“Urge modificar el sistema de producción industrial”

La presidenta de la ONG Bios, Silvana Buján, hizo ese pedido esta mañana en la 99.9, después de que se dieran a conocer los resultados de los análisis de sangre que realizaron para detectar la presencia de agroquímicos. 

Silvana BujánMeses atrás, la ONG Bios se encargó de denunciar los efectos del uso de agroquímicos en Mar del Plata, lo que desencadenó un proyecto de ordenanza que finalmente se revirtió. Sin embargo, tal como en su momento se reflejó aquí, desde la ONG prosiguieron con la idea de comprobar la contaminación, y citaron a periodistas y artistas invitándolos a realizarse pruebas de sangre.
La presidenta de la organización, Silvana Buján, expuso esta mañana a través de la 99.9 las conclusiones de los estudios: “quedaron bastante sorprendidos todos, porque prácticamente se encontraron cantidades pequeñas de las sustancias que se buscaron. Quedaron preguntándose qué podían hacer al ver una lista de sustancias con nombres muy raros”.
Entre las ideas que quiso dejar en claro en base a los resultados del estudio, remarcó: “lo primero que nos dimos cuenta es que estas sustancias no se van, tienen una persistencia en el cuerpo. Están en la tierra y en el agua y se quedarán por mucho tiempo más, ya que algunas no se utilizan hace años pero igual están. Las pequeñas cantidades se vuelven importantes porque nuestro cuerpo, que no fue hecho para portarlas; pero son números de menos del 1%”.
Los resultados fueron analizados en España, según explicó Buján: “la Universidad de Granada tiene un área de investigaciones que responde a la carrera de Ciencias Médicas; allí está el laboratorio de investigaciones médicas”.
El planteo es que las sustancias se quedan en los animales y se transmiten mediante la ingesta de carne o derivados: “todo esto está en la leche y en la carne, porque va a la grasa del animal. Por supuesto que está en los vegetales también. El hombre tuvo, a lo largo de la historia, la mala costumbre de lanzar al mundo sustancias prometiendo que solucionarían todos los problemas y pocos años después empezar a reducirlas; pasó con muchas sustancias”.
La directora de Bios llegó a la conclusión que buscaba, a pesar de que los estudios no revelaran un inminente peligro para la vida de las personas que se ofrecieron a examinarse: “urge empezar a modificar el sistema de producción industrial, por nuestros nietos y bisnietos, porque esas sustancias tardarán mucho en irse de nuestro ambiente y nuestro cuerpo”.
Finalmente, Buján recordó que “hay índices enormes de cáncer, alergias, problemas neurológicos; esto no era así hace unos años. Quien tenía cáncer, era una rareza, era un tema tabú en la sociedad. Hoy hay mucha gente afectada”.