Una nueva investigación revela cómo un dispositivo médico ayudó a un hombre con parálisis a volver a caminar con naturalidad, más de una década después de sufrir una lesión.
El Dr. Grégoire Courtine y sus colegas de la Escuela Politécnica Federal de Lausana desarrollaron e implantaron una “interfaz cerebro-médula” que crea un vínculo neurológico directo entre el cerebro y la médula espinal. Los implantes cerebrales registran las intenciones de movimiento, que se transmiten de forma inalámbrica a una unidad de procesamiento externa, como una mochila. Las intenciones se traducen en órdenes que la unidad de procesamiento devuelve a través del segundo implante para estimular los músculos.
Los hallazgos de la investigación, publicados este miércoles en la revista académica Nature, describen los buenos resultados obtenidos por uno de los participantes en el estudio, de los Países Bajos.
Gert-Jan Oskam, de 40 años, quedó paralítico tras un accidente de moto en China hace más de una década. Tenía las piernas, los brazos y el tronco dañados.
“Mi deseo era volver a andar, y creía que era posible”, declaró Oskam en una reunión informativa con periodistas esta semana. “Probé muchas cosas antes, y ahora tengo que aprender a andar de nuevo normal, como es natural, porque así es como funciona el sistema”.
Oskam dijo que puede caminar al menos 100 metros, dependiendo del día, y estar de pie sin usar las manos durante unos minutos. Dice que le resulta útil en su vida diaria, como cuando hace poco tenía que pintar algo, pero no tenía a nadie que le ayudara, así que se puso de pie y lo hizo él mismo.
Investigaciones anteriores demostraron que los pulsos eléctricos dirigidos pueden estimular las zonas de la pierna necesarias para caminar.
Pero esta nueva tecnología permite movimientos más suaves y mejores adaptaciones a terrenos cambiantes porque reconecta dos regiones del sistema nervioso central que estaban interrumpidas a causa de una lesión medular, según los investigadores.
A Oskam le habían implantado dispositivos de estimulación anteriormente, pero tenía que hacer un movimiento para que se activara la estimulación.
“Ahora puedo hacer lo que quiera y, cuando decido dar un paso, la estimulación se activa”, explica.
Courtine dijo que esta estimulación es diferente porque Oskam tiene “control total sobre el parámetro de estimulación, lo que significa que puede parar, puede caminar, puede subir escaleras”.
Tras las intervenciones quirúrgicas para implantar los dispositivos, los canales de comunicación neurológica se establecieron rápidamente. Oskam ya daba pasos con un día de entrenamiento.
Y la conexión ha seguido siendo fiable durante más de un año, incluido el tiempo que Oskam pasó en casa. Caminar de forma independiente con ayuda del “puente digital” también le ha ayudado a recuperar la fuerza suficiente para dar algunos pasos incluso cuando está apagado.
Oskam fue el primer participante en el ensayo, pero los investigadores tienen esperanzas en las posibilidades futuras. Esta investigación valida la posibilidad de recrear un vínculo neurológico entre el cerebro y la médula espinal, y la conexión se produce rápidamente. Ampliar el alcance de esa conexión también podría ayudar a personas con parálisis de brazos y manos o que hayan sufrido una apoplejía, afirman. Pero les gustaría reducir el tamaño del sistema para hacerlo más portátil.
“El concepto de un puente digital entre el cerebro y la médula espinal augura una nueva era en el tratamiento de los déficits motores debidos a trastornos neurológicos”, escriben los investigadores.