Stella Maris Marinier: “Entraron a robar a mi casa, me ataron, golpearon y amenazaron con un rifle”

La ex Directora de Asuntos de la Comunidad relató en la 99.9 el hecho que vivió en las últimas horas, donde delincuentes la abordaron al llegar a su casa y la golpearon, maniataron y amenazaron de muerte: “fue una situación muy tensa”. La fiscalía recién actuará hoy, a pesar de que el robo fue el jueves por la noche.

El pasado jueves por la noche, la ex Directora de Asuntos de la Comunidad Stella Maris Marinier sufrió una violenta entradera en su hogar que no pasó a mayores, más allá del robo que fue con golpes e incluso terminó atada por tres delincuentes.

En la 99.9, Marinier contó los detalles de lo sucedido: “fue cuando entré el auto, me demoré un segundo más que en otras oportunidades. Me trajeron hasta adentro de mi casa y tenía que abrir la puerta de rejas, con los nervios no podía enganchar la llave y me pegaban en la cabeza con un palo. Fue una situación tensa”.

Una vez adentro, comenzó la peor parte: “cuando entraron, me ataron de pies y manos, me pegaban en la cabeza con algo que parecía un palo. Me gritaban y me pedían que les de la plata. Revolvieron todo, me agarraron de los pelos, me levantaron me llevaron a la habitación y me tiraron a peso muerto al piso. Me golpeé contra un calefactor y quedé medio desvanecida. Encontraron un rifle que tenía guardado, lo cargaron y me amenazaron con el rifle que me iban a matar”. Después el robo contó con una tercera persona que ingresó a su casa: “se empezaron a probar camperas, sombreros y cosas mías. No tenía dinero porque no suelo tenerlo. Les ofrecí que se lleven el auto o ir a un cajero porque no sabía como terminaba la película”. 

Una vez que se fueron, pudo verlos a través de la cámara de seguridad: “tenían 21 o 22 años, no parecían “víctimas del sistema”, tenían camperas Nike, estaban bien vestidos”. Después pudo soltarse de las ataduras para pedir ayuda: “me liberé rápido porque empecé a tironear para aflojar los cables porque me dolían. Con la boca me saqué los cables de la muñeca. En un minuto y medio salí a la calle, empecé a los gritos y nadie me escuchó. La gente de un hotel cercano me ayudó y me acompañó a mi casa”, relató.

Lo extraño es que más allá de las diligencias que hizo la policía en el momento, la fiscalía recién intervendrá hoy: “a la noche vino científica y la polícía y desde el viernes, nada más. Recién ahora a la mañana tengo que ir a la fiscalía”.