Escenario vacío

Central 970
Panorama municipal | Diversos trabajadores de la cultura reclaman el pago de trabajos adeudados, así como la continuidad de su desempeño laboral. Los responsables de sus contrataciones ya no están, y se les deben cinco sueldos para cada uno.

La municipalidad de General Pueyrredon comenzó a liberar pagos a los elencos de La Comedia y de Escenarios Andantes, pero de todas maneras el conflicto continúa. Los pagos alcanzarían el 5% de la deuda, según afirmaron los damnificados, por lo cual, preocupados por su futuro, decidieron permanecer en asamblea en dependencias de la Secretaría de Cultura. Su situación de enorme inestabilidad proviene de que hasta el momento no hay  precisiones acerca de cómo se pagarán los salarios adeudados, ni siquiera de si tendrán continuidad los capacitadores de los programas socioculturales.
En un comunicado, la asamblea permanente de trabajadores y trabajadoras de Cultura manifestó: “El municipio  liberó en estas horas el pago del 5% de la deuda que sostiene con los trabajadores y trabajadoras de Cultura, pero no dio precisiones sobre un plan de regularización del resto de la deuda ni sobre la continuidad de los capacitadores de los cinco programas socioculturales que llegan a cerca de 15.000 personas en los barrios periféricos de Mar del Plata y debían comenzar con sus labores el 1 de abril”.
Ahora bien, ¿cómo llegamos aquí?¿de qué manera se tomaron las decisiones económicas que provocaron que determinadas acciones culturales llevadas a cabo y decididas desde el mes de septiembre anterior sean hoy un problema central para la comuna, y tengan además pocas vías de solución? Sucede que durante el proceso de contratación de trabajadores de la cultura, los pasos necesarios para que las partidas estén y los pagos lleguen en tiempo y forma se obviaron. Y el ejemplo paradigmático es la restauración de la Comedia Municipal.
Porque a nadie escapa que la creación de La Comedia responde a un reclamo que los actores protagonizan en esta ciudad desde hace muchos años. Oportunamente, la gestión de Acción Marplatense aprovechó esta necesidad, optó por tomar la antorcha encendida y dar el golpe demagógico de quien está atendiendo el reclamo pendiente para la política cultural de la ciudad, con más prensa que plata.
La manera correcta hubiera sido prever inicialmente al menos una primera partida para iniciar la restauración del elenco completo. Si bien los pasos en las contrataciones se fijaron cuidadosamente, y se tuvo en cuenta realizar los contratos de representación para que cada uno de los actores cobrara a través de la entidad que nuclea a tales trabajadores, los documentos nunca recibieron la aprobación del contador municipal. Por lo tanto, nunca los recibió el intendente para su firma. Es como decir que nunca existieron. Es más: el entonces secretario de Hacienda, Daniel Pérez, cursó nota a Leandro Laserna, ex secretario de Cultura, advirtiéndole que no podía seguir adelante con la firma de los contratos porque no había partida para pagarlos. Nadie lo atendió.
Con la asunción del nuevo gobierno comunal, dicen que el flamante funcionario Sebastián Puglisi llevó al intendente el expediente que estaba pendiente de firma, para que Arroyo lo rubricara. Pero a primera vista, la nota de Pérez avisaba que para eso no había plata, por lo cual el nuevo intendente se negó a avalarlo.

Innegable

Por supuesto que las personas trabajaron y deberían cobrar por su trabajo. Ensayaron durante meses y actuaron durante toda la temporada estival, durante la cual la ciudad tuvo Comedia propia. Pero hasta ahora nadie ha encontrado la manera de dar forma legal a una erogación que, por no estar prevista en el presupuesto 2015 -es decir, por no estar la partida asignada cuando se repartió la plata en diciembre 2014- no hay de dónde sacarla sin generar una nueva malversación, a la cual Pulti tenía a la gente tan acostumbrada. De aquí que no resulte raro pensar que él no se iba a hacer tanto problema por el expediente si seguía teniendo a cargo el Ejecutivo. Total, lo iba a pagar con plata de cualquier dependencia.
La otra cuestión a discutir es que nunca se pone en blanco sobre negro que el cargo de secretario de Cultura es también un puesto de gestión. No alcanza con que alguien sepa desde el punto de vista técnico cuáles son las acciones culturales que serían mejores para que esta ciudad creciera en identidad artística y cultural, sino que, también, el funcionario debe saber de qué manera se consigue la plata para lograrlas. Y además, cómo se hace para que esa plata se pueda disponer. Leandro Laserna, por ejemplo, no supo.
Pero para darle coherencia a las críticas a la gestión, todo el manejo económico de la gestión del exintendente Pulti fue desordenada e irresponsable, por lo cual, recientemente el orden provincial ha comenzado a establecer sanciones. De hecho, luego de revisar el ejercicio financiero del año 2014 de la comuna de General Pueyrredon,  el Tribunal de Cuentas de la Provincia decidió aplicar una multa de 170.202 pesos al exintendente Pulti, quien ya fue imputado por la Justicia por los posibles delitos de malversación de fondos públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público. También, el organismo provincial multó al exsecretario de Desarrollo Tecnológico y Mejora de la Administración, Renato Rossello; el exsecretario de Salud, Alejandro Cristaldi; el contador municipal Guillermo Costanzo; el director de Contrataciones, Oscar Rossi; el exsecretario de Gobierno, Pablo García; el exsecretario de Hacienda, Daniel Pérez; el exsecretario de Desarrollo Social, Martín Aiello y el exsecretario de Cultura. Y por supuesto completan la lista Leandro Laserna y el tesorero Mauricio Mingo.
Las multas y cargos que ahora deben afrontar los funcionarios mencionados son extractos de los fallos del Tribunal de Cuentas de la Provincia. Las multas responden a infracciones formales, como la falta de presentación en término de los elementos presentaciones y documentación que requiere el Tribunal. En cambio, el cargo surge cuando, por la acción del funcionario, se produce un daño patrimonial al municipio, que debe ser compensado. Ese daño por ilegalidad debe reintegrarse al patrimonio municipal.
Este caos económico viene a dar con una la historia que ya es vieja: hace ya 5 meses que un grupo de 30 capacitadores de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón comenzó a realizar  intervenciones  artísticas frente a la Municipalidad, como una forma de visibilizar la situación de precarización laboral que venía arrastrando.
Desde hacía cuatro años, este grupo de artistas se dedicaban a programas socioculturales y coordinan diversas disciplinas -como artes plásticas, música, teatro, danza, artesanía y otros saberes-; se desempeñan sin que nadie se haya ocupado de procurar una estabilidad a sus tareas, ni otorgar una periodicidad adecuada a sus cobros. La situación laboral precaria de todos los capacitadores de las áreas culturales ha sido objeto de una permanente discusión, no sólo en General Pueyrredon, sino en todo el país. “Trabajamos en los barrios en sociedades de fomento, salitas de salud, escuelas, hospitales y hogares convivenciales, con niños, adolescentes, adultos mayores y personas con capacidades diferentes. Ayudamos a disputarle los pibes a la calle y a descubrir el arte y la creación que todos llevamos dentro”, señalaron los protagonistas.
Sin embargo, cada año tienen que atravesar por la misma situación de incertidumbre sobre su futuro laboral: “Estamos reclamando derechos laborales básicos, como la continuidad laboral, cobrar en tiempo y forma, la posibilidad de acceso a crédito, y tener una cobertura de salud ininterrumpida. Hace mucho que estamos reclamando”, destacaron.

La respuesta a Provincia

Los intendentes tienen la posibilidad de apelar el fallo al Tribunal de Faltas para aportar la documentación que les falta. Según las presentaciones de informes que realicen, se podría disminuir el cargo hasta un nuevo monto, establecido en relación con la falta que permanece luego de la nueva documentación que aporten. Es decir que queda vigente lo que no alcancen a justificar con la documentación pertinente. Los jefes comunales, si están en desacuerdo con el dictamen, utilizan la vía contenciosa y el fallo queda en suspenso hasta que el Contencioso resuelva. Luego, el expediente pasa a la Fiscalía de Estado, que es el ente que ejecuta.
En el caso de las multas, son extrañas las veces que las autoridades dan marcha atrás. Es decir que Pulti pagará. Pero pueden existir casos donde se justifique que por razones de fuerza mayor le impidieron el cumplimiento, y está en la decisión del organismo reducir alguna multa. No parece ser este el caso, ya que el ejercicio 2014 hizo agua por tantos lados que llegó un momento que era imposible tapar las carencias. Parece difícil que Pulti pueda decir que no tuvo otra opción.
Mientras tanto, los trabajadores de la Cultura siguen reclamando. Recientemente realizaron un festival colectivo, y durante siete horas se manifestaron frente a la Municipalidad con música, teatro, circo, murga, danza, títeres, radio abierta, clases en vivo y expresas adhesiones institucionales y políticas. Pero más allá de esto, lo cierto es que las perspectivas no son buenas. Hoy el expediente de la Comedia se encuentra en el área de Legal y Técnica de la comuna, donde se elabora el dictamen que fundamentará las razones por las cuales la municipalidad no puede enfrentar el pago de la deuda. Los contratos que la originaron indicaban que cualquier diferencia por incumplimiento se dirimiría en los tribunales ordinarios. Y la firma que allí se encuentra es la de Leandro Laserna. Poco más que decir, que será el funcionario saliente quien deberá responder por su responsabilidad en las contrataciones realizadas en contra de la indicación de Hacienda.