El funcionario sostiene que Macri y su jefa cultivan el mismo estilo de cercanía con la gente, y explica que la diferencia en la imagen de ambos se debe nada más a las decisiones que les toca tomar a cada uno. Asegura que los cambios en Provincia fueron posibles por el apoyo de la Nación, y que la Argentina con Cambiemos logró por fin salir del “ostracismo”. El affaire Triaca.
Federico Salvai trabaja desde hace diez años al lado de María Eugenia Vidal. Conoció a la gobernadora en el Grupo Sophia -el think thank que fundó el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta- y a partir de allí ocupó distintos cargos en su equipo. Fue su jefe de Gabinete del ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad y armador de la campaña bonaerense cuando aún Vidal era una promesa vacía.
Así las cosas, no sorprende que sea hoy el hombre de mayor confianza de la mandataria y el dirigente con mayor poder en la Provincia. Por su culto al perfil bajo, este abogado salteño de 40 años asegura que no tiene en sus planes presentarse como candidato para suceder a su jefa, en mímesis con el camino que siguió Larreta en la Ciudad. “No me lo puse a pensar. Tengo una motivación más que suficiente con el día a día del Gobierno”, asegura.
La política forma parte también de su vida familiar. Su mujer es la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley -también vidalista de la primera hora- y los amigos y parientes suelen acosarlos para saber qué va a pasar con el país. “Por suerte no hay grieta. Están todos alineados”, dice.
En diálogo con 3Días, Salvai explica los motivos por los que Vidal tiene mejor imagen que Macri y asegura que no la ve candidata presidencial para el año próximo.
-Todos los sondeos de imagen aseguran que Vidal es la única dirigente de Cambiemos que mantiene su imagen positiva alta. ¿Cuál es el secreto?
-Lo importante es sostener siempre una coherencia de trabajo y después buscar el respaldo de los ciudadanos en las elecciones. No sirve de mucho analizar este tipo de sondeos fuera del período pre-electoral porque durante el año uno tiene que tomar decisiones de gestión y de política pública y no se puede especular en base al impacto que estas tienen en las encuestas. Las percepciones de imagen van y vienen, en especial cuando se hacen cambios estructurales.
-¿Pero cuál es el diferenciador de la gobernadora para medir más que el Presidente?
-Está claro que tiene una gran empatía y cercanía con la gente, pero eso es parte de un estilo que tiene el propio Presidente. La diferencia tiene que ver en las decisiones que toma cada uno. Son roles distintos, con impactos distintos. Pero nosotros no hacemos nada distinto a lo que hace el Gobierno nacional o el gobierno porteño. Es un estilo común de trabajo que aprendimos del Presidente.
– Yo podría nombrarle una diferencia que seguro influye: mientras Vidal acaba con las jubilaciones de privilegio del Banco Provincia, Jorge Triaca sigue en el Gobierno nacional. Eso es contrario al mensaje de transparencia de Cambiemos…
-Nosotros hemos tenido la oportunidad de hacer cambios históricos en la Provincia como ése, el fin de la reelección indefinida de los intendentes y el cupo femenino en las listas provinciales del 50%. Pero no lo hubiéramos podido hacer sin el apoyo de la Nación.
– ¿Pero no cree que con Triaca en el Gobierno se perjudica la imagen de Macri?
-El jefe de Gabinete fue claro cuando habló sobre el tema. Es una situación muy delicada. El Gobierno ya ha dicho que fue un error, pero que su rol dentro del ministerio va más allá de cualquier error que haya cometido.
– Es verdad que existe desgaste por medidas puntuales como la suba de tarifas o la reforma previsional pero, ¿cuánto tiempo cree que el votante de Cambiemos va a seguir tolerando malas noticias?
– Entiendo que algunas medidas pueden ser antipáticas, pero son necesarias. La gente votó a este gobierno para que encare estos temas. Si algún día queremos salir del pozo donde está la Argentina, tenemos que dar estas discusiones estructurales porque si no vamos a seguir haciendo lo mismo que hizo el gobierno anterior. Es saludable dar estas discusiones. Y en el medio hay muchísimas buena noticias, si no no hubiéramos ganado las elecciones. Y habrá más hacia adelante. Hay una tendencia en baja de la pobreza, una tendencia en baja de la inflación, la obra pública explotó como nunca antes. En la Provincia tenemos 1500 obras en ejecución.
– Las lenguas filosas dicen que para recuperar el fondo del conurbano, hubo que meterse con los jubilados…
– Eso es un argumento de la oposición. Pero nadie puede discutir la legitimidad del reclamo. Por primera vez un gobernador no peronista logró lo que muchos peronistas no pudieron: que de aquí en adelante, la Provincia reciba fondos que le corresponden de manera legal, con una obligación del Gobierno nacional. Esto es algo que va a quedar también para la historia. El próximo gobernador, sea del partido que fuera, no va a tener que depender de la buena relación con la Nación para gobernar.
– Más allá del algunos logros, los ayuda también que en frente está el tren fantasma y desunido…
– Yo estoy convencido de que existen plazos políticos. Nosotros estamos iniciando una nueva etapa de una nueva clase de dirigentes que la gente eligió y a los que se debe dejar gobernar. Ese ciclo político en algún momento va a terminar y vendrá otra clase dirigente distinta. Dependerá de nuestros aciertos y errores. Si mantenemos nuestra identidad y somos distintos a los que gobernaron el país en los últimos 12 años, nuestro plazo será más largo.
– A nivel regional hay como un regreso al populismo. Lula en Brasil, López Obrador en México, o Correa en Ecuador. ¿Hay posibilidad de una vuelta al populismo en el país?
– Yo no creo que la región esté uniformemente yendo a un mismo camino. El mejor ejemplo es Chile. Creo que son realidades distintas. Hoy Mauricio es un tipo muy respetado en todo el mundo y que tiene contacto con los líderes mundiales más importantes de todo el planeta. Todos quieren reunirse con él. Estoy convencido de que la Argentina ha salido a nivel mundial del ostracismo.
– Por la caída de imagen de Macri, volvió a hablarse de la candidatura presidencial de Vidal para 2019. ¿Es una posibilidad?
– Hoy no veo esa posibilidad. Tampoco veo que en los próximos meses Mauricio y María Eugenia hablen de su futuro político, ni de un escenario electoral. Hay que entender que éste es un año para trabajar las 24 horas de la manera más rápida posible a diciembre. Ninguno de los habitantes del país y la Provincia está pensando en quiénes van a ser los candidatos. Hacerlo nosotros sería el mayor error que podríamos cometer.
No habrá reforma jubilatoria en Provincia
– ¿Por qué se frenó la reforma jubilatoria en la Provincia?
-No hubo ni hay ninguna intención de parte del Gobierno de discutir este tema y además no hay proyecto presentado por nadie. El famoso proyecto del que todo el mundo habla no existe.
– ¿Pero no dicen que la caja es deficitaria?
-Lo que dije no quita que en algún momento , quienes estemos en la Provincia, o el día de mañana los que estén, tengan que discutir esto. Es falso pensar que el Instituto de Previsión Social (IPS) tiene superávit. Era superavitario mientras el empleo público crecía más alto que las jubilaciones. Si se absorbe empleo público al 4% anual y no hay jubilaciones, vas a tener una caja superavitaria. Pero si hay una camada de empleados que empiezan a jubilarse y se restringe el acceso a nuevos empleos dentro del Estado para no aumentar el gasto público, esa caja empieza a ser deficitaria. En algún momento va a generar un problema. No en el corto plazo. Lo que nosotros decimos es que no hay ninguna voluntad del Gobierno sino de algunos gremios de poner este tema en el medio para generar una discusión política. Pero ellos saben, aunque no lo digan, es que esta caja a futuro no es superavitaria.