Cautela en algunos y triunfalismo en otros de cara al fallo que la Corte Internacional de Justicia emitirá este lunes sobre la demanda de Bolivia contra Chile por una salida soberana al mar.
La cautela de los historiadores contrasta con el triunfalismo de los leales al presidente Evo Morales de cara al fallo que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU emitirá este 1 de octubre sobre la demanda de Bolivia contra Chile por una salida soberana al mar.
Bolivia perdió su principal acceso marítimo en la Guerra del Pacífico (1879-1883) contra Chile, hace ahora 139 años, y en la demanda interpuesta ante la CIJ en 2013 pide que se obligue a Santiago a “negociar de buena fe y de forma efectiva a fin de llegar a un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso pleno y soberano al océano Pacífico”.
Los seguidores del mandatario destacan el hecho de que Morales, con la demanda interpuesta en 2013, haya llevado a juicio al país vecino. Es el caso de la senadora oficialista por el departamento de Chuquisaca, la indígena quechua Nélida Sifuentes Cueto: “Ningún presidente se animó a sentar a Chile en el banquillo de los acusados. Ese solo hecho es un triunfo. También se ganó cuando la corte rechazó (en 2015) el pedido chileno para no tratar nuestra demanda”, dijo.
Otro elemento que resalta la parlamentaria es “el banderazo” de marzo pasado cuando se extendió la bandera marítima de Bolivia a lo largo de 196,5 kilómetros de longitud en la carretera La Paz-Oruro en pleno altiplano boliviano.
De forma algo más diferenciada lo ve el historiador Andrés Guzmán Escobari: “No hay ambiente de negociación como oportunidad para resolver un problema tan largo. Además se usó políticamente en ambos lados para encender los nacionalismos, y eso está perjudicando el espíritu de la demanda”, manifestó Escobari.
Además, recordó que Bolivia tuvo mar de 1825 a 1879. Chile, por su parte, tenía costa marítima hasta Taltal, y con su victoria en la Guerra del Pacífico sobre Bolivia y Perú llegó hasta Arica (antiguamente territorio peruano).
El autor de “Un mar de promesas incumplidas” (Plural/2015) es nieto del ex canciller Jorge Escobari Cusicanqui, quien escribió varios libros sobre la mediterraneidad de Bolivia.
Guzmán Escobari critica a Chile por su cerrada defensa del Tratado de 1904 con Bolivia, que puso fin al estado de guerra entre ambos países y estableció las actuales fronteras.
“Chile tiene una extraña teoría de la ‘intangibilidad de los tratados’, a pesar de que se trata de una teoría no reconocida por el derecho internacional. Todos los tratados pueden modificarse con el acuerdo de las partes. El Tratado de 1904 no está escrito en piedra”, sostiene.
Al mismo tiempo, indicó que “el fallo de Corte es inapelable y de estricto cumplimiento por las partes”, y que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia) es el encargado de hacer cumplir el mismo.
“La demanda fue inteligente para romper el estancamiento con Chile. La demanda boliviana es sólida. Es incierta, porque el concepto es muy nuevo. Un juicio siempre es incierto, aunque tengas una demanda muy sólida”, sostuvo, por otra parte, el periodista e historiador Robert Brockmann, autor de “Tan lejos del mar”.
“Si La Haya falla en contra de Bolivia y dice que no hay las suficientes bases para negociar o falla a favor y negocia y no se llega a nada, estaríamos en la misma situación que ahora y Bolivia no habría perdido nada, nada más que tiempo, pero no la dignidad”, indicó Brockmann.
Bolivia ya obtuvo un primer triunfo en el actual litigio porque el 24 de septiembre de 2015 la Corte Internacional de Justicia se declaró competente en el caso rechazando por 14-2 el pedido de excepción preliminar que planteó Chile para que no siga el juicio iniciado el 24 de abril de 2013.
El Gobierno boliviano, por otra parte, tuvo acceso en octubre de 2017 a documentos desclasificados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que revelan que Chile en diciembre de 1975 hizo una oferta secreta a Bolivia: un corredor de 10 kilómetros al norte de Arica con canje territorial (recursos hídricos de Bolivia).
Mientras que “Perú propuso un puerto bajo administración compartida con Chile y Bolivia, Chile rechazó esa posibilidad y así evitó su oferta de corredor”, según el presidente Morales.
Para el analista político Rafael Archondo, sin embargo, el canje territorial ha resurgido.
“Chile le hizo a Bolivia ofertas de acceso soberano al mar pero siempre exigiendo algo a cambio (agua o territorio). Chile cumplirá su palabra solo si ve que el canje le resulta conveniente”, opina.
Según la profesora de Derecho Internacional de la universidad pública de La Paz Karen Longaric “si el fallo resulta favorable a Bolivia habrá una negociación, cuyo resultado dependerá fundamentalmente de Chile”.
Al margen de la pugna político-jurídica entre Santiago y La Paz, cada año crece el número de bolivianos que residen en Chile, sobre todo en el norte. El Ministerio chileno del Interior, con datos de los últimos censos en el vecino país, informó que la comunidad boliviana creció de 36.036 a 111.011 personas en el período 2014-2017.