En esta época del año al menos uno de cada cinco chicos en edad escolar es portador sano del estreptococo, una bacteria que según el grado de concentración se transmite al toser, estornudar y hablar, y se mantiene en el ambiente gracias a la portación humana en las mucosas y la piel.
Esta bacteria es responsable de la primer causa de faringoamigdalitis, que se manifiesta con dolor de garganta, fiebre, cefalea y malestar general (anginas con placas), lo que no significa que estos cuadros terminen en un desenlace fatal.
En las últimas décadas se ha observado un incremento global de las infecciones invasivas por estreptococo en Europa y Norte América, pero la causa no ha sido determinada aún. Esta bacteria produce toxinas que en algunas personas pueden ser responsables del síndrome de shock tóxico produciéndose una infección generalizada, con fallo de múltiples órganos. En población pediátrica, las infecciones invasivas son menos frecuentes y de menor letalidad, de alrededor del 5%, mientras que en la población adulta hasta un 10% de los casos pueden derivar en muerte.