El tipo me mira y suelta: “¿Sabés qué?; yo estoy como los presos: cuento los días que faltan para que pasen estos diecisiete meses y se termine esta historia”. La historia a la que hace referencia es la de esta Mar del Plata sumida en la vergüenza cotidiana que implica el saqueo de los recursos públicos que a diario perpetran Gustavo Arnaldo Pulti y sus accionistas marplatenses.
El abrazo. Se trataba de otra rutinaria entrega de distinción del Concejo Deliberante. A falta de hacer política, concejales de distintos bloques desesperan por “distinguir”, es decir, por una forma segura de ligar foto, título y epígrafe en los medios haciendo como se hace, sin hacer en verdad nada de nada.
Los acontecimientos que se dan en este momento en el mundo reflejan acabadamente el estadio de crispación que vive la sociedad mundial. Venezuela, Ucrania, Siria, Afganistán, la interminable guerra civil en Irak, a diario pujan entre sí por ocupar la tapa de la cobertura global de los medios.
Poco a poco se fueron adueñando del país y de nuestras vidas. Con la constancia de los que saben lo que quieren, los apropiadores tomaron posesión de la democracia. Y la convirtieron en un instrumento tan solo al servicio de sus propios intereses.
Impresionantes imágenes de lo que está sucediendo en estos momentos en Ucrania, donde las protestas sociales se convierten rápidamente en estallidos de guerra civil
De mi consideración: Una vez más, con la escusa de las grandes reformas por realizar, no se va al voto y se buscará legitimar un ejecutivo que de legítimo no tiene nada. Nos preguntamos: “por qué no se va al voto?”. Es absurdo que los gobiernos de emergencia continúen a autogenerarse sin legitimación de los electores. Es útil recordar que en democracia, si no exite mas una mayoría se vuelve a las urnas. Italia está en stand by, paralizada y espera una clase política – para nosotros la CASTA – que está a la altura de las circunstancias y gobernantes…
