Crímenes juveniles

Edad de imputabilidad | Otra vez, un homicidio que hubiera podido evitarse si los controles del Estado fueran más eficientes. Algunos consideran que es cuestión de bajar la edad de imputabilidad. Otros, que con eso no alcanzaría.

El reciente homicidio de Martín Mora Negretti indica que nada ha modificado demasiado el paisaje que se vive en la zona de la vieja terminal: los vecinos siguen padeciendo todos los días los riesgos de una zona liberada para la venta de estupefacientes. Como se recordará, el domingo 19 de junio por la madrugada, Martín y dos allegados se encontraban en una parada de colectivos cerca del shopping, luego de celebrar su cumpleaños. Entonces, un grupo de adolescentes comenzó a arrojarles pedazos de hielo desde el séptimo piso de un edificio. Empezaron a insultarse cada vez más, y los del departamento bajaron a agredirlo: los hechos terminaron con una puñalada en la clavícula que le provocó a Mora una hemorragia interna y otros cinco cortes en diferentes partes del cuerpo. Semejante violencia le terminó costando la vida.

En ese momento, la noticia escandalizaba y ponía el foco sobre dos cuestiones: el nivel de inseguridad de esa zona de Mar del Plata, y la edad de los agresores.

Marta es una de las vecinas de ese sector antes turístico, y es quien encabeza los reclamos ante las autoridades. En entrevista con la 99.9 ella explicaba: «soportamos no sólo una zona roja hace meses, sino también una zona blanca, que es mucho más peligroso. Venimos pidiendo respuesta a las autoridades y no tenemos ninguna. Hace meses fuimos a hablar con la Departamental para que nos ayude a los vecinos, y lo que recibimos fue cadenas de gendarmes avanzando contra nosotros como si fuéramos criminales. Eso ya es muy grave». Agregó que los puestos de venta de droga que ellos han señalado siguen funcionando, por lo que deducen que la zona se encuentra liberada, y que ahora están incluyendo menores en el delito. Agregaba: «Se ve por la calle a menores de diez años drogándose. Fuimos a la Comisaría 2ª y no tuvimos respuesta tampoco. Después de la muerte de Martín han avanzado con salir a los negocios de los vecinos y decir que habían abierto un WhatsApp para que la gente se comunique ahí, y no al 911. ¿Será porque quedan grabadas todas las denuncias y no quieren que se sepa que no están actuando como deberían?».

Fiscal de menores

Pero, indudablemente, el crimen de Martín Mora Negretti abrió un nuevo capítulo en la triste saga de hechos violentos que padece Mar del Plata. El fiscal del fuero de menores, Marcelo Yañez Urrutia, brindó algunos detalles a través de la 99.9, hablando de los dos adolescentes que participaron del hecho porque estaban en el departamento del tío, quien fue el autor de la herida fatal. Explicaba: «son menores con muy poca educación. Cuando los tuve en la fiscalía manifestaron ir al secundario, pero uno de ellos dijo que no sabía leer o escribir mucho. La defensa le dio una hoja para que leyera y me hizo acordar a mi hijo cuando estaba aprendiendo a leer a los seis años». Entonces, ¿a qué escuela van? ¿Esas escuelas llamaron alguna vez al Consejo Local de la Niñez pero los funcionarios de la provincia no les atendieron nunca el teléfono? ¿Llamaron al CPdeN que es el estamento que depende de la municipalidad local? ¿A alguno delos once equipos interdisciplinarios que funcionan en los barrios de Mar del Plata, cobran sueldo y te dan turno de atención del conflicto para cuando el problema ya es historia? ¿Al Servicio de Protección de los Derechos de la Niñez de General Pueyrredon? ¿Para cuándo?

La realidad es que quienes deben estar pendientes de las señales de alarma, están trabajando en las escuelas, y no tienen escritorio. Llaman a los encargados de intervenir un día, y no los atienden. Llaman otro, y los encargados salieron. Un tercero, y le dan turno para el mes siguiente, cuando ya se olvidaron de qué era lo que había que informar o el chico ya no va a esa escuela. Porque quienes están en los escritorios no ven menores en situación de riesgo delictivo: ven papeles que ellos redactan para ellos mismos.

Al parecer, los menores estaban casualmente esa noche en el departamento, pero no vivían allí: sí residían el joven de 21 años que está detenido con su pareja de 23, con tres hijos chiquitos a su cargo. El adulto es el tío de dos de los menores,y los había ido a buscar a la casa para que pasaran el día en el departamento con él. El tercero fue llamado por los menores de edad para que se acercara al edificio y se quedara con ellos.

El relato indica que habían estado en la Plaza Colón con los nenes más chicos. Después, que fueron a la casa, hicieron la cena y pusieron un poco de música. Luego de eso se le ocurrió a uno de ellos empezar a tirar las bolsitas con agua al pavimento. Ningún adulto se opuso a que los chicos hicieran eso: de no suceder el homicidio, igual podrían haber fracturado alguna clavícula a los peatones.

El tío de los niños estuvo preso y cumplió la sentencia por un delito contra la propiedad. El fiscal narraba: «Como declararon las víctimas de cómo se manejaba quien tenía dos cuchillos en sus manos, me pareció raro que fueran los jóvenes. No los descartamos, pero entiendo que quien tenía los cuchillos los hacía pasar contra el piso y esa es una típica actitud tumbera».

Pero ya desde 2019, el mismo fiscal realizaba otra entrevista en la 99.9 en la que hablaba de la necesidad de hacer algo para que esos menores no volvieran a delinquir: «Esto se podría haber prevenido si se trataba desde un primer momento, si lo contenían con programas que están habilitados por ley».
Lo que se requiere desde el fuero de menores es que los chicos no vuelvan a la calle en las mismas condiciones, porque volverán a generar problemas, e incluso advirtió que hay muchos de los que resultan detenidos que suman el problema de las adicciones: «Hay que trabajar de forma mancomunada con la asesora de Menores y el Tribunal de Familia para buscar un lugar donde internar a estos jóvenes. No se puede trabajar desde la faz penal», advirtió Yañez Urrutia.
Para el fiscal, el tema es simplemente de intención política, porque él explica que las herramientas están disponibles, pero tiene que haber responsabilidad y compromiso político para hacerlo: «Hasta el día de hoy, yo no lo veo», agregaba.

Control del Estado

Ya en aquel momento exponía su posición sobre el tema de la edad: «las leyes se hacen en virtud de los intereses de la sociedad. Veo como fiscal que hay un interés social en que la ley de inimputabilidad baje, pero no considero que sea la solución hasta que los organismos del gobierno funcionen de manera correcta. La solución desde el Poder Ejecutivo no llega y por eso se busca que se baje la edad de imputabilidad», concluyó. Es decir: si los organismos de gobierno que deberían intervenir en adicciones y familias inviables no actúan, el sólo hecho de bajar la edad, no cambiará nada.

Pero el crimen de Martín Mora Negretti es una herida reciente para una Mar del Plata que sigue sufriendo todos los días hechos de inseguridad extremos y que se siguen llevando vidas. Los vecinos de la zona de la Vieja Terminal realizaron una movilización pidiendo al intendente que se ponga al frente de este reclamo por seguridad en la zona. Estuvieron acompañados por Luis Mora, el padre de Martín, quien habló en la 99.9 sobre lo que está atravesando su familia. Decía: «No puedo creer que este asesino haya estado en la calle cuando ya estuvo detenido, tenía antecedentes y fue denunciado hasta por los chicos en el barrio por los daños que causaba. Creo que esta vez se hará justicia como corresponde y quedará adentro para no perjudicar más a nadie».

Los familiares alzan una bandera en busca de la baja de la edad de imputabilidad de los menores, y afirma el padre de Martín: «Estamos en una lucha muy fuerte; estamos en contacto con gente de la Cámara de Diputados y nos dieron una guía para que salga la Ley de Imputabilidad de Menores. Estamos haciendo una junta de firmas para mandar a la Cámara de Diputados. Cuando salga el anteproyecto tengo que viajar con las firmas para presentarlo y se habilitará la firma virtual para que los argentinos que están en el mundo puedan firmar también pidiendo la imputabilidad a los 12 años».

También señaló que considera que se debe terminar con la laxitud para los mayores que cometen delitos de estas características: «Entiendo que la justicia no tiene herramientas para muchas cosas, sobre todo los menores. Pero además tenemos que terminar con el garantismo para los mayores. Los jueces deben entender que el tipo que mató, violó, ultrajó o cometió delitos graves tienen que pudrirse adentro de la cárcel. Tenemos que terminar con la buena conducta, las salidas transitorias y además».