Volvieron la violencia y el caos a las calles de Río de Janeiro

Entre barricadas, cócteles molotov y gases lacrimógenos, la ciudad brasileña se convirtió en escenario de una batalla campal entre fuerzas policiales y manifestantes que se infiltraron en una marcha de docentes.

Los enfrentamientos, que se produjeron luego de que los manifestantes intentaran invadir la sede del Legislativo municipal, terminaron con un autobús incendiado en plena vía pública, otros cinco saqueados y daños en la sede consular de los Estados Unidos, que fue atacada con cócteles molotov.
Los hechos ocurrieron una vez finalizada la pacífica y festiva marcha de apoyo a los profesores que están en huelga desde el mes pasado en el Estado brasileño de Río de Janeiro, en protesta por un plan de ascensos y reajustes salariales aprobado por la alcaldía y que consideran perjudicial para la educación.
Tras la conclusión de la marcha, y ya en la céntrica plaza de Cinelandia, al menos 100 integrantes del denominado grupo Black Block, que defiende el uso de la violencia en las manifestaciones, atacaron el Concejo Municipal. Según pudo constatar EFE, lanzaron hasta 10 cócteles molotov contra la sede del Legislativo, además de romper varias ventanas, pintarlas con consignas y tratar de invadir.
Los grupos antidisturbios de la Policía brasileña cargaron contra ellos sirviéndose de gases lacrimógenos y bombas aturdidoras, aunque no pudieron evitar que atacaran casi una docena de sucursales bancarias, además del consulado de los Estados Unidos en la ciudad.
Los manifestantes, algunos de ellos muy jóvenes, respondieron con piedras, petardos y fuego en barricadas improvisadas con basuras. Durante el conflicto, que se alargó por más de tres horas, los miembros de la Black Block también quemaron un autobús municipal y apedrearon al menos otros cinco. Asimismo, arrasaron el mobiliario urbano y atacaron algunos de los edificios de oficinas del centro de la ciudad carioca.
Tras dirigirse hacia las estrechas calles del centro histórico de Río de Janeiro, las unidades policiales lanzaron gases lacrimógenos hasta conseguir que se disolvieran las manifestaciones. Según comprobó EFE, hubo varias detenciones, aunque ninguna autoridad divulgó cifras de detenidos o heridos.