De aquí y de allá

Unas pocas palabras pueden torcer los hechos más sólidos y evidentes. Cuando los hombres se proponen esconder la realidad tras el discurso, solo tienen que hacer un pequeño esfuerzo para lograrlo. Esto ocurre en Mar del Plata o en la ONU. Siempre hay alguien que quiere mentir y otro que acepta que le mientan.