Mario Aranda, militante del PJ de La Plata, sostuvo que fue interceptado por tres hombres que le robaron 35 mil pesos. El partido primero repudió el hecho y, al conocerse la verdad, anunció que lo echarán.
La denuncia de Mario Aranda, un militante del Partido Justicialista de La Plata, generó una gran preocupación en el peronismo bonaerense. El jubilado de 68 años había asegurado que tres hombres lo secuestraron, le robaron 35 mil pesos y hasta amenazaron con asesinarlo. El violento episodio provocó que dirigentes del PJ salieran a repudiar los hechos y hasta responsabilizaron a la gobernadora María Eugenia Vidal por lo sucedido. Pero el protagonista de esta historia sorprendió a todos cuando, finalmente, confesó que todo era mentira. En realidad, estaba con su amante.
En una primera versión de los hechos, Aranda había explicado que sus compañeras que estaban en Lisandro Olmos, para juntar firmas contra el tarifazo, lo habían llamado para que les llevara “algunos materiales”. Pero, según dijo, cuando llegó al lugar tres personas armadas lo obligaron a subirse a su auto, un Fiat Palio, y lo obligaron a dirigirse hasta Magdalena.
El dirigente peronista detalló que durante las horas en que estuvo secuestrado sufrió “una tortura verbal constante” y que al llegar a la ruta 11 los agresores discutieron entre ellos porque no sabían qué hacer con él. Según detalló Aranda a medios locales, algunos de ellos lo querían ejecutar pero al final lo liberaron.
Tras radicar la denuncia de lo sucedido en la comisaría N°15 de La Plata, diferentes dirigentes peronistas salieron no solo a repudiar el secuestro, sino a remarcar que se trató de un “hecho intimidatorio” de tinte político.
En esa misma línea, el diputado provincial Guillermo Escudero relacionó este episodio con los ataques que sufrió la sede del PJ platense. “Debido a las sucesivas situaciones de agresión al edificio no podemos separar a este caso de los otros”, argumentó.
Hasta el propio presidente del partido, Luis Gioja, aseveró que se trató de un “atentado contra el libre ejercicio de la actividad política” y responsabilizó a la gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal; al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo; y al jefe de la Policía bonaerense, el comisario Fabián Perroni.
Pero la historia dio un giro de 180 grados cuando la propia “víctima” contó lo que realmente había pasado. Según confirmaron fuentes de la investigación a TN.com.ar, Aranda confesó que era todo mentira y que en realidad estaba con una amante. La historia del secuestro era la “única forma de justificar” su demora en la llegada a su casa, en donde convive con su esposa.
Ante esta aclaración, desde el PJ de La Plata emitieron este lunes un nuevo comunicado en donde aclararon la situación. En el escrito, al que accedió este medio, resaltaron que se trató de “un problema personal que intentó tapar con una fábula”. Y subrayaron que el militante siempre se destacó por su humildad y trabajo. Sin dar muchos detalles, concluyeron en que pedirán su expulsión partidaria y le otorgarán atención psicológica.