Malas lenguas 799

Reciclando. Nada cambia, todo se recicla. Recientemente pasaron por esta ciudad referentes de Sergio Mazza, quien está a un tris de lanzarse a la disputa por una banca en la Legislatura bonaerense como trampolín de ambiciones mayores.

Entre los que pasaron por aquí se cuentan el jefe comunal de San Miguel, Joaquín de la Torre, el diputado provincial Ramiro Gutiérrez, además del ex integrante de la selección de básquet Esteban de la Fuente (un deportista hay que tener). Asistieron ONGs como Grupo Red y Eco Red, ex legisladores, concejales, el Sindicato de Camioneros de Caudales y diversos representantes, tanto de la ciudad como de Balcarce, General Alvarado, Necochea, Tandil, Ayacucho, Castelli, Dolores, Lezama, Maipú, Gral. Guido, General Lavalle y Lobería.

En las fotos del encuentro, realizado en el Hotel Santa Teresita, se puede advertir, sentado muy atento en primera fila y escuchando al intendente De la Torre, al ex funcionario municipal de Daniel Víctor Katz Jora y ex ONCCA Sergio Paleo. Se ve que Mazza no hace asco con tal de sumar: como dijo el diputado Gutiérrez, “de a uno, pero sumando”. Claro que en política dos más dos no necesariamente da cuatro: a veces es menos cien.

 

Entre quejas y decepciones. Abarca todo el espectro de Mar del Plata: taxistas como Donato Cirone, productores de espectáculos como Carlos Rottemberg, agentes inmobiliarios: “la temporada no es récord ni nada que se le parezca”. Luis Ignoto contó que en la banquina del puerto, en la Fiesta de los Pescadores, la caída supera el 10% con respecto al año anterior.

 

Decepciones. La que se llevó Franco Bagnato con Daniel Temperoni en cuanto a su capacidad de dar respaldo de audiencia a la mañana de la 98.5 Brisas. El relevo fue un tanto traumático emocionalmente, ya que era una relación de años en lo personal.

El dolor emocional también puede tener un costado económico. Días pasados, Franco fue sorprendido por un temporal de lluvia y viento que lo atascó en un bajío inundando su auto de alto precio e inutilizando el motor. Qué amargura le atravesó su víscera más sensible. Y no hay analgésico que funcione para calmar tal dolor. Bueno, o sí: un bolsillo más amplio todavía. Y generoso.