Rusia asumirá la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU el sábado 1 de abril. Mientras su guerra en Ucrania continúa, muchos se han preguntado cómo podría esta nación supervisar un organismo que se esfuerza por mantener la paz y la seguridad internacionales en estos momentos. Los expertos han explicado que, en realidad, es bastante fácil.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene 15 miembros (países), y cada miembro tiene un voto. Según la Carta de las Naciones Unidas, todos los Estados miembros están obligados a acatar las decisiones del Consejo. Cada miembro se turna en la presidencia y se rota cada mes por orden alfabético, según el idioma inglés.
“Pero no hay que exagerar la importancia de este cargo”, dijo a Euronews Thomas Graham, miembro distinguido del Consejo de Relaciones Exteriores.
“La presidencia del Consejo básicamente preside las reuniones y se ocupa de gran parte del trabajo administrativo, pero tiene muy poco poder para influir en las decisiones reales que toma el Consejo”.
La última vez que Rusia ocupó la presidencia fue en febrero del año pasado, el mes en que lanzó una invasión a gran escala de su vecina Ucrania. Los partidarios de Ucrania e incluso los parlamentarios quieren expulsar a Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU, pero Graham asegura que eso es “casi imposible”.
“Requeriría una votación del Consejo de Seguridad, y Rusia conserva el derecho de veto. Así que eso no va a ocurrir”, explica.
El profesor visitante Andrew Macleod, del departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres, dijo que era irónico que Rusia ocupara la presidencia del órgano de la ONU delegado para hacer la paz, justo cuando muchos percibían a Rusia como la mayor amenaza para esa paz.
“Puede que a la gente le sorprenda un poco darse cuenta de que el hecho de que Rusia asuma la presidencia del Consejo de Seguridad no es gran cosa y es bastante rutinario”, asevera Macleod.
“Una de las verdades en los asuntos internacionales es que si uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad se involucra en uno u otro bando de un conflicto armado […] no hay nada que el Consejo de Seguridad pueda hacer para detenerlos porque ejercerán su veto como Rusia lo hará ahora sobre Ucrania, potencialmente China lo hará sobre Taiwán y los estadounidenses lo hicieron sobre Afganistán e Irak. Así que es una situación normal”.
¿Podría ganar algo Putin con este papel?
Graham afirma que el hecho de que Rusia asuma este mes la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU no dará a Moscú ninguna ventaja en el conflicto.
“Putin no va a poder utilizar esto”, dice.
“Todos los miembros del Consejo siguen teniendo derecho a hablar en las sesiones del Consejo, y puede estar seguro de que Estados Unidos y los países europeos no van a decir nada positivo sobre Rusia y lo que está haciendo en Ucrania o en cualquier otra parte del mundo.
“Si Rusia intenta introducir en el Consejo a oradores que EE. UU. y otros países consideran inapropiados, existe la posibilidad de que, por cuestiones de procedimiento y con sólo nueve votos, impidan a Rusia hacer algunas de las cosas que podría querer hacer”.
La ONU renueva su llamamiento para poner fin a la guerra en Ucrania
El 23 de febrero, casi un año después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, la Asamblea General de la ONU exigió la retirada inmediata de Rusia del país, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas.
En la reanudación de su undécima sesión extraordinaria de emergencia, el organismo mundial adoptó una nueva resolución en la que se pedía el fin de la guerra.
El resultado fue de 141 Estados miembros a favor y siete en contra: Bielorrusia, República Popular Democrática de Corea, Eritrea, Mali, Nicaragua, Rusia y Siria. Entre las 32 abstenciones se encontraban China, India y Pakistán.
Rusia tiene previsto celebrar una reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU a principios de abril sobre lo que calificó de “situación real” de los niños ucranianos llevados a Rusia, una cuestión que ha cobrado mayor protagonismo tras la orden de detención de la Corte Penal Internacional contra Vladimir Putin por crímenes de guerra relacionados con su presunto secuestro.