O a veces menos que eso, como cuando una obra, un emprendimiento o un proyecto queda solamente en el enunciado desde lo mediático y que nunca se concreta. La otra posibilidad, recurrente, es que se dé inicio y quede por la mitad, o se “termine” y al final queden a la vista errores e imprevisiones. Es lo que hay; no necesariamente lo que habrá.
Para muchos, el grafiti no pasa de ser un acto vandálico realizado con aerosol, que ensucia la imagen urbana de la ciudad y se trata de simples “garabatos hechos a lo loco”; sin embargo, para otros, el grafiti es un movimiento artístico que surge como un medio de expresión social. De esta manera, es necesario diferenciar el grafiti del denominado “tag”, los garabatos en las paredes que deterioran la imagen urbana de las ciudades.
“Tag” es el nombre que ciertos jóvenes adoptan para identificarse y ser conocidos dentro de los círculos de sus compañeros; tienen la necesidad de representarse a ellos mismos marcando su territorio con un seudónimo, no manejan ningún tipo de regla ortográfica académica, e incluso inventan sus propios alfabetos y tipos de letras.
En algunos países, como es el caso de Argentina, Chile, México e Inglaterra, los grafiti constituyen un problema grave para los gobiernos municipales, pues deberían invertir grandes recursos para mantener y limpiar las paredes de la ciudad. Mar del Plata no es excepción, y del tema hablamos con el concejal Maximiliano Abad (UCR).
Noticias & Protagonistas: Usted observó que se han despejado pegatinas ilegales en las paredes, se cobraron multas; pero por otro lado hay grafitis en los paredones sobre los que la municipalidad no hace gran cosa…
Maximiliano Abad: Reconocemos la parte que se hizo bien en lo relativo a los afiches; hay que sancionar a los abusadores. Pero criticamos que la gestión sigue ignorando el daño que se le hace al espacio público y privado con el tema de los grafitis que ensucian la ciudad, y generan un gran costo para el vecindario al tener que limpiar fachadas de viviendas, edificios, comercios, etc.
N&P: Algo que se ve con creciente asiduidad…
MA: Sí; es más, hace unos días decíamos que Mar del Plata podría ser declarada capital nacional de las pintadas, del grafiti, y eso no nos hace bien. Los vecinos están muy molestos ante un Estado que está ausente, sin reacción. Por eso decimos que está bien actuar contra la cartelería, pero el intendente Pulti no puede dejar de lado el otro daño al espacio público. Presentamos un proyecto, pero el Ejecutivo y Acción Marplatense hacen la vista gorda a poder trabajar en una reglamentación que regule el tema.
N&P: Hablando con el procurador municipal, nos decía que ya hay legislación suficiente, al tiempo que sostuvo que su proyecto es valioso.
MA: Sí, el procurador hizo un informe dejando en claro que es viable desde el punto de vista legal que el HCD emita una ordenanza para regular las pintadas. Dice que es un delito pintar lo público o lo privado sin autorización, establecido ya en el Código Penal. Y dice que si el Estado toma medidas, hay que interactuar entre los actores y jurisdicciones que pondrían en orden la situación. Es sensato, tenemos la misma lógica, pero decimos que el Estado debe proveer inspectores que hagan prevención, o que sancionen, porque si no se deja todo en manos de la policía bonaerense y la justicia para que actúen. Nosotros creemos que hace falta la pata municipal y articular la acción entre todos. Por lo tanto es un informe serio y tiene que ser recogido el guante por la gestión.
N&P: Tenemos entendido que hay un concejal del oficialismo que presentó un proyecto más radical que el suyo.
MA: Sí, un proyecto en esta línea pero que pone sanciones más duras a los que encuentren haciendo estas cosas: además de la multa que planteamos, se habla de cárcel. Lo que hay que discutir es la cuestión de fondo, cómo el Estado interviene y actúa coordinadamente; los vecinos no quieren que les pinten las fachadas de sus casas y comercios. Sale mucha plata, lo pintan y enseguida vuelven a dibujarlos, entonces no arreglan la pared nuevamente y se afea la ciudad. Los turistas que vienen a Mar del Plata comprueban día a día que la ciudad está fea, que el Estado no se ocupa, y al final, esto atenta contra el turismo.
N&P: En realidad, contra todos. El turismo va perdiendo peso en la economía de la ciudad con el acortamiento de los veranos; pero además está el daño cotidiano, mayor que el que se la hace al turista. El frentista es el que lleva la peor parte.
MA: Hay una degradación de la estética urbana. Pierden los frentistas con sus frentes sin reparar por lo que dijimos, pero hay además una connotación turística. Lo fea que está la ciudad, lo sucia que está, lo dicen muchos. Mar del Plata tiene que presentarse de otra manera, máxime cuando Pulti dice que quiere una ciudad libre de polución visual, más saludable, y esto tiene que ver con prevenir y sancionar a quienes tienden a ensuciarla, a hacer una ciudad desprolija. Por eso digo que pierden todos.
N&P: Cambiando el tema, hablamos con el presidente del Club Unión y nos dijo que lo firmado fue sólo un protocolo de acuerdo condicional, porque ni siquiera saben por cuánto tiempo. Lo preocupante es que el Ejecutivo dijo que mandarlo al Concejo Deliberante es sólo un trámite protocolar…
MA: Bueno, a eso estamos acostumbrados: el oficialismo ve al Concejo como una escribanía porque tiene mayoría automática, entonces creen que todo está resuelto y a nosotros sólo nos queda certificar. A mí me gira en la cabeza por qué de la noche a la mañana se hace esto…
N&P: ¿Para tapar otras cosas? ¿Un anuncio más sin sustento y abierto en el tiempo?
MA: Es lo más probable. Creo que para Pulti hay un tema que pesa que es el de la cuestión impositiva, con el aumento de tasas vigentes, la aplicación de otras nuevas y se discute el aumento de sobretasas ya existentes. Estamos ante una gestión ineficiente, incapaz, que gestiona mal, que aumenta al doble los funcionarios, incorporando gente a planta a lo loco, donde no hay obra pública con fondos propios porque todo lo que se hace es de Nación o de Provincia, con déficit, etc.; y se incorpora de golpe este proyecto en el que hay más dudas que certezas, porque por nadie sabe con qué recursos se financiará, y no está en el presupuesto que se discute hoy en el HCD.
“Arte” malentendido
Así se trate de un mural realizado con pinturas de aerosol o un simple rayón, se trata de hacer público un mensaje, una idea, un pensamiento mismo que el artista debe colocar en un lugar particular para llamar la atención del público.
Si bien para algunos –no afectados directamente- hay hasta cierta curiosidad por el talento de los “artistas urbanos”, la realidad indica que dañan de manera concreta y no autorizada la propiedad de las personas y, más de una vez, son mensajes que sirven para delimitar territorios de algunas bandas delictivas o marcar viviendas apetecibles para el próximo atraco.
En el mundo
A nivel internacional, la actividad de efectuar grafitis ha sido afrontada de distintas formas, pero en general coinciden con el rechazo. En México la conducta se encuentra regulada por las constituciones o por los códigos a nivel de cada Estado federado. Hay algunos estados que no han adoptado ninguna regulación, y otros que la tienen tipificada en el Código Penal estatal.
En Estados Unidos es igual que en México, aunque en la mayoría de los estados está prohibido por considerarse un acto de vandalismo o una contravención. La ciudad de Nueva York es una de las más afectadas y se estableció una restricción a la venta de aerosoles. En Australia el grafiti es un acto de vandalismo, percibido por la comunidad como feo, ofensivo, dañino y costoso para el Estado.