Cerca de un millar de profesionales se oponen a la medida auspiciada por el Gobierno de la provincia canadiense. Muchos quieren que el dinero se destine a asegurar los servicios esenciales a la población.
Desde hace varios años, las federaciones de médicos de Quebec han solicitado a la Administración que sus salarios aumenten para equipararlos con los de sus colegas de otras provincias. En Canadá, el sistema de salud es público y cada Gobierno provincial lo administra. A principios de febrero, el Gobierno quebequense anunció que incrementará los salarios de cerca de 20.000 galenos de la provincia francohablante; 1,4% para los especialistas y 1,8% para los médicos generales, en un desembolso de unos 1.500 millones de dólares canadienses (unos 950 millones de euros) en los próximos ocho años. Un médico especialista de Quebec gana en promedio unos 367.000 dólares anuales (233.000 euros), mientras que un médico general recibe unos 255.000 dólares (162.000 euros).
Pocas medidas gubernamentales han sido tan impopulares en los últimos años como la de estos aumentos. Periodistas, ciudadanos y políticos de oposición han reaccionado con vehemencia por razones específicas. El sistema de salud de Quebec presenta serias dificultades en aspectos como los servicios de urgencia, las condiciones laborales para el personal de enfermería y la atención a domicilio, como consecuencia de recortes impulsados por el Gobierno liberal, además de que el costo de vida es menor al de la mayoría de las provincias canadienses. En este alud de descontentos, incluso un número importante de médicos ha salido a criticar el aumento de dólares en sus billeteras.
El pasado 25 de febrero, la agrupación denominada Médicos quebequenses a favor del régimen público presentó una carta abierta para criticar la medida. Hasta el momento, 865 galenos y estudiantes de medicina han firmado la misiva. “Estos aumentos son aún más impactantes porque nuestro personal de enfermería, auxiliares y otros profesionales se enfrentan a condiciones de trabajo muy difíciles, mientras que nuestros pacientes viven con una falta de acceso a los servicios necesarios debido a los recortes drásticos en los últimos años”, figura en una parte del documento junto con lo siguiente: “Pedimos que los incrementos salariales otorgados a los médicos se anulen y que los recursos del sistema sean mejor distribuidos por el bien de los trabajadores de la salud y para asegurar servicios dignos a la población de Quebec”.
De igual forma, la Agrupación de médicos generales por una medicina comprometida se ha pronunciado al respecto. Simon-Pierre Landry, presidente de este organismo, declaró en conferencia de prensa que existe el riesgo de una crisis social si el acuerdo sigue en pie, proponiendo que el aumento a los especialistas quede congelado y que el de los médicos generales suba de acuerdo con la inflación. Asimismo, criticó el proceder de las federaciones de médicos, ya que, según Landry, no representa la opinión de la mayoría de sus miembros. Un documento publicado por la verificadora general de Quebec en 2015 sostenía que dichas federaciones no deberían tener un control tan grande de la distribución de salarios de los galenos. Hasta el momento, tanto la Federación de médicos generales como la Federación de médicos especialistas no han comentado públicamente su postura respecto al desacuerdo de una buena parte de sus miembros a propósito de los aumentos salariales.
Un estudio financiado por el comisario de Salud y de Bienestar de Quebec —publicado el pasado 7 de marzo— concluía que jamás la provincia ha contado con tantos médicos y que entre 2006 y 2015 ya se habían autorizado diversos aumentos salariales para ellos. Sin embargo, su promedio de días trabajados había disminuido (nueve menos para los médicos generales y siete para los especialistas). Los médicos que han protestado contra el aumento salarial señalan que mejorar la situación de los demás miembros del sistema de salud y la calidad de los servicios tendrá un impacto significativo en sus propias condiciones laborales.
Un día después de la publicación de la carta de protesta de los médicos, Gaétan Barrette, ministro de Salud de Quebec, expresó lo siguiente: “Si se sienten pagados en exceso, pueden dejar el dinero sobre la mesa. Yo les garantizo que sabré darle buen uso”. Por su parte, Philippe Couillard, primer ministro quebequense, comentó el pasado viernes en el marco de una visita en Francia, que tomará en cuenta las distintas opiniones para la negociación de futuros acuerdos, pero que no contempla modificar el que firmó para el aumento de salarios.
Cabe destacar que el Gobierno liberal ha recibido críticas desde hace varios años por sus recortes en servicios de salud y por su cercanía con las federaciones de médicos. Barrette y Couillard son médicos de profesión. El Gobierno dice que no cederá, aunque la presión ciudadana va en aumento y cada vez hay más galenos que consideran que un incremento en sus salarios es un gesto indigno cuando existen temas de mayor prioridad en el sistema de salud de Quebec.