Tras rozar ingresos por u$s 10.000 millones en 2017, en 2018 hubo egresos por casi u$s 6200 millones. El BCRA dice buscar que no vuelvan a entrar fondos de corto plazo.
Después de rozar ingresos netos por u$s 10.000 millones en 2017, las inversiones de no residentes en activos financieros terminaron con una salida neta de u$s 6184 millones en todo 2018, un reflejo en número de lo que fue la corrida contra el peso y que tuvo en el cambio de cartera de fondos de corto plazo uno de sus disparadores.
En diciembre pasado la “inversión de portafolio de no residentes”, la entrada de capitales del exterior a activos financieros, terminó con un saldo neto de u$s 650 millones, resultado de ingresos por u$s 577 millones y egresos por u$s 1227 millones.
Así, diciembre fue el noveno mes consecutivo con saldo negativo en materia de flujos de inversiones al país con destino a colocaciones financieras. Nueve meses que siguieron a 15 previos en los que la entrada de capitales fue un boom.
“El año pasado fue muy negativa la inversión de portafolio, siguiendo un 2017 que fue muy positivo. Ese año explotó, básicamente tenía que ver con venta de dólares para entrar en activos en pesos, fue durante el auge de las Lebac”, dijo Martín Vauthier, socio de EcoGo. “Todo lo que entró en 2017 te salió muy rápido en 2018, y eso tuvo que ver en gran parte por la corrida, fuga de pesos para volver a dólares, y en diciembre tenías todavía un riesgo país muy alto”, agregó.
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Desde que las posiciones de corto plazo en Lebac tuvieran un rol de disparador en la corrida contra el peso que arrancó en abril pasado y que duplicó el valor del dólar en 2018, la actual administración del Banco Central (BCRA) dice seguir de cerca los flujos de capitales que entran al país para evitar que se acumulen posiciones de corto plazo que ayuden a apreciar al peso (más allá del rol de las compras bajo la zona de no intervención para intentar evitarlo) y que puedan, a la hora de salir, causar otro cimbronazo cambiario.
“Estamos asegurándonos de que no se formen posiciones volátiles que luego puedan irse rápidamente”, dijeron fuentes del BCRA a El Cronista en diciembre pasado. “Conocemos a los fondos y los datos de flujos cambiarios, de esa manera sabemos que ahora esas posiciones son menos significativas”, agregaron.
Este monitoreo generó, por ejemplo, que se subieran encajes a préstamos que bancos internacionales daban a sus filiales locales para hacer carry con Leliq. En buena parte el sentido de reemplazar a las Lebac con Leliq, que sólo pueden ser operadas por bancos que operan en el país, era evitar que esas posturas de carry se vuelvan importantes. Para las Lebac no había límites de acceso.
“Las autoridades del BCRA están tratando de curarse en salud, depender menos de ese hot money que eventualmente puede irse muy rápido”, dijo el economista Federico Muñoz. “Todo esto es macroprudencial y es bienvenido, pero ahora lo que creo que estamos todos a la expectativa es a la reacción de los inversores domésticos, a cambios en el tablero político, en particular a si las encuestas muestran una Cristina Fernández de Kirchner competitiva”, dijo.
El informe “Evolución del Mercado de Cambios y el balance cambiario” del BCRA ya no informa en detalle los flujos de cartera, sino que los agrupa con otros inversores institucionales locales. Teníendo en cuenta eso, informa un saldo de salida algo menor: “Los inversores institucionales y otros, tanto residentes como no residentes, tuvieron compras netas por Uu$s 150 millones, salida neta inferior a la observada el mes previo y que representó el 9% de la sali da neta promedio mensual del período de inestabilidad cambiaria de abril hasta septiembre”.