El analista internacional habló sobre los anuncios del gobierno nacional relacionados con la toma de deuda y aseguró que esta no es mala siempre y cuando se use para fines productivos. También analizó las medidas económicas del gobierno de Donald Trump.
A raíz de algunas contradicciones entre los dichos y los hechos del gobierno respecto a la toma de deuda, el analista Sebastián Maril hizo sus observaciones. “Ayer nos enteramos de dos noticias contradictorias: por un lado, en una visita a un parque eólico, Macri anunció que le gustaría endeudarse menos para que nuestros hijos y nietos paguen menos en el futuro. Al mismo tiempo se conoció una noticia -que era esperada- que ya Argentina está preparando una nueva colocación de bonos internacionales por 10 mil millones de dólares , muy probablemente en una moneda asiática”, relató Maril.
Esto no necesariamente tiene que ser malo, según aclaró. “Esta nueva deuda es para pagar deuda que vence, por lo cual no se incrementa en gran medida el endeudamiento argentino , es para refinanciar pasivos. Pero Argentina recién el año que viene va a empezar a reducir sus niveles de deuda, y este año sólo va a empezar a cambiar el perfil de la misma“.
En su análisis, Maril distinguió los beneficios y los contratiempos de tomar deuda, y explicó cómo debe ser esta para no ser mala para el país. “Mientras el mundo te siga ofreciendo plata a niveles baratos, a costo barato, Argentina va a tomar deuda, porque la deuda en sí no es mala, siempre y cuando la uses para fines productivos. Si vos emitís deuda para pagar sueldos es malo, si lo hacés para hacer cloacas, rutas, etc, es bueno. Ahora, ¿Qué pasa? El mundo se resfría, Argentina se enferma. Por lo tanto, mientras el mundo no se resfríe no va a haber problema, pero el nivel de endeudamiento PBI vs. deuda se tiene que mantener por debajo del 40 % para evitar en el futuro los problemas que vimos en el 2001“.
Por otra parte, Maril también analizó la situación de Estados Unidos, y aseguró que, más allá de todo el “ruido” que hay alrededor de Trump (en gran parte en los medios de comunicación), el presidente de Estados Unidos ha logrado muchos avances económicos en su país. “Más allá de los ruidos que escuchamos sobre la maldad de Donald Trump , la economía crece al 3,3 % anual, Wall Street está a nivel récord -y wall street es un increíble termómetro del ánimo de los norteamericanos-, la confianza del consumidor sigue creciendo, acaban de anunciar la rebaja de impuestos más importantes desde 1986, y las empresas a raíz de esta reducción han aumentado los sueldos , han ofrecidos bonos navideños y han anunciado inversiones. No ha sucedido el apocalipsis que todos anunciaban y este año va a pasar algo similar“.
“Estamos ante una persona muy impredecible, pero eso es lo que votó el norteamericano, una persona que no sea predecible, que no sea un político que prende el pasacasette y da el discurso de siempre. Buscaban alguien fuera de Washington y lo consiguieron y aquí lo tienen y lo está logrando, está haciendo lo que prometió que iba a hacer”.
Sobre el aumento en las tasas de interés, Maril explicó: “se anticipan 3 subas este año. Obviamente no es fácil predecir de acá a diciembre porque el mundo puede cambiar de un día para el otro, pero tres subas de acá a diciembre llevaría la tasa a un 2%, 2,25%, y esto lo están haciendo porque en EE. UU. ya ha caducado el período de crecimiento, tarde o temprano tiene que venir una recesión y no viene“. Así es que Estados Unidos ha decidido hacer estos aumentos, porque su economía, como todas, tiene ciclos. Entonces, el aumento se hace “cuando se puede, para que cuando venga la recesión puedan reactivar la economía lo más rápido posible“.
Finalmente, Maril explicó que el gran desafío de Trump estará en lograr que el Estado recupere dinero, después del déficit que supone la baja de impuestos. “Trump apuesta a la teoría de Reagan, el famoso derrame: más dinero en los bolsillos de las personas, consumen más, más impuestos le entran al estado“.