La ciudad sueca de Eskilstuna, al oeste de Estocolmo, se convirtió en la primera del país en exigir el pago de una licencia para pedir dinero en sus calles, medida que generó críticas de varias organizaciones sociales, que consideran que “criminaliza la mendicidad”.
Así, quienes quieran ejercer de mendigos en Eskilstuna, un municipio de algo más de 100.000 habitantes, a partir de este mes deben solicitar por internet o en una comisaría el permiso, que cuesta 250 coronas suecas (23,3 euros o alrededor de 26 dólares) y será válido por un máximo de tres meses, además de mostrar un documento de identidad.
“Es difícil saber en qué resultará, probamos nuevas vías burocratizando y dificultando la actividad”, explicó el alcalde de la localidad, el socialdemócrata Jimmy Jansson, al explicar que aquellos que pidan dinero sin permiso en su ciudad serán sancionados con multas.
La normativa municipal provocó críticas de varias organizaciones sociales, que consideran que “así se criminaliza la mendicidad”.
“No se trata de perseguir personas, sino de invocar la gran pregunta: ¿Pensamos que hay que normalizar la mendicidad en la sociedad de bienestar sueca? No veo la misma energía en criticar el hecho de que haya gente que se ve obligada a pedir que en criticar nuestros intentos de poner reglas”, lamentó Jansson.
Según medios locales, la policía de Eskilstuna recibió hasta ahora ocho solicitudes para obtener el permiso.