La representante del UKIP en el Parlamento Europeo, Marta Andreasen, tomó notoriedad por denunciar casos de corrupción en distintos organismos para los cuales trabajaba. Hoy, desde su nueva función legislativa, busca que el Reino Unidos se separe de la Unión Europea: “Pretendemos ser independientes”, dijo en la 99.9.
La argentina Marta Andreasen es representante del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) en el Parlamento Europeo y sus ideas han sido llevadas a cabo de manera eficiente. También fue, en su tarea de Contadora, una de las personas que se atrevió a enfrentarse con distintas instituciones por casos de fraude.
Esta mañana en la 99.9, Andreasen analizó su presente teniendo en cuenta la posición que ocupa y de dónde proviene: “nunca me planteé este futuro, es algo que se fue dando de una manera que no fue planeada”.
Cuando denunció irregularidades, fue echada del organismo donde trabajaba. Al respecto, destacó que “en estas instituciones la lealtad se entiende como callarse la boca y hacer lo que a uno le dicen. Cuando estás a un nivel alto, de dirección de las organizaciones, se plantea un problema moral muy serio: o seguís a tu conciencia o lo denunciás. En principio, lo denuncié internamente con el ánimo de que se solucionara; pero me encontré con una reacción que no esperaba, por lo menos en Europa”.
Lo que solía ser normal en el Viejo Continente se fue naturalizando lentamente: “se han ido degradando los valores y se fue aceptando la mediocridad, la falta de transparencia, de claridad, de honestidad, como si fuera normal. La situación de hoy en España es terrible, y no son pequeños fraudes. En Inglaterra se hace mucho ruido pero la escala a la que se producen los fraudes es bastante inferior. Nos levantamos y todos los días tenemos un caso. Entonces, la gente empieza a no asombrarse. Años atrás hubiera sido un clamor popular y hoy por hoy, la gente lo acepta”.
Lo que sucede ante cada uno de los fraudes que se denuncian es que finalmente, quien paga los platos rotos, es el ciudadano común: “las personas que incurrieron en desfalco desaparecen o no tienen dinero, entonces los contribuyentes son los que terminan pagando todo eso. Esto se da en todos los países”.
La organización política que hoy integra tiene características muy particulares, que la propia Andreasen se encargó de explicar: “UKIP es un partido que busca independizarse de la Unión Europea. Tiene una serie de connotaciones, pero queremos retirar al Reino Unido de la UE para que pueda dictar sus propias leyes, para que el Parlamento tenga un poder absoluto para legislar y que la administración no esté sujeta a ninguna supervisión externa de la UE. En definitiva, se trata de ser independientes”.
Pero esta idea roza otros intereses económicos que no parecen compatibles: “en el medio, a los británicos les interesa el Mercado Único. Nuestro partido cree que hay que dejarlo, también porque hay otros mercados que pueden desarrollarse. Digan lo que digan, con un mercado europeo reducido, si los británicos quieren seguir sobreviviendo tendrán que buscar mercados alternativos. Quizás sea el mismo caso de otros países”.
El proyecto de una Unión Europea, para la legisladora, no es posible por factores principalmente culturales: “no estoy de acuerdo con la Unión Europea en muchas cosas; por ejemplo, en el manejo de fondos y finanzas. Pero hay una realidad: somos distintas culturas, el español no piensa igual que un inglés, y esto no se puede aunar a la fuerza”.
En Europa hay otro problema, que tiene que ver con el crecimiento de la población islámica: “la población musulmana ha crecido de una manera exponencial y un poco por culpa de la natalidad, que es baja y sigue en ese proceso. Han venido los islámicos con familias muy grandes. Es una población que crece mientras la nativa decrece. Eso no sé como lo van a solucionar, pero no creo que sea con guerras”.