Los acontecimientos de esta semana que condujeron a la detención del gremialista y propietario de medios Marcelo Balcedo expusieron una vez más la trama de negocios espurios y acumulación de riqueza que grupos enquistados en el sindicalismo vernáculo manejan por diversos instrumentos a su disposición.
Amistades bajo escrutinio I. Hernán Mourelle llegó como “el hombre de Lacunza en MDP”. Ni Mourelle ni Lacunza negaron jamás que así fuera. Para Mourelle, porque le daba manto protector; para Lacunza, si todo va bien, le amplia su plataforma política interna
1) Marcelo Pasetti (the loser persiste) The loser es incorregible. Incapaz de crear nada periodísticamente hablando, anda por los pasillos como sirviente en busca de su destino. Publinotista, persiste en escocer el ánimo político local como house organ de la mafia. Pésima elección de vida. 2) Joaquín de la Torre (se da aires) Integrante de la facción «Grouchomarxista», fanático de sus ideas, que pueden mutar rápidamente por otras que sean más convenientes, dice de sí que arregló, smartphone mediante, el conflicto creado por sus compañeros de ruta en Mar de la Plata que bancan los intere$e$ de Tecsan por estas…
Lo que ocurrió no es nuevo: la mafia cuida sus negocios aupada por la miseria mediática de la ciudad que lidera el anciano de Lugo por medio de su escriba Marcelo Pasetti. Lo otro, lo que se copia y se pega, es un demérito que abarca a medios tradicionales y digitales, que no pueden discernir su propio rol.
El negocio de los pobres | Un asentamiento de personas crece debajo del muelle de Luro y la costa en el inicio mismo de la temporada. Ningún estamento del Estado parece tomar cartas en el asunto, y llaman la atención la desidia y el silencio. Un peligro para todos que esconde un misterio.
El ente destacó que su decisión «abre el mercado de la convergencia en el país, garantizando la diversidad de ofertas de servicios para los usuarios»
