La batalla sin fin

Es ya en extremo evidente que la educación pública es un campo de batalla política en donde la verdad es la primera víctima. Desde el mismo momento en que el secretario de Educación, Luis Distéfano, advirtió el impropio pago que recibían los docentes en escuelas municipales, y se impuso ordenar dicha cuestión gravosa para el erario, los dirigentes del sector se lanzaron a una campaña de mentiras bajo la bandera del amor por la educación y los educandos.