Los padres que priven a sus hijos de amor y afecto corren el riesgo de ser juzgados por una nueva legislación, que ya fue bautizada popularmente como “Ley Cenicienta” e impondrá hasta 10 años de prisión.
Por primera vez, la legislación sobre abandono infantil convertirá en delito la “crueldad emocional”, además del abuso físico o sexual.
El gobierno británico presentará los cambios para modificar la ley actual, a principios de junio. Los padres que sean encontrados culpables podrían enfrentar hasta 10 años de prisión, máxima pena en los casos de abandono infantil. Hasta ahora, las leyes de Inglaterra y Gales permiten que solo un adulto responsable de un menor sea juzgado si éste fue deliberadamente atacado, abandonado o expuesto a un sufrimiento o daño para su salud.
Así, se convertirá en crimen toda acción que dañe de forma deliberada “el desarrollo físico, intelectual, emocional, social o de conducta de un nene”. Esto puede incluir la acción de ignorar de forma deliberada a un menor y no mostrarle nada de afecto durante períodos prolongados. Otras ofensas podrían incluir la acción de forzar a un niño o niña a ser testigo de violencia doméstica, convertirlos en un chivo expiatorio o imponerles castigos degradantes.
Se calcula que 1,5 millón de chicos británicos sufre este tipo de abandono afectivo. Los cambios legales permitirán que la policía intervenga y presente un caso penal antes de que los menores sean objeto de abusos físicos o sexuales. Hoy, la intervención de los trabajadores sociales solo es posible cuando el abuso es considerado abandono emocional.
“Hace tiempo que debían introducirse cambios”, opinó el parlamentario Robert Buckland, del Partido Conservador. “El crimen de abandono infantil fue introducido no muchos años después de que los hermanos Grimm popularizaran la historia de Cenicienta. Nuestro derecho penal nunca reflejó el alcance total del sufrimiento que viven los nenes que fueron víctimas de abuso por parte de sus padres o tutores. La triste verdad es que, hasta ahora, la madrastra malvada habría salido siempre impune ”, agregó.
La Ley de Niños y Jóvenes británica tiene más de 80 años, y algunas secciones datan de 1868. En abril de 2012, la organización de beneficencia Action for Children inició una campaña para enmendar esa ley para incluir las necesidades emocionales de los niños.
“Necesitamos contar con una definición clara, concisa y maleable sobre maltrato infantil, un código alternativo que refleje el alcance del daño causado a los chicos y contemple mecanismos legales apropiados para lidiar con algunos de los peores casos”, sostuvo Buckland. “El abandono emocional debe ser proscrito”, añadió.
Tony Hawkhead, CEO de Action for Children, dijo que el cambio es un “paso monumental” hacia la protección de los jóvenes. Y aportó un dato: entre 200 y 300 nenes fueron víctimas de abuso por el abandono que sufrieron, pero sus abusadores no fueron llevados ante la Justicia.