Trump tenía en Mar-a-Lago 48 carpetas de documentos clasificados vacías

El inventario publicado por una jueza de Florida revela nuevos detalles sobre los bienes incautados al expresidente.

El inventario detallado de los bienes incautados por el FBI a Donald Trump en el registro de su mansión es menos detallado de lo que cabía esperar. No aporta información adicional alguna sobre los temas que trataban los documentos secretos que el expresidente mantenía en Mar-a-Lago. Lo que sí revela es que había casi un centenar de carpetillas vacías, entre ellas 48 con la identificación de que contenían originalmente documentos clasificados. No se sabe qué ha pasado con esos documentos. El inventario también muestra que los informes secretos que el expresidente mantenía en Mar-a-Lago estaban mezclados en las cajas con artículos de periódicos, regalos y otros objetos.

El nuevo inventario es una lista somera del contenido de los 33 lotes, la mayoría de ellos cajas llenas de documentos, fotografías y revistas, que el FBI se llevó de la mansión de Trump en Palm Beach (Florida) tras el registro del 8 de agosto. De los 33, siete estaban en la oficina de Trump y el resto en un trastero que hacía las veces de almacén. Solo en ese trastero se hallaron 76 documentos clasificados, a los que se suman otros 27 en la oficina de Trump.

En el nuevo inventario llama especialmente la atención que había 48 “carpetas vacías con marcas de
clasificación”, de las que la gran mayoría, 43, estaban en una caja en la oficina del expresidente. Esa marca
quiere decir que estaban destinadas a contener documentos confidenciales y secretos y probablemente
que los contuvieron en algún momento. Sin embargo, los agentes las encontraron sin ningún papel
dentro. No hay información acerca de la razón para ello, es decir, sobre si Trump se deshizo de los
papeles, los devolvió o hay alguna otra explicación.

También hay otras 42 carpetas vacías en las que la indicación es devolver al asistente militar o de
gabinete. De nuevo, la duda es si simplemente se devolvieron los papeles (parece raro hacerlo sin la
carpetilla que los contiene) o si han desaparecido por algún otro motivo. El inventario publicado no
despeja las dudas al respecto.

En las cajas también había centenares de revistas, periódicos y recortes de prensa de diferentes etapas de
su presidencia y libros, ropa y regalos que no se detallan.

El inventario ha sido publicado por decisión de una jueza de Florida a la que Trump solicitó que un
perito independiente revisase los bienes incautados. La jueza se ha mostrado propensa a hacerlo, pero
decidirá “en su debido momento”, según anunció en una vista este jueves. El Departamento de Justicia se
oponía a esa revisión porque podía retrasar su propia investigación. Alegaba además que ya había creado
un equipo de filtrado para separar aquellos documentos que pudieran estar protegidos por la
confidencialidad de las relaciones entre un abogado y su cliente.

Pero el Departamento aprovechó además la oportunidad que le brindaba esa solicitud para presentar el
relato incriminatorio contra Trump más completo desvelado hasta la fecha. En el atestado que sirvió para
justificar el registro seguramente había más información, pero la versión que se ha publicado tiene
tachado la mitad de su contenido, aproximadamente. En su nuevo escrito, la Fiscalía ha podido
seleccionar mejor qué contar y qué no y además ha aportado una fotografía de una pequeña parte de los
documentos incautados durante el registro muy ilustrativa y que ha molestado a Trump y sus abogados.

En su escrito, el Departamento de Justicia acusaba a Trump de “esconder y mover” documentos,
apuntalando así los indicios de que puede haber incurrido en obstrucción a la justicia. El nuevo escrito
desveló que en el registro se encontraron un centenar de documentos clasificados (hasta ese momento se había hablado de 11 juegos de documentos, pero no se sabía cuántos sumaban).

Eso es más del doble de los que los abogados de Trump entregaron como consecuencia de un
requerimiento en junio, pese a que los letrados de Trump declararon que tras una búsqueda “diligente”
habían cumplido el requerimiento por completo. Acompañando a esa argumentación iba el inventario
algo más detallado de los bienes incautados, pero de forma confidencial. La jueza ha decidido finalmente
que se publique.