Dos se dieron luego de discusiones. Los restantes, en presuntos ajustes de cuentas o robos.
El viernes, cerca de la medianoche, Horacio Berón (46) jugaba a las cartas en un tradicional club de Villa Gobernador Gálvez, al sur de Rosario. Nada parecía alterar la rutina del grupo de amigos, pero la tranquilidad se quebró cuando el encargado del buffet invitó a Berón a hablar fuera del local. En la calle, iniciaron una discusión, se estima que por viejas diferencias personales, y Berón recibió dos disparos. Murió al día siguiente. Su caso fue el primero de dos jornadas sangrientas en el Gran Rosario, donde se registraron seis crímenes en algo más de 48 horas.
El último crimen de esa secuencia violenta, en la zona sur de la ciudad, tuvo como víctima a un hombre que cayó acribillado el lunes a la madrugada; su cuerpo presentaba entre cinco y siete impactos de bala. Ayer, la Policía intentaba identificarlo. Se presume que tenía entre 35 y 40 años de edad. Fue encontrado a metros de un búnker donde se comercializaban drogas y se secuestraron bochas de cocaína y marihuana.
Se contabilizaron otros cuatro crímenes que marcan las distintas formas que adopta la violencia urbana en esta ciudad, donde se en lo que va de este año ya se han dado 113 asesinatos.
El sábado a la tarde, a metros de la autopista que une Rosario con Córdoba, cerca de un basural, encontraron envuelto en un trozo de plástico negro a Adolfo Alegre, de 46 años. El cadáver presentaba golpes y múltiples cortes en el cuello y la cabeza. Por las heridas, se deduce que pudo haber sido atacado con un machete. Su cuerpo fue divisado por dos mujeres que pasaban en moto. No está claro el móvil del crimen. La Policía determinó que Alegre no tenía antecedentes delictivos.
Ese mismo día falleció un adolescente de 16 años que el viernes había recibido un disparo en la cabeza luego de mantener una discusión con dos hombres. A Jesús Acosta, de 50 años, lo mataron el sábado después de recibir dos disparos. Estaba en su modesta casilla, a metros del río Paraná, en la localidad de Villa Gobernador Gálvez. Un amigo suyo también fue herido. Se sospecha que pagó con su vida por una vieja disputa.
El domingo a la tarde un cabo de la Policía mató de un tiro en la nuca a un joven de 21 años. El episodio tiene una versión oficial, la del cabo, quien asegura haber respondido a un ataque a balazos previo, de parte de dos personas que viajaban en moto y que intentaron robarle. El cabo vestía de civil y dijo haberse identificado en el momento que intentaron asaltarlo.
Con estos casos registrados el último fin de semana, el Gran Rosario ya acumula 113 crímenes. A la misma fecha, el año pasado, el registro alcanzaba los 86 casos. La diferencia marca un incremento del 32 por ciento.
Pero el dato no es nuevo. Se trata de un alza que se sostiene año a año. En 2007, cinco años y medio atrás, el total de homicidios fue de 113, la misma cantidad que se alcanzó ahora en apenas seis meses. Entre 2007 y 2012 el crecimiento en la tasa de homicidios fue del 61,94%.