Entre otros adelantos en Biotecnología, presentaron ayer una proteína de coagulación para hemofílicos y un material para la regeneración de piel quemada. Se concretaron siete reuniones con multinacionales del sector.
Con la presencia de 16 mil especialistas de empresas e instituciones de 65 países, comenzó ayer en el centro de convenciones McCormick Place de Chicago (Estados Unidos) la BIO2013. Se trata del evento global más importante de la industria biotecnológica, que se extenderá hasta el jueves. La Argentina cuenta con un pabellón propio, organizado por los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y de Relaciones Exteriores y Culto. Son 36 las firmas y organismos públicos nacionales que viajaron para mostrar los desarrollos e investigaciones, y tomar contacto con los principales actores del sector biotecnológico internacional para arreglar posibles alianzas y colaboraciones.
Un implante para la reconstrucción del cráneo (con 70 casos de éxito probado), una proteína de coagulación para hemofílicos (el laboratorio de hemoderivados de la Universidad de Córdoba es la planta fraccionadora de plasma humano con mayor capacidad de producción y comercialización de Sudamérica) y un material para la regeneración de piel quemada, son algunas de las novedades que mostró el pabellón nacional en el primer día. La jornada duplicó en presencia a la exposición de 2012 y se concretaron siete reuniones del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas con representantes de entidades extranjeras, en su mayoría multinacionales.
Según informó la cartera científica, unas 120 empresas se dedican a la producción de biotecnología en la Argentina y se concentran principalmente en el campo de los medicamentos y otros insumos para el cuidado de la salud humana, la producción y micropropagación de semillas, la sanidad y manejo ganadero y la reproducción humana asistida. En la actualidad, estas firmas emplean alrededor de 3.000 personas.
Una de las vedettes nacionales en la BIO2013 es Biomatter, un consorcio asociativo entre la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el CONICET, el laboratorio nacional MediFarma y dos emprendedores particulares. El grupo busca desarrollar y fabricar un equipo para la regeneración de la piel en quemaduras profundas o úlceras que no cicatrizan, que incluye en un único procedimiento quirúrgico la herramienta para la biopsia, el dispositivo automático para la obtención de las células de la piel y una membrana bioabsorbible para el crecimiento simultáneo de la dermis y la epidermis.
“Buscar el socio adecuado”
Cuando Santiago Villa, director de Vinculación Tecnológica del CONICET, habló con Tiempo Argentino, ya había participado de siete reuniones con empresarios extranjeros en el centro de convenciones McCormick Place, de Chicago.
“Nuestra función es tomar todo el conocimiento que producen los investigadores argentinos y buscar el socio adecuado para que llegue a un producto o a un servicio. La ciencia argentina es reconocida a nivel global“, señaló. Hoy y mañana tienen agendadas 12 reuniones más. Ayer, uno de los que se acercó fue el segundo a nivel mundial de GlaxoSmithKline, interesado en las investigaciones locales en nanobioelectrónica relacionadas con la insulina.
En 2012 se entablaron negociaciones sobre tecnologías vinculada a una plataforma de vacunas orales, de un investigador de la Universidad de Córdoba, y firmas europeas se interesaron en cepas probióticas para mejorar las defensas en estómago e intestino.