La Comisión Nacional de Actividades Espaciales confirmó que el testeo de la antena radar fue exitoso. El artefacto que podría ser de gran aporte para la agroindustria.
Durante la segunda mitad del año el país podría contar con una herramienta que ayudará a atravesar las inundaciones con más planificación. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) informó que la integración del satélite Saocom (un proyecto ítalo-argentino de estudio del clima y la agricultura con capacidad para alertar sobre inundaciones en todo el mundo) avanza en Bariloche. Después de un testeo de su antena radar, al aparato le harán las pruebas finales antes del lanzamiento previsto para agosto.
Se trata del primero de dos satélites construidos en la empresa estatal Invap, que a la vez formarán la primera de las dos constelaciones (Saocom A y B), que junto a otros desarrollados por la agencia espacial italiana ASI integrarán el Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias(Siasge).
El Saocom 1A fue diseñado y fabricado en la sede central de Invap en la ciudad rionegrina de Bariloche. En esa localidad también están el Centro de Ensayos de Alta Tecnología SA (Ceatsa) y la agencia satelital ArSat, donde se harán las pruebas ambientales antes de mandarlo a los Estados Unidos en junio. Si todo sale bien, lo lanzarán desde la estación estadounidense de Vandemberg en agosto.
El Saocom es un satélite de una compleja tecnología de observación de la Tierra, que utiliza un radar de apertura sintética (denominado SAR) diseñado para detectar la humedad del suelo. Desde la Conae explicaron que el artefacto será un gran aporte para la agroindustria argentina, porque elaborará mapas de riesgo de enfermedades de los cultivos y será capaz de crear sistemas eficientes de fertilizantes. Además servirá de alerta temprana de inundaciones y para detectar otras emergencias ambientales como los derrames de hidrocarburos en el mar.
La agencia espacial nacional informó que este primer Saocom está en etapa de integración eléctrica y que luego pasarán a verificar la comunicación de la plataforma con cada uno de los siete paneles de la antena radar, lo que completaría su integración mecánica. El satélite será trasladado a California a bordo del avión de carga más grande del mundo, la aeronave rusa Antonov.