Rutas interprovinciales: la competencia menos pensada

Como el gran país centralista somos, la aviación comercial argentina también siempre gravitó alrededor de Buenos Aires.

Viajar desde un punto a otro del país requería, salvo casos muy puntuales (como algunos pares de ciudades patagónicas), tener que hacer incómodas conexiones a través del Aeroparque Jorge Newbery que, en muchos casos, demoraban casi como un viaje en tierra y, encima, costando muchísimo más.

Eso atentaba no solamente contra el desarrollo de la industria aerocomercial (la gente ni la consideraba y terminaba cayendo siempre en las garras de los micros de larga distancia), sino contra el mismo desarrollo social y económico del interior.

Sin un medio de transporte rápido, seguro, confiable y accesible entre las provincias, la primera opción, para cualquier cosa, siempre es Buenos Aires. Y eso, quienes vivimos en el interior, lo sabemos (y lo sufrimos) muy bien.

En 2013 viajé a Neuquén por cuestiones laborales. Tuve que salir de Resistencia al mediodía y esperar diez horas en Aeroparque para tomar el siguiente vuelo (encima en otra compañía) y terminar llegando a esa capital patagónica cerca de las doce de la noche. El regreso fue casi igual de insufrible: salí a las 6 de la mañana de Neuquén, de nuevo unas seis horas en Aeroparque, y llegué a Resistencia a las 16:00.

Imaginen una empresa de Neuquén que, en aquel entonces, quisiera venderle sus productos o servicios a otra de Resistencia. La angustia de pensar en tener que pasar por ese trajín varias veces durante el largo proceso de cerrar el trato, o bien cada vez que haya una reunión clave. La empresa ya partía con una tremenda desventaja sobre otras que, desde Buenos Aires, estaban a una hora y media del cliente.

Multipliquen esas situaciones por cien, mil, diez mil, piensen todas las ramificaciones, profundas, muy profundas, y van a terminar dándose cuenta que quizás la falta desde hace décadas de servicios aéreos seguros, confiables y accesibles entre las provincias, puede ser una de las razones del raquitismo del interior frente a Buenos Aires (UNA, sí, UNA, y pequeña frente a otras, pero UNA). Podrán decir que no había vuelos porque no había desarrollo económico, pero tampoco se crearon escenarios que lo favorezcan.

Septiembre de 2018. El mismo viaje de Resistencia a Neuquén lo hice en 4 horas 30 minutos gracias al hub Córdoba de Aerolíneas Argentinas. Despegué a las 9:00 y a las 13:30 estaba aterrizando en el aeropuerto Presidente Perón (también había, través de Aeroparque opciones mucho más potables que las de hace cinco años debido al aumento de frecuencias, aunque sí un poco más caras que vía Córdoba).

Que el mercado doméstico argentino haya crecido a un ritmo promedio del 9,5% anual durante los últimos diez años tarde o temprano iba a provocar un trasvasamiento de tráfico troncal hacia las rutas interprovinciales.

Y es así que desde el año 2012 la cantidad de pasajeros en vuelos interprovinciales viene creciendo a tasas de dos dígitos, que alcanzaron picos históricos en 2017 y 2018 en coincidencia con la implantación del hub Córdoba de Aerolíneas Argentinas.

En números absolutos, esto significó pasar de movilizar a través de vuelos interprovinciales un promedio de 340 mil pasajeros durante la década pasada, a 707.500 en la actual, superando el millón de pasajeros por primera vez en 2017, y llegando a 1,5 millones en 2018.

A su vez, del total de pasajeros domésticos, la cantidad de aquellos transportados en vuelos interprovinciales saltó del 5,4% en 2008 al 10,9% en 2018.

Y esta tendencia, lejos de detenerse, parece ir camino a incrementarse si consideramos todas las nuevas rutas interprovinciales que las low cost Flybondi y JetSMART han anunciado para los próximos meses.

Actualmente, de las 117 rutas de cabotaje operadas o comercializadas (y por operarse) en nueve compañías aéreas, 44 son interprovinciales.

De ese total, Aerolíneas Argentinas está presente en 33 rutas, seguida por Flybondi con 12, JetSMART con 10 y LADE con 5.

Semejante crecimiento ha traído como consecuencia un fenómeno bastante ajeno a nuestro país: competencia, seria, en rutas interprovinciales. Y enfatizo lo de “seria” porque en el pasado reciente hubo experiencias como la de Sol compitiendo en el corredor Atlántico contra Aerolíneas Argentinas, pero teníamos a un Saab 340 contra los Embraer E190 o 737NG; ahora tenemos a la flota de Aerolíneas Argentinas compitiendo contra aeronaves de similares características de empresas que poseen otra capacidad comercial y comunicacional.

De las 44 rutas interprovinciales, en 6 habrá al menos dos competidores, y en 4, tres competidores.

Las rutas con dos competidores son:

Córdoba – Puerto Iguazú: Aerolíneas Argentinas con 8 vuelos semanales y Flybondi con 4.
Córdoba – Tucumán: Aerolíneas Argentinas con un vuelo diario y JetSMART con dos vuelos semanales desde el 09/05.
Rosario – Iguazú: Aerolíneas Argentinas tiene tres vuelos semanales, a los que se le sumará Flybondi con otros tres desde el 13/03.
Rosario – Salta: también tres vuelos semanales de Aerolíneas Argentinas, y tres vuelos de Flybondi a partir del 25/04.
Salta – Puerto Iguazú: Aerolíneas Argentinas opera tres vuelos semanales, y desde el 19/06 JetSMART tendrá dos vuelos semanales.
Salta – Mendoza: tres vuelos semanales de Aerolíneas Argentinas, a los que se le sumarán dos vuelos semanales de JetSMART desde el 25/04.
En este grupo también podríamos sumar a Resistencia y Corrientes con sus respectivos vuelos de Aerolíneas Argentinas (cinco por semana) y Flybondi (tres por semana) a Córdoba, dado que ambas capitales funcionan como una misma área metropolitana.

Por otro lado, las rutas en las que se está dando la histórica concurrencia de tres aerolíneas son:

Córdoba – Neuquén: al vuelo diario de Aerolíneas Argentinas se le sumará Flybondi desde el 22/04 con tres vuelos semanales y JetSMART desde el 07/05 con dos vuelos semanales.
Córdoba – Salta: Aerolíneas Argentinas también opera un vuelo diario. Flybondi debutará en la ruta con tres vuelos semanales el 23/04; dos días después llegará JetSMART con dos vuelos semanales.
Mendoza – Neuquén: Flybondi empezará a operar la ruta con dos vuelos semanales a partir del 22/04, mientras que JetSMART hará lo mismo desde el 09/05. Aerolíneas Argentinas opera un vuelo diario.
Córdoba – Bariloche: en esta ruta ya operan Aerolíneas Argentinas (un vuelo diario) y Flybondi (3 vuelos semanales), pero desde el 18/06 se sumará JetSMART con dos vuelos semanales.
Norwegian también podría sumarse en los próximos meses a la competencia en alguna de estas rutas reajustando sus frecuencias actuales, pero por ahora no hay nada confirmado.

Si ya el hub Córdoba de Aerolíneas Argentinas tuvo un efecto transformador en la conectividad interior-interior, logrando que el transporte aéreo sea más conveniente y accesible, el avance de la competencia en las rutas interprovinciales profundizará el proceso al empujar aún más hacia abajo las tarifas.

Y tal vez de esta manera la aviación comercial podrá servir como catalizador de oportunidades que ayuden a reducir la histórica brecha entre el interior y Buenos Aires.

Córdoba – Rosario

Lo particular de todo este proceso de crecimiento del tráfico interprovincial es que todavía continúa sin explotarse el par de las dos ciudades más importantes del interior: Córdoba – Rosario.

Dos núcleos urbanos de casi dos millones de habitantes que deben tener miles de vínculos económicos y sociales no logran conectarse por vía aérea.

Como ya lo había planteado en la nota “Córdoba – Rosario ¿la ruta imposible?”, es cierto que están separadas por apenas 400 kilómetros de autopista, pero si esa fuera la razón principal, tampoco deberían ser mucho más factibles rutas como Buenos Aires – Mar del Plata o Rosario – Buenos Aires.

Avianca Argentina con sus ATR 72 insinuaba ser la operadora ideal para la ruta hasta que cayó en desgracia. Porque poner un vuelo diario en un 737NG o un A320 para 180 pasajeros tampoco parecería ser una opción muy competitiva.

Quizás si la aerolínea de Synergy Group logra rearmar sus fuerzas pueda transformarse en la que por fin le de vida a la ruta.