamos peor. Este fin de semana tuvimos que meternos en un metro y medio de barro para sacar a un perro que se estaba ahogando”, ejemplificó.
Los intentos de los vecinos han llegado hasta las autoridades responsables de obras de esta índole. Todas han dicho que estaba mal lo que hacía Rumencó, pero nadie obligó a que se corrigiera la situación: “estuvo en el barrio la Autoridad del Agua, Hídrica de la Nación y se sentaron informes donde se hablar de la contrapendiente dentro de Rumencó. Elevaron la tierra para que el agua no vaya para ese lado y vuelva para atrás. El cauce de un arroyo no se puede frenar”. Todo se vuelve confuso y complejo cuando se busca una persona responsable de la empresa: “Rumencó es una figura de fantasía, el tema jurídico es otro tema. Va variando la condición jurídica para evitar que les mandemos notificaciones y demás. Es imposible mandar una carta documento porque no se da con el domicilio”, advirtió.
Los pocos intentos que han tenido ante la justicia terminan en oposición a lo que buscaban: “cambiamos dos veces de abogado y en ambas oportunidades determinaron que eramos culpables. Estamos al borde de lo irracional, pero no nos vamos a cansar”, dijo Álvarez. Lo que harán es sumar cada vez más vecinos para que situaciones como la del pasado fin de semana no se repitan: “vamos a tratar de conversar cada vez con más personas y de a poco todos se van involucrando. Alguna vez llegaremos a algún directivo de Rumencó, ya que en 7 años no vimos ninguno”, finalizó.