La científica de CONICET habló en la 99.9 sobre el descuento que sufrieron todos los trabajadores de planta permanente y no permanente de manera inconsulta y bajo la definición de “aporte solidario”.
En el tramo final de la semana pasada, los investigadores de CONICET recibieron una noticia que no cayó bien. Los sindicatos les están descontando del sueldo un porcentaje por lo que denominan “aporte solidario” pero sin consultar ni avisar previamente y como parte del acuerdo paritario.
La científica Sandra Pitta explicó la situación a través de la 99.9: “toda la planta permanente y no permanente de CONICET tiene un descuento del 0.5% del sueldo bruto que va como “aporte solidario”. El CONICET sube los recibos al sistema el último día del mes y esta vez lo subieron el viernes antes de un feriado largo con este aporte incluso con un mes retroactivo. Ahí nos enteramos algo que se había resuelto en diciembre con negociaciones con dos gremios estatales como UPCN y ATE, y que está cubierto por la ley de Convenios Colectivos de Trabajo. Hay muchas protestas porque es bastante dinero para nuestro sueldo”.
Este tipo de medida no es frecuente y sobre todo porque, según explicó Pitta, la afiliación a un sindicato no es tan normal dentro del CONICET: “en el sistema científico nunca había ocurrido algo así porque la afiliación a un gremio era voluntaria. Es más, los investigadores en general no se afilian y lo sé porque soy afiliada y fui delegada. El porcentaje de afiliados es ínfimo. Esto fue una forma de decir que los gremios se sentaron en paritaria, arreglaron el sueldo y nadie se afilia. La otra cara es el trabajo informal en Argentina y los gremios no tienen gente para afiliar. Entonces recurren a estas cosas”.
A partir de este tipo de situaciones, es que propuso una revisión integral del papel y el rol que cumplen los sindicatos en la Argentina: “los gremios no rinden cuentas. En las Obras Sociales ahora te tienen cautivo durante un año. Los becarios de CONICET, por ejemplo, no les dan a elegir la Obra Social, están todos en Unión Personal y hay zonas de Argentina donde no tiene servicios. Tener 10 mil afiliados en edades de 25 a 40 años es una maravilla para cualquier obra social. Situaciones así se dan en otros rubros y hay que discutir y reformar el funcionamiento de los sindicatos. Ellos mismos están perdiendo afiliados y credibilidad, es un mundo que no es democrático”.
Por otro lado, Pitta también se refirió al contexto que se está viviendo por la invasión de Rusia a Ucrania y que ha generado, entre otras consecuencias, la sanción económica que no permitiría seguir produciendo la vacuna Sputnik que tantas objeciones todavía genera en todo el mundo y en Argentina se termina de envasar: “con las sanciones que está recibiendo Rusia, será imposible que la vacuna pueda llegar. La de Richmond recién se planificaba para mediados del año que viene. Es difícil que se autorice la Sputnik porque la OMS había planificado en marzo una visita a los laboratorios donde se produce en Rusia y en este cuadro de situación es difícil que lo haga. La parte productiva de la vacuna está muy cuestionada por muchos países, creo que quedamos en una situación comprometida y me parece que la mejor idea sería dejarla de lado y no producirla más”, advirtió.