Hacienda municipal | Como era de esperarse, las acciones de la nueva gestión comunal arrancan por verificar las cuentas del gobierno anterior. Los cañones apuntan al gasto del Honorable Concejo Deliberante, un sector con muchos sueldos y poco dinero. Se habla de Mourelle, pero lo que van a encontrar son posiciones encontradas.
El concejal radical Ariel Martínez Bordaisco fue elegido hace un mes como nuevo presidente del Concejo Deliberante, en la sesión pública preparatoria en la que además asumieron los 12 nuevos concejales. Hombre formado en las filas de Maximiliano Abad, era el candidato que más chances tenía de obtener la silla. Finalmente, se convirtió en el sucesor de Guillermo Sáenz Saralegui por 23 votos, y compartirá la presidencia del Concejo con el concejal del Frente de Todos Daniel Rodríguez, y también con Paula Mantero, avalada para desempeñarse como vicepresidenta segunda.
Ariel Martínez Bordaisco ya está trabajando, y habló al aire de la FM 99.9 sobre la auditoria que su gestión inicia, para evaluar el criterio con el que el gobierno municipal anterior ejecutó su presupuesto. Dijo precisamente: “Nosotros iniciamos una auditoria por decisión de la urbe deliberativa. Estamos analizando todas las partidas presupuestarias, las forma de los gastos, cuánto de inversión en modernización o en infraestructura, la situación de los empleados. Varias cuestiones para saber de qué punto de partida salimos”.
Pero lo cierto es que el objetivo no es tan general, sino mucho más específico. Se dice que el gobierno anterior tuvo que aumentar su presupuesto para el pago de salarios, porque por todos los medios se buscaba caer en la malversación, es decir, en utilizar dinero que fue autorizado para otros fines.
Sobre el objetivo de dicha investigación aseguró: “La responsabilidad es de la gestión anterior y de la mala ejecución del presupuesto que tuvo que sí o sí pedir esos aumentos presupuestarios. Nosotros vamos a esperar el final de la auditoria para tener seriedad en lo que decimos, sobre esa base poder decir cuál fue las responsabilidades y qué situaciones ocurrieron con esa mala ejecución del presupuesto”.
En realidad no está hablando de cualquier gasto. Es específico al indicar que el Honorable Concejo Deliberante puede disponer de un presupuesto total para su funcionamiento, que en ningún caso puede exceder el 2% del total del gasto del municipio, y no ya del 3% como era antes de que fuera modificada la Ley Orgánica de Municipalidades. Este es el punto fundamental de la indagatoria a la que se refiere la auditoría de gastos, y a lo que apunta la mirada del concejal.
Inclusive, hay dos legisladores de la Coalición Cívica presentaron un proyecto de comunicación donde le piden al ejecutivo que los gastos de la Defensoría del Pueblo ya no estén dentro del presupuesto del Concejo Deliberante, de manera tal que se optimice el dinero del que dispone esta jurisdicción que al parecer ha comenzado a ser insuficiente.
Al respecto, dijo el presidente del HCD: “Este año es un año en el que se puede debatir sobre los alcances, las atribuciones, el sistema de la Defensoría del Pueblo sin que esto moleste a nadie. Es un momento para debatir y analizar porque hay que buscar las figuras más representativas. Hay varias pedidos de modificación”. Con estas palabras dejó en claro que están dispuestos a discutir prácticamente todo con tal de que el estado se convierta en lo más eficiente y efectivo posible. Y si la Defensoría del Pueblo tiene que ser reformulada, se hará.
Vieja data
La cuestión es que las conversaciones acerca de los fondos que se gastan en los sueldos del HCD ya son historia antigua, y habían ocupado muchas energías durante el 2019, sobre todo en ese año de campaña, de inflación, de presupuesto demorado. Los hechos se habían comenzado a discutir en mayo pasado, cuando en el momento de pagar los sueldos el Hernán Mourelle intervino llamando la atención sobre el límite del 2%, y sobre las proyecciones de gastos que obligarían a transgredir la norma.
Un informe de ese momento,con la firma del CPN Guillermo Constanzo, se refiere al problema de las limitaciones presupuestarias de las que ahora habla el nuevo presidente, y dice textualmente: “se presenta en primer término la situación dehaberse formulado el presupuesto prorrogado 2018 sin considerar los recaudos expuestos a lo largo del presente informe, atento a las modificaciones normativas producidas por la sanción de la ley de presupuesto provincial para el ejercicio 2019….resulta imperioso arbitrar los medios necesarios para efectuar las transferencias y modificaciones que den cumplimiento al límite señalado en el artículo 39 de la LOM. No obstante el importe devengado al 23-5-19 por la jurisdicción HCD alcanza la suma de $83 540 436, siendo un valor inferior al límite calculado por esta Contaduría”.
En otras palabras, cuando se hicieron los cálculos se consideró que todavía se podría gastar un 3%, es decir que iban a tener que prever de dónde salía el resto del dinero. Pero no sería necesario hacerlo en ese momento, porque todavía no se habían pasado del número.
Estaban pateando el problema para adelante, porque el gasto se acumulaba, y la lectura del contador no parecía ser muy previsora.
Ya en septiembre 2019, el licenciado Mourelle se había dirigido al intendente Carlos Arroyo, y lo había puesto en antecedentes de su perspectiva la cuestión. Le decía que desde mayo había advertido a las autoridades del HCD, después de haber realizado un análisis preventivo de la cuestión, acerca de que se debían realizar los controles periódicos pertinentes para no excederse en los gastos.
Le indicaba al intendente que, tal como iban las cuentas, los gastos de mantener el Consejo iban a exceder lo previsto. Y que, si eso pasaba, y llegaban a usar una transferencia de otra jurisdicción, se iba a incurrir en una malversación de fondos, es decir, usar dinero que fue consignado para otro fin. Le avisaba que, si tal cosa sucedía, él no iba a aceptarlo. Las cosas no estaban bien desde hacía tiempo, y Mourelle decía una especie de “yo te avisé”.
Pero más o menos en la misma fecha, Mourelle se dirigía a Guillermo Constanzo, el contador que había dicho que no pasaba nada, y le decía que sabía que él estaba induciendo en un delito: “esta secretaría denunciará su mala praxis ante el excelentísimo Tribunal de Cuentas, y procederá a la denuncia penal correspondiente, porque lo considera principal instigador de la comisión del delito derivado de sus consejos a concejales y al sr. Intendente municipal, con el objeto de hacer incumplir la normativa expuesta”.
Instrucciones precisas
Eso no es todo: del mismo modo, el Secretario de Hacienda se dirigió a quien fuera presidente del HCD, Guillermo Sáenz Saralegui, para explicarle las modificaciones del artículo 39 de la Ley Orgánica de Municipalidades. Se ocupó de explicar la manera correcta de proceder acerca de los diferentes rubros considerados, con el fin de que las erogaciones se mantuvieran dentro la normativa. Le dice que por ahora no le alcanzará, y que le van a faltar 130 millones. Que cuando sea que se pruebe el presupuesto 2019, van a tener que controlarse para no excederse en el gasto.
Por supuesto que el ex intendente Arroyo estaba al tanto, pero el tema era el dinero para pagar los sueldos de los bloques y el aumento de las dietas, y la cuestión generó cierta rispidez que no era nueva.
El dato era aún anterior. En enero de 2019, cuando hubo una demora en el pago de los sueldos que dependían del HCD, importantes tensiones se generaron y afectaron políticamente al gobierno de Arroyo. Molesto visiblemente, el intendente se dirigió por medio de un memorándum a Mourelle, acusándolo de generar una situación económica que lo dañaba políticamente. Le decía al secretario de Economía y Hacienda: “le solicito se aboque de inmediato a recabar por escrito toda la documentación que se requiera del Honorable Concejo Deliberante para proceder al pago inmediato de los salarios del personal del citado cuerpo, que a la fecha no los haya percibido”. Agregaba que quería saber por escrito qué era lo que generaba esta demora, además de la indicación al presidente de lo que había que tener en cuenta para que la demora no se produjera otra vez.
De esta manera, el intendente lo culpaba de generar un “malestar que atenta contra el servicio”, y por las dudas le aclaraba que no estaba de acuerdo con hacer transferencias de partidas, como se hacía antes, así que todo debe quedar perfectamente documentado. Sabía que en algún momento deberá responder a la revisión de lo actuado en el área administrativa contable, cuando hubiera una auditoría. Y los cruces incluyen tiros por elevación: Pulti fue acusado de malversación ante una situación de pago de salarios, y nadie quería cometer el mismo error.
Por eso es que, cuando se generó toda la situación del mes de mayo, el tema ya se había discutido hasta el cansancio. Mourelle ya había hecho su advertencia sobre que el dinero no alcanzaba para los sueldos, y que había que observar los pagos: la contaduría municipal fue invitada a observar la documentación y a expedirse técnicamente al respecto, teniendo en cuanta que el presupuesto 2019 no se había aprobado aún, y que el HCD estaba trabajando con el presupuesto del 2018 más las modificaciones pertinentes.
Y le dice: “resulta imperioso señalar que el monto presupuestado para el Concejo Deliberante es de $ 208 457 913, lo que representa una diferencia por exceso presupuestario con el límite calculado en la suma de $ 68 251 754. Lo indicado conlleva un incumplimiento de la normativa que regula el límite de gastos presupuestados”.
La subsecretaria de Hacienda respondió a este informe diciendo que lo mejor va a ser que hagan una proyección de cálculo del dinero que va a hacer falta para llegar a diciembre, porque lo hablado llega hasta mayo. Ya al mes siguiente, el 4 de junio Alfredo Luis Osorio —subcontador municipal— dijo que, para él, el límite no se había excedido, pero como los presupuestos pueden ser subejecutados o sobrejecutados, ya verían. Por eso, lo que van hacer es un control mes a mes para verificar que no se superen los límites indicados por el artículo 39 de la LOM.
De todo lo expuesto se deduce que la auditoría puede arrojar diversos resultados, pero no una imprevisión. El tema del 2% del presupuesto estuvo en las previsiones de varios funcionarios tanto de HCD como de Hacienda durante el último año. Vamos a ver quién le puso el pie a quien, porque alguien puede salir dañado.