Un buen momento

Esta vez con perfil bajo, Quilmes arrancó el 2013 con un gran funcionamiento colectivo y con buenas expectativas en la búsqueda del regreso a la Liga Nacional.

Quilmes había cerrado el 2012 con dos destacados triunfos en condición de visitante y abrió el 2013 con una excelente actuación grupal que lo mantiene entre los primeros lugares de la Zona Sur del Torneo Nacional de Ascenso.  En el reinicio de la actividad después del parate por las Fiestas, el técnico Leandro Ramella se mostró satisfecho por el resultado que arrojó hasta ahora su trabajo con el plantel.

“Estamos contentos porque a veces en los retornos después del receso, no se sabe cómo pueden volver el equipo y los jugadores. Lo hicimos de una buena forma y podemos mantener fuerte nuestra localía. Lo importante es el juego en equipo y el buen funcionamiento. No estamos dependiendo de nadie. Por ejemplo, nuestros goleadores en el perímetro son Lucas Ortiz y Maxi Ríos, y el otro día hicieron entre los dos apenas dos puntos en el primer tiempo y gracias a la defensa nos mantuvimos al frente en el marcador. Pudimos tener el control del juego igual sin nuestros goleadores ni Essengue. Eso es muy bueno”, expresó el coach “cervecero”.

En el triunfo contundente ante San Lorenzo de Chivilcoy en Once Unidos, Quilmes dejó una muy buena imagen, aunque el DT es cauto a la hora de analizar las posibilidades del equipo con el resto de los rivales. “El TNA sigue siendo muy parejo y todos los rivales son difíciles. Cualquiera le gana a cualquiera, pero a veces la localía pesa”, afirmó.

Lo concreto es que pareciera que a esta altura del campeonato, Quilmes encontró la tan ansiada química de equipo. Sin embargo, Ramella opta por hablar de buen funcionamiento. “A veces se habla de química pero yo prefiero hablar de funcionamiento. Estoy contento porque no dependemos de nadie. El equipo tiene un buen funcionamiento. Tenemos a Cristian Cadillac en gran nivel y sabe manejar los ritmos del partido, pero cuando él no está bien, Vildoza lo reemplaza de la mejor manera. Uno puede trabajar más tranquilo cuando sabe que el potencial no se agota en uno o dos jugadores o en una o dos acciones. Sé que tengo variantes. Por ejemplo, tanto Maxi Maciel como Andy Rodríguez disimularon muy bien la ausencia de Essengue, y entre todos hicieron un gran sacrificio”, señaló.

Con experiencia en la Liga Nacional y en el TNA, el coach del conjunto Tricolor reconoció que es más difícil lograr buen juego de equipo en la segunda categoría del básquet argentino. “Llama más la atención un equipo que juega bien colectivamente en el TNA que en la A. De acuerdo a mi visión, cuando no hay solidez de conjunto se paga más en la A y quizás en el TNA con algún nombre a veces alcanza”, analizó.

Mientras disfruta de este buen momento, Quilmes espera la recuperación total de Cristian Romero, quien todavía no pudo jugar en la temporada por una sinovitis en la rodilla. Al respecto, Ramella aseguró: “Romero ya está trotando. No tuvimos ningún resultado adverso en estos primeros trabajos, aunque lo que está haciendo es algo muy suave trotando alrededor de la cancha. La idea es darle situaciones de juego sin oposición para ver cómo responde su rodilla. Si no tenemos ningún percance podremos tenerlo a principios de febrero como un jugador más del plantel”.

Por su parte, Romero dijo tener muchas ganas de jugar pero es consciente de que está lejos de su mejor forma. “Recién ahora estoy empezando a correr y sé que me va a costar volver a tomar el ritmo de básquet. Pasaron muchos meses desde la última vez. Es lo más complicado porque hay que manejar la ansiedad. Confío en que pronto voy a poder jugar. Me siento bien, no apareció dolor ni nada raro. Se inflamó un poquito, pero la recuperación está en el cauce normal. Esperemos que siga todo de la misma manera para poder debutar en Quilmes de una buena vez. Al principio, cuando me enteré que la lesión me iba a llevar unos meses me puse mal, pero traté de ponerme positivo y pensar en compartir todo lo que pueda con el grupo. Pero siempre a la espera de saber cuándo puedo volver”, dijo el “Kily” Romero.

Y agregó: “Quilmes es un equipo nuevo y todo lleva su proceso. Al principio los resultados no fueron los esperados pero el equipo se encontró y creo que cada vez juega mejor y, especialmente, sabe a lo que juega, que es lo más importante. Espero aportarle a Quilmes lo poquito o mucho que uno sabe hacer, sumar mi experiencia y colaborar con el grupo. Después se verá cuando me ponga bien si puedo darle volumen de juego”.

Por último, el DT Leandro Ramella se quejó de algunas cuestiones estructurales del TNA que llevarán a un nuevo parate de la competencia, por la regularización de los jugadores extranjeros, que se suma al descanso obligado por el Juego de las Estrellas. “El receso es parejo para todos, pero me pone un poco mal que el TNA esté tan descuidado y que desde la parte dirigencial no se le dé la importancia deportiva que merece. Parece que siempre hay otros objetivos por delante que lo deportivo en el TNA. Eso nos afecta a los entrenadores en cuanto a nuestras planificaciones y en la competencia misma. Esto es algo que no me termina de convencer de esta categoría”, sentenció.