El titular del PAMI anunciará hoy junto a Macri que se elimina la intermediación de las cámaras del sector para la compra de medicamentos; “Cambian las reglas del juego” dijo a LA NACION.
El titular del PAMI , Sergio Cassinotti, no tiene dudas. “Los laboratorios nos subestimaron”, advierte el líder de la obra social más grande de América Latina. Se refiere a la actitud que tomaron las cámaras que representan a los laboratorios nacionales en el peor momento de la crisis económica. En ese momento, las empresas decidieron unilateralmente rescindir un convenio que habían firmado seis meses antes.
La reacción del Gobierno tomará cuerpo hoy cuando el presidente Mauricio Macri y Cassinotti anuncien lo que consideran un cambio “histórico”. Es que el PAMI eliminó la intermediación que mantenían desde hacía más de dos décadas la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) para la compra de los medicamentos para los pacientes ambulatorios. Para Cassinotti en “tres meses, muchos productos estarán mucho más baratos”.
-¿Qué presentará junto al Presidente?
-Desde ahora la negociación será uno a uno con los laboratorios. El pago no irá más a las cámaras que representan a los laboratorios, sino a las organizaciones que nuclean a los colegios farmacéuticos. Y lo más representativo: la información que durante más de dos décadas la procesó, validó y liquidó la industria farmacéutica la recuperó el PAMI.
-¿Qué significa esta medida?
-Es realmente muy importante, histórico. Nadie se había animado antes. Hasta ahora, desde que Alderete firmó el convenio, vos le comprabas a tres cámaras de laboratorios, que se juntaron e hicieron una asociación de empresas y vendían al 40% de mercado, que es lo que representa PAMI. Siempre me pareció un disparate porque una cámara está para defender los derechos e intereses del sector. La negociación tenía que ser uno a uno con los laboratorios.
-¿Cómo se llegó a este estado?
-Se fue consolidando con los años. También hubo una especie de reparto del mercado donde los laboratorios grandes, con fuerte poder de marketing, ganaron una porción muy importante del mercado. Y otros, medianos y chicos, perdieron espacio. Teníamos que sacar la intermediación de las cámaras.
-Hace seis meses usted firmó un convenio con las cámaras que modificaba la forma en la que se compraban los medicamentos. ¿Qué pasó?
-Las cámaras de los laboratorios nacionales, como hubo un desajuste, que es real y no podían sostener el techo del 70% de la inflación en el precio de los medicamentos, nos pidieron reconsiderar el acuerdo. Les dije que no había problema, era obvio que había que corregirlo. Pero lo que no esperaba fue que ahí además nos anunciaron que habían decidido rescindir el convenio.
-¿Lo consideró un desplante?
-No me sorprendió. De hecho íbamos a implementarlo en marzo, pero no me gustó que lo comunicaran al otro día por la prensa. Asustaron a los centros de jubilados. Las droguerías estaban asustadas y las farmacias nos preguntaban si ya no iban a tener los medicamentos. Para muchos comercios el PAMI representan 50 o 60% de su facturación. Si querían renegociar, ¿para qué lo hicieron público? Los laboratorios extranjeros sostuvieron el convenio y renegociamos en un día. Cuando intentaron recomponer la relación para renegociar les comuniqué que íbamos a cambiar el proceso.
-Algunos funcionarios en la Casa Rosada hablaron de que era necesario para terminar con lo que consideraron un comportamiento mafioso. ¿Coincide?
-Era un día difícil para el Gobierno [fines de agosto y el dólar superaba los 40 pesos] y les dije que no me parecía adecuado el momento. Uno elige su estrategia. Me sorprendió que fuera ese día.
-¿Hay un comportamiento mafioso de algunos laboratorios?
-No me gusta esa palabra. Lo que cambia son las reglas del juego.
-Le cambio la palabra. ¿Se acabaron los vivos en el mercado de los medicamentos?
(Se ríe) -Sí, eso sí. Se acabaron los vivos.
-¿Esta medida busca terminar con la cartelización de la compra de medicamentos?
-Nosotros queríamos romper la cartelización. En la competencia el PAMI gana y si gana el PAMI gana el jubilado. Con las licitaciones ahorramos miles de millones de pesos. Me sorprendió la dureza de la decisión en un momento que ellos vieron como de gran debilidad. Me parece que nos subestimaron.
-¿Qué cantidad de laboratorios se sumaron al nuevo proceso?
-Firmaron alrededor de 120 laboratorios y hay otros 40 que están en la cámara de los multinacionales, que continúan hasta marzo. Después pasarán a este nuevo modelo. En total está el 99% del mercado.
-¿No hay riesgo de desabastecimiento de medicamentos?
-No, firmaron todos.
-¿Cómo quedó la relación con las cámaras?
-Estamos bien, no tengo nada que decir. No querían perder un poder importante que tenían en el manejo del mercado y hoy lo perdieron. Farmalink era la herramienta que ellos utilizaban para controlar todo. Les daba un poder estratégico.
-En una entrevista con LA NACION dijo que “los laboratorios se habían acostumbrado a cazar en un zoológico”. ¿Eso se terminó?
(Se ríe) -Se acabó el zoológico. Ahora los sacamos a la selva. Sí, ahora viene un momento de competencia.
-¿Esto será un beneficio económico para los afiliados?
-Ahora no. Pero no dudo que en tres meses hay muchos productos que estarán mucho más baratos.
-El PAMI siempre fue una caja negra de la política y deficitaria. ¿Cómo está hoy?
-En junio llegamos al punto de equilibrio económico y podemos sostenerlo. Antes los prestadores no querían trabajar con el PAMI porque no pagaba y hoy todos quieren trabajar con el PAMI.
-¿Cómo calificaría el servicio?
-Algunas prestaciones mejoraron y en otras falta. En la entrega de medicamentos de alto costo mejoramos: hoy se autorizan en 48 horas. Hoy las prótesis llegan muy rápido. Pero tenemos que acortar los plazos en los turnos de las consultas.