Un docente de la Universidad de La Matanza incluyó un fragmento del libro de Cristina Kirchner en un examen

En un parcial de Economía uno de los puntos refiere al texto que la ex presidenta presentó recientemente. No es la primera vez que en esta facultad “politizan” un plan de estudios.

En el distrito bonaerense con mayor presencia kirchnerista de todo el Gran Buenos Aires, se emplaza también unas de las casas de altos estudios con la matrícula de alumnos más numerosa del territorio, y con una historia académica donde la política pisa fuerte. En ese contexto, un nuevo episodio que cuela la militancia dentro de un marco educativo despertó la polémica dentro y fuera de sus aulas.

En un parcial de Economía de la carrera de Comunicación Social que se dicta en la Universidad de La Matanza, un profesor incluyó un fragmento del libro Sinceramente, cuya autora es la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como uno de los puntos del examen.

Se trata de un texto que forma parte de la página 323 del ejemplar, y que representaba el punto “D” de la prueba, bajo la consigna de leer el párrafo y analizar el impacto político de la situación que allí se describe. La situación la dio a conocer un alumno de esta cátedra en el sitio TN y la gente, donde a modo de denuncia expuso el examen.

“Generalmente se pone un artículo periodístico para analizar y aplicar los conocimientos adquiridos en clase, pero este año lo reemplazaron por un párrafo de la página 323 del libro Sinceramente de Cristina Fernández”, escribió Eduardo, el universitario en cuestión, en el posteo que compartió en el sitio. El muchacho se negó a contestar la pregunta, lo que le valió un punto del examen y lo impulsó a tomar una fuerte decisión.

“Uno va a la universidad a estudiar y en los exámenes tenemos que volcar los conocimientos que adquirimos en las clases. Hay varias materias en las que los profesores en vez de enseñarnos hablan de política, así que tomé la decisión de dejar de cursarlas hasta que cambie el docente”, refirió, al tiempo que ratificó en diálogo con el canal de noticias que: “No está mal que en las clases se hable de política, de hecho en la mayoría hay debates. Pero no estoy de acuerdo que se incluya en los exámenes. Me opongo a un texto de Cristina como a un texto de Macri. No importa la persona, importa el contenido”.

Las autoridades de la Universidad no están ajenos al caso, aunque informaron que hasta el momento no han recibido quejas de ningún alumno. “La Universidad no puede censurar artículos o ejercicios que se suben a una plataforma. Se promueve la diversidad de opinión y la tiene que respetar”, expresó al mismo medio Gustavo Duek, Secretario Académico de la Universidad de La Matanza.

“La razón del crecimiento de un punto en el déficit durante 2015 no fue solo porque el año anterior había sido malo para la economía, sino también porque en vista de las elecciones presidenciales decidí aumentar el gasto. Me causa mucha gracia los que dicen que no hice ningún esfuerzo para que Scioli ganara las elecciones. ¡Aumenté en 1 punto del PBI el déficit fiscal para inyectar recursos a la economía! ¡Mi Dios! ¡Cómo algunos no hacen más que repetir lo que leen en Clarín y La Nación!”, apunta el texto de Sinceramente que se convirtió en académico de manos de un docente. Pero tampoco es la primera vez sucede.

Ya en 2015 se conoció un caso similar en el mismo establecimiento educativo. En unos apuntes, un profesor llamaba a no votar por Mauricio Macri en el balotaje al que llegó con Daniel Scioli como rival. Además, ofrecía una serie de “razones” para no hacerlo. “Me acabo de encontrar con algo académicamente incorrecto dentro de mi material de estudio. Sea quien sea, no puede imponernos en material de estudio sus razones para concretar o no un voto aunque tenga razón o no”, había escrito en su posteo el alumno que hizo público el caso.

En dichos papeles, el docente vaticinaba “achicamiento del nivel de empleo” y “nuevo endeudamiento externo” como parte de las consecuencias directas de la llegada de Macri al poder.

En las redes sociales la polémica ya está instalada. Una más en plena carrera electoral.