Los acusan de terrorismo y enfrentan posibles condenas de cadena perpetua. Vladimir Putin insiste en vincular a Ucrania con la masacre en la sala de conciertos.
Los cuatro acusados del ataque a la popular sala de conciertos rusa Crocus City Hall, donde murieron al menos 137 personas, fueron puestos este domingo en prisión preventiva tras declarar a ante un tribunal de la capital rusa. Tres de ellos admitieron su culpabilidad.
La Corte del Distrito Basmanny, de Moscú, acusó formalmente a Dalerdzhon Mirzoyev, de 32 años; Saidakrami Rachabalizoda, de 30; Muhammadsobir Faizov, de 19; y Shamsidin Fariduni, de 25, de cometer un atentado terrorista grupal. El delito conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua. El gobierno de Vladimir Putin mostró por primera vez imágenes de los cuatro.
Mirzoyev, Rachabalizoda y Shamsidin Fariduni reconocieron su culpabilidad después de que se anunciaran los cargos en su contra. El cuarto, Faizov, fue llevado a la corte en silla de ruedas directamente desde un hospital, y permaneció sentado y con los ojos cerrados durante la audiencia. Mientras estaba en la sala, recibió atención médica.
En la audiencia, Mirzoyev dijo que es ciudadano de Tayikistán y que tiene tres hijos menores. Este detenido vivía en la región de Moscú con documentos de residencia caducados hace tres meses, informó la agencia TASS.
La presentación de los cuatro ante la Justicia ocurrió en la noche de una jornada de duelo nacional en Rusia tras la masacre ocurrida el viernes, en el ataque más mortífero en Europa reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
La detención preventiva de los acusados, fijada hasta el 22 de mayo, podrá ser prolongada a la espera de su juicio, cuya fecha aún no ha sido decidida.
El yihadista EI asumió la autoría del ataque perpetrado en la sala de conciertos Crocus City Hall, pero las autoridades rusas siguen sin mencionar esta reivindicación y apuntan a una pista ucraniana.
La cifra de muertos podría aumentar, ya que los rescatistas siguen buscando entre los escombros del edificio, incendiado por los atacantes.
El atentado dejó al menos 182 heridos, 101 de ellos aún internados y 40 en estado crítico, informaron las autoridades sanitarias.
Los museos y teatros de Moscú permanecieron cerrados el fin de semana, y los restaurantes de la capital prometieron donar parte de sus beneficios del domingo a los familiares de las víctimas.
“La gente ya no sonríe, ya no hay alegría”, declaró a la AFP Valentina Karenina, oriunda de Siberia pero de paso en Moscú, que fue a encender una vela a una iglesia cerca de la famosa Plaza Roja, cerrada este domingo al público.
El grupo yihadista, que Rusia combate en Siria y está presente en el Cáucaso ruso, cometió otros atentados en el país durante la última década.
Los atacantes irrumpieron fuertemente armados en la noche del viernes en el Crocus City Hall, en el suburbio moscovita de Krasnogorsk: dispararon contra el público e incendiaron parte de la sala.
Vladimir Putin busca involucrar a Ucrania
El sábado, Putin prometió castigar a los responsables del “acto terrorista salvaje” y aseguró que cuatro hombres que intentaban huir a Ucrania habían sido detenidos.
Esas cuatro personas, todos “ciudadanos extranjeros”, fueron detenidas en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, según las autoridades.
El FSB (servicio de seguridad ruso) afirmó que los sospechosos tenían “contactos” en Ucrania y planeaban huir a este país tras el ataque, pero no ofreció pruebas de este supuesto vínculo ni dio detalles.
Kiev negó cualquier vinculación y el presidente Volodimir Zelenski acusó a Putin de intentar “echar la culpa” a Ucrania, en medio de la guerra entre ambos países.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, reiteró este domingo que el grupo yihadista es el único responsable y que Ucrania no está involucrada.
Las autoridades estadounidenses indicaron que habían advertido a Rusia, a inicios de marzo, sobre un posible ataque “terrorista” en un lugar de Moscú con “grandes concentraciones” de gente.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció el domingo que Francia elevaba su nivel de alerta por atentado a su máximo, a raíz de las “amenazas que pesan” sobre el país.
Según el grupo SITE de investigación sobre terrorismo, el EI divulgó en sus redes sociales un video aparentemente realizado por los atacantes en el que aparecen ingresando a la sala de conciertos y disparando a las personas.
En las calles de Moscú, algunos no creen demasiado en la implicancia de Ucrania.
“Creo que detrás de este acto terrorista están los islamistas extremistas del EI. Ucrania también comete actos terroristas, pero esto concuerda más con lo que hacen los islamistas”, insistió Vomik Aliev, estudiante de medicina de 22 años.
Sin embargo, para Valeri Chernov, de 52 años, la implicación de Ucrania y Occidente en el atentado es totalmente creíble.
“¿Quién está detrás? Los enemigos de Rusia y de Putin que buscan desestabilizar al poder. Es realmente posible (que) Ucrania y Occidente” hayan utilizado al EI, afirmó.
Otra de las cuestiones pendientes es la nacionalidad de los autores del atentado.
Según medios rusos y el diputado Alexander Jinstein, algunos de los sospechosos son originarios de Tayikistán, una antigua república soviética de Asia central, limítrofe con Afganistán.
El presidente tayiko, Emomali Rahmon, dijo el domingo a Putin que los autores del atentado “no tienen nacionalidad, patria ni religión”.