Todo pasa
Cuando en 2008 Islandia declaró el default de su sistema bancario, el mundo pareció asomarse a un nuevo abismo. La voluntad de los islandeses de no aceptar pagar con su sacrificio personal y patrimonial la deuda contraída por su Gobierno y por los bancos, llevó a miríadas de páginas de papel y digitales a anunciar catástrofes decimonónicas y un largo periodo “fuera del mundo” para este país ubicado en el extremo norte del planeta.
¿Por qué no te callas?

Los últimos días han sido movilizadores en el mundo occidental y cristiano. Hacía más de cinco siglos que un Papa no renunciaba a su trono. La corrupción ha llegado no sólo a las finanzas del Vaticano sino también a miembros intocables de una corona obsoleta e innecesaria. Y como si esto fuera poco, Chávez sucumbió ante su enfermedad.
Modelo que hace agua

El sistema está colapsado. Ya no hay manera de disimularlo como crisis coyunturales y geográficamente identificadas. Ya no hay más efectos Tequila, Arroz, Vodka, Tango y tantos otros que fueron “vendidos” como consecuencia de errores puntuales de mexicanos, tailandeses, rusos o argentinos. Hoy explota en el corazón mismo, en la cuna del modelo.
No por mucho tiempo

«¿Qué le sucedió al desarrollo?», se preguntaron una vez los intelectuales en un simposio reunido en la UNESCO, para permitir que millones de hombres, mujeres y niños de los países pobres del Sur continúen muriendo ante las cámaras de televisión, sin que se despierten valores esenciales. Sin embargo, es así. Y las reacciones, con frecuencia, son tardías y caprichosas.