El especialista en Urbanización, Thomas Angotti, habló en la 99.9 desde Nueva York refiriendose a los procesos que atravesó la ciudad estadounidense en los últimos años. Criticó al Alcalde Giuliani y su forma de aplicar incentivos a los inversionistas que se querían asentar en barrios que fueron abandonados por el estado.
Nueva York tiene una realidad que a veces para los argentinos queda demasiado lejos y no se llega a comprender, por ejemplo, como se ha movido la urbanización en distintas zonas. El profesor Thomas Angotti, especialista en Urbanización y Planificación Urbana, se refirió en la 99.9 a la evolución de los inversores en conjunto con los dirigentes políticos.
“El proceso de desarrollo urbano guiado por los grandes inversionistas ha sido una parte importante en la historia de la ciudad. Pasados los años 60 y 70 hubo un período de abandono de las casas donde los inversionistas dejaron muchos barrios de la ciudad y las casas quedaron en crisis”, contó inicialmente.
El estado siempre fue un factor importante: “los gobiernos también contribuyeron a ese proceso de abandono. En los años 80 empezó el interés de los grandes capitales en nuevas inversiones dentro de esos barrios abandonados. Es un ejemplo de capitalismo de desastre aprovechando los precios más bajos y luego pidiendo al gobierno que les de un apoyo”.
La respuesta gubernamental fue darles facilidades cuando en realidad aquellos que pudieron sostener los barrios vivos a pesar del abandono no tienen ningún privilegio: “el gobierno empezó a dar incentivos a las nuevas inversiones, la realidad es que en los barrios los residentes y pequeños comerciantes son los que los han salvado. Cuando vino Giuliani comenzó con una política de echarle la culpa a los residentes del crimen, falta de servicios y falta de capital. Eso tuvo racismo porque los barrios atacados fueron los de los negros e inmigrantes”, recordó.
Cuando se habla del trabajo del alcalde Rudolph Giuliani, se piensa en un modelo de gestión que incluso trajo a la Argentina en su momento Sergio Massa para intentar copiarlo. Sin embargo, Angotti desmitificó su tarea: “cuando el crimen y la droga había disminuido muchísimo en todas las ciudades de Estados Unidos, Giuliani fabricó un mito indicando que él fue el responsable de ese cambio, pero fue la gente con su fuerza de solidaridad y trabajo la que lo generó”, aclaró.
Incluso destacó que en la actualidad los neoyorkinos tienen otros inconvenientes como un transporte demasiado costoso: “en Nueva York el sistema de transporte hace muy difícil la vida del trabajador. El metro ida y vuelta cuesta alrededor de 5 dólares cuando el sueldo básico es de 8 dolares la hora”.
Todos estos temas en conjunto terminaron expulsando a muchas personas de años en los barrios de Nueva York, pero Angotti indicó que el gobierno no está preocupado por el destino de esos ciudadanos: “a los gobiernos no les importa donde va la gente. Se genera un proceso de mejoramiento pero no para la gente que está desplazada porque no saben ni donde se asientan. Me cuentan muchos residentes que estuvieron décadas en sus barrios luchando para mejorarlos y ahora que está mejor, no pueden quedarse a aprovechar esas condiciones, tienen los lugares ocupados por extranjeros que aprovechan esa mejora”, sintetizó.