La emprsa LabPax, que realiza los testeos contra el coronavirus en la terminal, había quedado en el ojo de la tormenta luego de que se descubrieran varias irregularidades.
Apenas 24 horas después de que estallara el escándalo por los hisopados en el aeropuerto de Ezeiza, que se descubrió que eran manejados por un misterioso laboratorio dirigido por dos monotributistas que no tenían antecedentes en análisis clínicos, la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 decidió rescindir el contrato que la unía a la cuestionada empresa LabPax.
La decisión fue revelada a través de un comunicado, en el que se afirma: “Ante los cuestionamientos realizados en medios periodísticos sobre los testeos de antígenos y PCR de COVID 19 realizados por el laboratorio LabPax con tests de Abbott, Aeropuertos Argentina 2000 informa que ha iniciado el jueves 29 de abril una auditoría en la que se investigará en profundidad para determinar las responsabilidades y la calidad y certificación técnica de los procesos de testeos”.
En el texto enviado a los medios se añade: “Asimismo, preventivamente mientras se realiza dicha auditoría, la compañía ha decidido reemplazar al prestador del servicio y ha propuesto a Stamboulian Servicios de Salud que asuma la dirección técnica e implementación de los testeos en nuestros aeropuertos”.
Una de las propietarias de LabPax es Paola Perillo Orellana, que está inscripta como monotributista en la categoría más baja con una facturación de 18.000 pesos por mes. Mientras que la otra es Laura Cáceres, que puede facturar hasta $34.700 cada 30 días.
Sin embargo, esto es solo una parte de las irregularidades detectadas ya que el exbioquímico del laboratorio, Jorge Chizzolini, salió a denunciar públicamente que todavía figura como director técnico de la empresa según publica el diario La Nación.
A pesar de que el contrato del profesional de la salud con el cuestionado laboratorio había concluido el 31 de marzo pasado, LabPax igual continuó utilizando su firma digital y número de matrícula para informar los resultados de los testeos de antígenos sobre el coronavirus. “Mi contrato terminó el último día de marzo, el 31, y desde ese momento estoy desvinculado completamente de la empresa”, aseguró Chizzolini.
Labpax maneja todos los hisopados sobre Covid-19 requeridos para entrar al país, en un negocio que genera al menos cinco millones de pesos por día. Aunque a esto hay que agregarle una carpa y una guardia que el laboratorio tiene fuera de la terminal aérea para aquellas personas que se van y desean llevarse sus testeos listos para acreditar en el exterior.
El precio de los hisopados en Ezeiza era hasta ahora de 4000 pesos, mientras que el valor de los PCR ascendía a $6000. Un par de cifras por las cuales quienes conocen la demanda de este tipo de testeos consideran que la recaudación total en la estación aérea seguramente se ubicaba entre seis y siete millones de pesos por día.
El “emprendimiento” de las dos monotributistas pudo concretarse gracias a la decisión administrativa 268 firmada el 25 de marzo pasado, aunque la contratación de los servicios del laboratorio estuvo a cargo de Aeropuertos Argentina 2000.