Científicos descubrieron la primera onda de radio rápida que late a un ritmo constante, y esta intrigante señal repetitiva proviene de las afueras de otra galaxia.
Según un nuevo estudio, una misteriosa fuente de radio ubicada en una galaxia a 500 millones de años luz de la Tierra está pulsando en un ciclo de 16 días, puntual como un reloj . Se trata de la primera vez que los científicos detectan periodicidad en estas señales, que se conocen como ráfagas de radio rápidas (FRB), y constituye un paso importante para descubrir de dónde provienen.
La señal llamada FRB 180916.J0158+65 se encuentra en las afueras de una galaxia espiral, en una región de formación de estrellas. “Cada 16,35 días, la FRB 180916.J0158+65 sigue el mismo patrón. Durante cuatro días, se producen una o dos ráfagas cada hora. Luego se queda en silencio durante 12 días. Y después, todo se repite”, explica el artículo de Sciene Alert.
Los astrónomos del experimento canadiense de intensidad del hidrógeno o Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment (CHIME, por sus siglas en inglés) observaron este ciclo durante un total de 409 días. “Aún no sabemos lo que significa, pero podría ser otra pieza en el complicado enigma de los FRB”, señalan los investigadores.
Los FRB son ráfagas enormemente potentes que duran solo unos pocos milisegundos como máximo, y en ese tiempo pueden descargar tanta energía como cientos de millones de soles. Según los investigadores, el descubrimiento de una periodicidad de FRB es una importante pista de la naturaleza de este objeto.
“Los FRB son uno de los acertijos más tentadores que el universo ha lanzado a los científicos en los últimos años”, explica un artículo de Vice. “Descubiertas por primera vez en 2007, estas potentes ráfagas de radio son producidas por fuentes energéticas, aunque nadie está seguro de cuáles podrían ser”.
Otros objetos que demuestran periodicidad tienden a ser sistemas binarios: estrellas y agujeros negros. El período de 16,35 días podría ser el período orbital, opinan los científicos. Entonces, se puede suponer que el objeto FRB se pone de cara a la Tierra en cierta parte de la órbita. Tampoco se descarta que la fuente de FRB sea un objeto único y solitario como un magnetar o un púlsar de rayos X. Sin embargo, los investigadores señalan que esta explicación es menos probable porque esos objetos tienen una rotación tambaleante que produce periodicidad, pero no se sabe que ninguno se tambalee tan lentamente. “Los FRB han desconcertado a los científicos durante más de una década, pero nuevas instalaciones como CHIME están revelando nuevos detalles sobre estos eventos extraños cada año”, indicó Vice. “Si bien aún no sabemos qué está emitiendo estas señales extrañas, el descubrimiento de un tempo claro de una de estas fuentes proporciona una ventaja importante para los científicos a seguir”.