Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, alertó por una caída superior al 20% en los precios del producto que se exporta a China, el principal comprador de la Argentina.
“El mercado chino se derrumbó”. Es la frase que se repite entre los exportadores de carne vacuna que expresan su preocupación porque advierten que en septiembre hubo una fuerte caída de los precios de los cortes a ese destino. Por otro lado, ya temen que los contratos de la mercadería que está en los barcos rumbo al mercado asiático sean renegociados a la baja.
“Estamos advirtiendo una caída fenomenal del mercado chino, que para la Argentina es muy importante porque hacia allí se destinan prácticamente un 75% de las exportaciones de carne. La reducción del precio es importantísima, más de un 20%. Productos que vendíamos a US$6500 [la tonelada] el set hoy se venden a US$4800″, dijo Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, en diálogo con LA NACION. Se trata de la principal cámara frigorífica exportadora.
En el sector sostienen que esto es fruto de una conjunción de elementos entre los que se destacan “la devaluación de la moneda china” y el clima de incertidumbre por el “estancamiento económico”, además de un excedente de carne porcina que, a su vez, motivó que el gobierno de ese país restrinja, por un lado, licencias de importación y, por el otro, el apoyo financiero a empresas operadoras.
La dependencia del mercado chino para las exportaciones de carne bovina de la Argentina se ha vuelto determinante. Según los datos brindados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), en los primeros ocho meses del año China le compró al país 321.935 toneladas peso producto, el 77% del total de los envíos. Fue un 11% más versus igual período de 2021. En valor lo hizo por US$1604,4 millones, un 53,6% más contra los primeros ocho meses del año pasado.
“Hay un montón de carne arriba de los barcos yendo a China, que no sabemos si en el puerto de destino los chinos van a pagar el contrato tal como fue arreglado en julio o lo van a renegociar a la baja por los precios actuales. Entonces, hay mucha incertidumbre”, indicó Miguel Jairala, asesor económico y de mercados del Consorcio ABC a este medio. Si bien antes de enviarse la mercadería se cobra un anticipo, siempre queda entre un 30% y 50% a pagar para cuando llegue a destino que está sujeto a renegociación.
Según detalló Jairala, lo que pasa ahora se trata de una tendencia que se empezó a notar en junio, pero que se profundizó en septiembre. “Las exportaciones a China hasta mayo venían siendo con precios récord. Los dos meses siguientes siguieron siendo buenos, pero se empezó a notar una tendencia a la baja que terminó de explotar en septiembre, con el derrumbe de los precios y un cambio en toda la tónica de los negocios”, explicó. Los valores pasaron de US$5158 la tonelada en junio a US$4741 en agosto. Si bien aún no están los valores de septiembre, aseguran que caerán aún más. La carne de vaca de descarte es lo que más se vende a China.
Los exportadores temen que se repita lo ocurrido a fines de 2019 y principio de 2020. “Fue una caída muy importante y hubo un montón de renegociaciones; pasaron de US$6500 la tonelada en noviembre a US$4000 en enero”, precisó. En este contexto, lo que se ofrecía hace seis semanas en US$5800 por tonelada ahora “con suerte pagan US$4200 por tonelada”.
“Si los chinos veían que estaban con stocks abultados, esto los va a complicar aún más y nosotros, si bien somos el segundo proveedor, le enviamos menos de la mitad, entre 40.000 y 50.000 toneladas [mes], con lo cual el que mueve la aguja es Brasil [primer proveedor]; si el problema son los stocks, no se va a solucionar en el corto plazo”, dijo.
“Brasil viene batiendo récords de embarques a China mes a mes desde marzo, pero la visión del importador cambió porque ya no ve una demanda local que absorba esos volúmenes”, agregó.
Para el consultor ganadero Víctor Tonelli, lo que pasa con China se trata de un tema coyuntural que va a tener una recuperación rápida, por lo que estima que entre noviembre y diciembre se va a recuperar el precio que se perdió.
“Por la pandemia del Covid, en China cerraron ciudades y eso generó un impacto negativo en la economía. Además, viene desacelerando su actividad económica, en línea con la desaceleración económica del mundo influenciada por la invasión de Rusia a Ucrania, donde la energía y los costos aumentaron. En este contexto, China lleva acumulada en los últimos siete meses una devaluación del 13% por lo que importar carne se encareció”, indicó.
Para Tonelli, también generó incertidumbre la elección de nuevas autoridades, que se da cada cinco años en el Partido Comunista chino; este año se lleva a cabo el 16 de octubre. “Todo ese movimiento complejizó y puso mucha incertidumbre en los mercados porque se corrieron muchas versiones. Al punto que brokers australianos dicen que la mayoría de los ejecutivos que definen las compras de carnes y otros insumos para el consumo están alejados de las operaciones hasta que se estabilice la situación”, dijo.
“Muy probablemente, a fines de octubre, cuando se disipe esa incertidumbre, el negocio vuelva a fluir y haya una recuperación”, concluyó.