Último empujón para el Banco de Desarrollo

La nueva institución servirá para financiar las infraestructuras en los países más retrasados. Por eso los BRICS le darán una semana  para concretar un impulso final.

BricsLa incertidumbre generada por la crisis de la deuda soberana en Europa y el lento crecimiento económico en EEUU vuelven a confirmar que la economía global depende cada vez más del rendimiento de los BRICS, el grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Así lo advirtió el ministro brasileño de Desarrollo, Comercio e Industria, Fernando Pimentel, a una semana de que las cinco economías emergentes celebren su quinta cumbre.
Se espera que la reunión en Durban (Sudáfrica) marque el inicio de las negociaciones del tratado por el que se creará el Banco de los BRICS, una nueva institución que movilizará fondos para financiar el desarrollo de infraestructuras en los países más retrasados y apoyar el comercio. El Banco de Desarrollo será similar al Banco Mundial, pero estará mejor alineado con el equilibrio de poder actual de la escena global.
Por consenso se decidió que la nueva institución tenga un capital inicial de 50.000 millones de dólares, a 10.000 millones por socio. Eso equivaldría a mucho menos del 1% del PIB de China y al 3% del PIB de Sudáfrica, lo que pone en evidencia las diferencias que hay en el seno de un grupo que tiene las puertas abiertas a otros países emergentes, como México. No se conoce aún la sede ni la moneda en la que operará el Banco, tampoco la estructura de capital. De hecho, hay dudas que resolver sobre la participación de cada país.
La iniciativa surgió hace un año. “Estamos avanzando”, señaló Pimentel, dejando en claro que al Banco “no hay que verlo como un rival” del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional sino que “es un mecanismo para estrechar la cooperación y una alternativa de financiación para los países en desarrollo”. Todavía está por verse, también, cómo afectará a la agenda Transpacífica del presidente Barack Obama, en especial en el punto de la financiación de proyectos en el ámbito de la energía nuclear, un tema conflictivo.
En la próxima cumbre se discutirá, además, la creación de un mecanismo de reservas destinado a reforzar la estabilidad financiera de los BRICS. El propósito es tener más autonomía para reaccionar frente a las crisis y no depender tanto del FMI. Los BRICS ven al Banco Mundial y al Fondo como instituciones del siglo XX que deben saber lidiar con los retos del siglo XXI, y denuncian que ambas instituciones están influenciadas por las agendas de los grandes países occidentales.
La reforma de los organismos globales será otro tema de debate. Desde el estallido de la crisis financiera, piden un cambio profundo de las dos instituciones nacidas de los acuerdos de Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial “para que reflejen mejor la nueva realidad”. “El FMI es necesario y sigue siendo relevante, pero debe modernizar su estructura de gobierno”, recordó Pimentel. Reforma que está atascada porque EEUU no termina de decidir el incremento de fondos necesarios.
Y se dieron cifras para exponer esa realidad. Si se excluye a Sudáfrica, el nuevo miembro de los BRICS, los otro cuatro países crecieron un 6,1% en 2012 y se espera que este año lo hagan un 6,9%, el doble de lo que el FMI proyecta para la economía global. En el caso de las economía avanzadas, crecerán solo el 1,4%. “Somos un poder económico, que pretendemos ejercer con responsabilidad”, aseguró Pimentel en una conferencia telefónica.
El comercio entre los cinco países se multiplicó por diez en la última década, a 282.200 millones de dólares. Tendencia que, según el ministro brasileño, seguirá creciendo. Para 2020, las economías combinadas de Brasil, China e India serán mayores que las de EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Canadá juntas, de acuerdo con las estimaciones de Naciones Unidas. Brasil será el próximo anfitrión de la cumbre de los BRICS en 2014.
En el caso de éste país, el Ministro explicó que el 80% de sus relaciones comerciales en el seno de los BRICS se hacen con China. El gran reto, admitió, es incrementar los lazos con los otros tres países. Para ello, cree conveniente crear un marco que guíe esas relaciones y esperan llegar a un acuerdo en la cumbre sobre la moneda que se usará en las transacciones. Además, habló de una mayor coordinación en las instituciones multilaterales.