Según una denuncia por parte del propio gremio, parece que dos vivos le robaron al Sindicato de Camioneros 10 millones de dólares sin que nadie advirtiera nada. Raro.
Roberto Tagliabue, el pastor evangélico al que la fiscal Mazzaferri acusó por trata de personas y al que el juez Inchausti mandó preso por tres años, resultó absuelto. Otra más de este dúo nefasto.
A los casos infames de Daniel Viglione y Oscar Rígano —junto al resto de la banda de Jonestur—, se suma el del escribano Raúl Morea. Una plaga de delitos financieros en una ciudad donde demasiada gente recuerda el corralito y termina en manos de meros estafadores.
Finalmente, trascendió a los medios la decisión judicial de procesar a los miembros de Jonestur. Sin embargo, tanto el juez como la cadena de corte y pegue meten todo en la misma bolsa y ensucian a gente que no tiene nada que ver.
Se creyeron impunes. Habían forjado un prestigio que les permitía quedarse con los ahorros de la gente sólo a cambio de un papelito. Manejaron plata ajena como si fuera propia. Finalmente, Oscar Rigano y el resto de la banda de Jonestur van a tener que rendir cuentas ante la Justicia.
El Consejo de la Magistratura suspendió a juez Martín Poderti, acusado de robar 144 monedas de oro secuestradas por la Justicia. Parece que «Rastrillo» no está solo: en otra causa, pero aquí en Mar del Plata, casi pasa algo muy parecido.