Verano electoral

Ya empezó la carrera. Lo vimos con el ala radical de Leopoldo Moreau que estuvo presente en nuestra ciudad, con voceros de Binner,  de Altamira y Pitrola del Partido Obrero, y ahora con Carlos Melconián, figura conocida en el medio esta vez alineado con el PRO de Mauricio Macri.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEs lo que tiene Mar del Plata: concentra tanto movimiento propio, regional y turístico, que en los veranos electorales se transforma en una suerte de embudo hacia el que convergen todas las fuerzas políticas. Finalizando el 2012, Macri reunió a sus militantes y ratificó su candidatura presidencial para el 2015, destacando que el economista Carlos Melconián sería uno de los posibles candidatos a la Gobernación bonaerense, o que eventualmente encabezaría la lista de diputados provinciales. “Estoy trabajando en el armado de una muy buena propuesta para 2015 basada en la juventud y en el futuro”, señaló Macri a la prensa, después de encabezar un acto de la juventud  partidaria realizado en el café-bar El Teatro de La Plata. Pues bien, el experimentado aunque joven economista estuvo por estos lares en medio de una temporada pálida y de números bajos que, a su propio entender, no fue de las mejores, lo que pudo verificar en dos visitas a la ciudad. Así habló con nuestro medio.

 

Noticias & Protagonistas: En un momento difícil como el actual, el Gobierno toma medidas ya conocidas: congela precios y hasta prohíbe algunas publicidades. ¿No está en el límite de lo constitucional?

Carlos Melconián: Nosotros chequeamos lo que decían los empresarios y comerciantes  marplatenses sobre la palidez de la temporada, de cuerpo presente, caminando y alimentándonos del boca a boca. Pero lo vimos también en otros lados. En cuando al tema central del congelamiento, Argentina ya lo hizo en otras oportunidades y, prácticamente, el efecto buscado no le llega a la gente. Lo mío no es una cuestión de oponerse porque sí, tengo una línea coherente, pero para ponerlo en términos prácticos: si lo que se cree es que la inflación anual va a disminuir por un conjunto de precios sólo en algunos supermercados, sin faltantes y por 60 días, al día 60 le llega el 61 y todo explota. Si no se cambian cuestiones de fondo, el problema continuará. Sobre la cuestión publicidad, no hay nada nuevo: debe de hacer más de un año que vemos que la coerción en el aporte por pautas es un hecho. Es un “más de lo mismo” en todo sentido.


“Si lo que se cree es que la inflación va a frenarse con precios máximos por 60 días, es una ingenuidad”

Carlos Melconián

N&P: No hablemos del 2013, que es año eleccionario pero de vuelo bajo; hablemos del 2015: ¿usted ve al Gobierno con capacidad de modificar las cosas? Si no es así, ¿cómo se corrige esto?

CM: Es complicado. En 2007/8, con un simple service se hubieran acomodado los desvíos, como los de 97 o 98 sirvieron para acomodar el que tuvo los ´90; ahora es más complicado. Ya no se trata de un service; el tema central, si hay que elegir uno, es la pérdida de confianza. Cuando me preguntan por medidas, yo contesto que la secuencia lógica es primero autoridad política, segundo ganar confianza, tercero contar con equipo y contenido en las propuestas. Yo digo que vamos por el paso tres, contenidos, que es el que se escribe; hay que copiar, no inventar nada, ver qué hicieron otros gobiernos, paradójicamente de izquierda, que no bajaron sus banderas, pero ante los problemas setentistas de Derechos Humanos o problemas económicos de los 80 o 90, la izquierda moderna los corrigió insertándose en el mundo con políticas sensatas.

 

N&P: Así y todo lograron mantener entre el 80 y el 85% de confianza entre la gente cuando terminaron su mandato, como Lagos, Bachelet, Lula… ¿Se puede negar que fueron “populares”?

CM: Ya ni pasa por si lo que se hace es o no popular, y tengamos en cuenta que no me refiero a Alemania ni a Noruega, sino a nuestro vecindario. Esto es arreglable, pero requiere un giro, y yo no lo veo. A la pregunta de si esto tiene solución, la respuesta es sí; pero no estamos en la puerta de ella. Y simultáneamente, este período histórico brinda -aún en el desacierto- un paraguas protector que le da un ingreso brutal de dólares por commodities, como la soja. ¿Cuándo explota? Uno no debe hablar de explosión; esto ya lo vivimos, pero con la diferencia de que no había estas cosechas salvadoras. Entonces ¿se malgastó la oportunidad? Sí, claro, no lo digo porque ahora hago política, siempre lo sostuve.

 

N&P: El mundo ha cambiado tanto que hasta la informática se transformó en un commodity, al punto que ya se vende por tonelada. Argentina hoy tiene ventajas comparativas, pero las columnas del sector rural dicen que el dólar real que les queda es 3,45 después de las retenciones. ¿Es así?

CM: Sí, es cuestión de sacar las cuentas: si el dólar oficial está en $ 4,90 o $ 5,05, al quitarle la retención queda oscilando en una franja que va de $ 3,50 a $ 3,90. En esto no hay error ni interpretación posible, son números.

 

N&P: Si los formadores de precios le aplican el paralelo a los insumos, ¿el descalce podría ser catastrófico?

CM: Justamente, por eso lo ato con lo anterior. En el mundo, los países producen más aquellas cosas donde son eficientes y menos de las otras. Algún grado de protección para esas otras se puede hacer, pero darle tanto que haga que 40 millones de habitantes paguen más caro aquello en lo que no somos eficientes para que tres vivos hagan su negocio, eso no. Hay que encontrar un equilibrio entre calidad y precio. Pero so pretexto de la emocionalidad del trabajo argentino, terminamos pagando productos que en el mundo son más baratos no por trabajo negrero sino por producción eficiente.

 

N&P: Y tampoco se termina de desarrollar a pleno aquello en lo que sí tenemos ventajas evidentes…

CM: Exacto, justamente allí es donde el Gobierno ataca, en lugar de darle manija para copar el mundo con productos eficientes y con eso aplicar otras reglas de juego; se ataca al eficiente y se premia al ineficiente. Evitar pagar precios más caros no es una receta ideológica. Los alemanes, los noruegos, los americanos, se desentendieron de lo que no pueden hacer, pero le dieron manija a lo que sí pueden y coparon el mundo. Lo mismo hace Brasil, Colombia, Perú Uruguay, Chile. Argentina premia al ineficiente, y quiere hacer creer que lo hace para defender el trabajo argentino. Pero terminamos teniendo inflación y la inversión cada vez más baja.

Pole position

pag.2 bSon muchos los temas pendientes o mal resueltos según plantea el entrevistado, quien se preocupa por señalar que no quiere jugar al llanero solitario, sino cumplir con la misión de esclarecer a la comunidad, que tiene que afrontar una nueva elección. A su entender, la elección del 2013 es para armar la grilla de la “pole position” y lanzarse seriamente al premio mayor: “Restan tres años de gobierno, hay que buscar una alternativa, que existe; el problema es que los tiempos institucionales hablan del 2015. Es importante que la gente se sume, se incorpore, como ocurre en el PRO, y dejar el escenario preparado para una verdadera opción para el 2015 sumando a toda la Argentina, a todos los que piensen en un equilibrio y puedan tener consenso para el despegue


Hay que amarrocar”

pag.2 cActualmente se mantienen las condiciones porque el polo asiático está consolidado con margen de crecimiento enorme. Pero la realidad también indica que hay que mirar otras prioridades. “La lección es que cuando uno liga, hay que aprovecharlo. Lo que no se concibe es que con nueve años de crecimiento a tasas chinas, todavía haya provincias en las que no se puedan pagar los sueldos públicos”, señala Melconián, más allá de que algunas de ellas deberán tener cuidado en su histórico despilfarro.

Pongamos que en los primeros años post crisis de 2003 hubiera gastos por el atraso, pero después, cuando hay mejoras, uno tiene que mirar el futuro y amarrocar”, advirtió en su peculiar y conocido lenguaje.