Mejoró las funciones motoras de aquellos que lo tomaron. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común del mundo.
Un medicamento para tratar la diabetes podría abrir una nueva vía de estudio en la investigación del Parkinson. La enfermedad, que afecta a una de cada 500 personas, es la segunda afección neurodegenerativa más común en el mundo, después del Alzheimer. En España hay más de 150.000 personas que sufren la enfermedad.
Hasta ahora, todos los fármacos para tratar esta enfermedad se centran en ocultar los síntomas, pero no detienen su desarrollo. Además, con el tiempo, son menos eficaces porque la afección progresa hasta afectar a otros tipos de células.
Un estudio llevado a cabo en la Universidad College London (Reino Unido) con 60 personas con Parkinson ha detectado que aquellos que se inyectaban una vez por semana exenatida, empleada para tratar la diabetes tipo 2, tuvieron mejores resultados en las pruebas de movimiento que aquellos a los que se administró placebo.
La investigación, publicada en a revista científica The Lancet, se desarrolló durante 48 semanas en las que los participantes también tomaron su medicación habitual, a las que siguieron otras 12 semanas “de lavado” en las que no se inyectaron este fármaco. Aquellos que usaron la exenatida mostraron mejor función motora tras finalizar ambos periodos, mientras que los que tomaron placebo empeoraron.
Efecto prolongado
“Los resultados de este ensayo son particularmente interesantes ya que es el primer fármaco que parece tener un efecto prolongado en los problemas de movimiento que provoca el Parkinson”, señala a EL MUNDO el principal autor del estudio, el profesor Tom Foltynie.
El fármaco actúa sobre unos receptores en el cerebro, lo que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, a impulsar el funcionamiento de las células nerviosas y activa las moléculas pro-supervivencia en las células.
Además, es un medicamento “bien tolerado”, aunque sí se observaron algunas reacciones en el lugar de la inyección así como efectos gastrointestinales.
Más estudios
Aunque los científicos que han llevado a cabo la investigación se muestran optimistas ante los resultados, advierten de que todavía hay que hacer más estudios. No obstante, este es el primer ensayo con placebo que analiza el potencial de este fármaco como posible modificador de la enfermedad de Parkinson.
Ahora, el siguiente paso es hacer un estudio a largo plazo con más participantes. “Si podemos replicar este resultado en un estudio más grande este medicamento podría llegar a ser un nuevo tratamiento para los pacientes afectados de Parkinson”, asegura Foltynie.
Por lo tanto, es necesario hacer un seguimiento de los pacientes durante más tiempo y obtener más datos. “Tenemos que determinar si la magnitud del efecto aumenta con el tiempo, es decir, si realmente ralentiza o frena la progresión de la enfermedad”, indica.
Estudios animales anteriores ya han demostrado que la exenatida mejora el rendimiento motor.
“Si los siguientes pasos coinciden con lo que ya hemos visto, entonces podríamos decir que este medicamento, u otros similares, pueden tener un importante papel en la enfermedad de Parkinson”, concluye Foltynie.