Las apuestas en línea son un flagelo en la sociedad moderna. Captan a jóvenes y adolescentes. Generan graves problemas que van desde afectación en la salud hasta el robo para cancelar deudas.
Desde que trece provincias argentinas le abrieron la puerta a la actividad de juegos de apuestas online, se expandió en nuestro país un problema que ya tenían otras sociedades del mundo pero que aquí todavía se miraba a la distancia.
Billeteras virtuales que no necesariamente obligan a una persona a ser mayor de edad para obtenerlas y operarlas. Préstamos de bajo monto, a través de las mismas, que parece accesible de devolver. Casas de apuestas o casinos por redes sociales que, en un 80%, son ilegales. Bonos de apertura de cuenta en esos casinos en línea que motivan a los adolescentes a iniciar una cuenta de membresía para poder apostar.
Al panorama descripto se le suma la estrategia de captación, muy efectiva por cierto, y dirigida a los adolescentes y jóvenes. Gran exposición de marca a través de redes sociales. Sugerentes historias de éxito mostradas a través de influencers por medio de breves spots «casuales» donde tener éxito parece ser un fin en sí mismo, sin importar el medio para lograrlo.
Y recientemente hasta publicidad tradicional en el deporte, en las camisetas de los equipos de fútbol más importantes de los países. Acá, en Argentina, se comprueba fácilmente con ver un recorte televisivo. Toda una melange que confunde y hasta le da una pretendida pátina entre inocencia, inocuidad y legitimidad a una actividad peligrosa y tan antigua en la humanidad como el propio espíritu lúdico y la competencia por ser el mejor, el más grande. Lo más.
Por esto, existe una gran preocupación global debido a la expansión y la penetración de las apuestas online entre los niños, adolescentes y jóvenes. Un par de datos de la consultora internacional Research and Markets, refiere al tema de la siguiente manera: «se prevé que el mercado de los juegos de azar online crecerá un 18% en los próximos seis años en América Latina, lo que indica una expansión significativa de esta actividad en la región. Los varones de entre 15 y 25 años son los principales consumidores de juegos de apuestas en línea y casinos virtuales». ¿Es el presente un flagelo joven y masculino? Una primera mirada podría inferir que sí. Pero a no confundir: es universal y puede afectar a poblaciones de distintas edades y género.
Abordaje local
En Mar del Plata, la concejala de Unión por la Patria, Mariana Cuesta, tomó el tema con la seriedad que requiere. Preocupada por lo que referían docentes de escuelas de gestión pública como privada, en su doble rol de licenciada en educación y referente de una agrupación política con representación en el Concejo Deliberante, presentó un proyecto de ordenanza en el que se pretende abordar la cuestión desde dos facetas: la prevención y la remediación.
Entrevistada por la FM 99.9 la concejala explicó que «si bien todavía no hay una regulación para que los menores puedan o no apostar, hoy si solo discutimos sobre eso nos quedamos afuera» y agregó que la iniciativa pretende «por un lado, desplegar una campaña de concientización. Pero por el otro y en el caso de que se transforme en un consumo problemático que exceda a los docentes, poder incluir a otros profesionales —psicólogos, por ejemplo— que puedan prestar colaboración para corregir el problema».
Hoy en día, la tecnología acerca y facilita la vida de las personas. Pero también puede ser un vehículo para arruinarlas. Como en el caso de lo que ocurre con las apuestas online. Y es que el juego online puede ser más adictivo debido a la rapidez en las respuestas y la posibilidad de jugar en cualquier lugar, incluso en el colegio. Por eso, Cuesta entiende que «es importante que se incluya el tema en la agenda, para que los chicos tengan conciencia, porque después surgen problemas graves cuando los chicos se endeudan apostando de manera online y se vuelve muy difícil ir para atrás».
A ambas orillas del océano
El Dr. Fernando Andrés España es psiquiatra de la clínica española Ivane Salud. En el blog que la clínica posee explica la problemática que advierten en su país sobre este tema. Habla de «descontrol y sufrimiento entre los adolescentes por las apuestas» y detalla de punta a punta como es el proceso de captación, cuales son las conductas y los cambios en la personalidad del joven, y fundamentalmente las consecuencias que se generan como resultante de un consumo problemático de las apuestas del juego de azar.
Para este psiquiatra, el problema es complejo y el adolescente es influenciado por diversos motivos: «a nivel social, la necesidad de sentirse identificado con otros, como forma de relacionarse, normalizando el comportamiento; probar actividades nuevas, formas de escapar del aburrimiento, siendo no solo entretenido, sino excitante, asociando el azar y la recompensa económica en un ambiente lúdico y en muchas ocasiones con el deporte por medio, como aliciente añadido». Y agrega que «esto influye inevitablemente en el estado de ánimo, pudiéndose emplear con este objetivo; puede hacer crecer la autoestima» y detalla que «la influencia de la publicidad resulta vital, los mensajes que ídolos juveniles lanzan calan en ellos; no pueden obviarlos e ignorar una puerta de entrada “al disfrute y al éxito”». Cualquier semejanza con la realidad —a una y otra costa del Atlántico— no es ninguna coincidencia.
El daño generado en los adolescentes lleva a un deterioro en distintas esferas de la vida de las víctimas. Para el Dr. España, «a nivel personal se genera gran afectación de la autoestima. La decepción y la mentira se instaura, dejando paso a elevado malestar emocional, ansiedad, tristeza e irritabilidad. Esto conlleva en ocasiones asociar consumo de sustancias». Y refuerza lo que antes describía la concejala Cuesta que también ocurre en la ciudad y en el país, y es que tanto aquí y allá, «otras áreas afectadas son a nivel económico, a nivel académico o laboral, a nivel familiar, generando un desgaste y una tensión creciente difícil de gestionar. A nivel social se pierden contactos y se produce un aislamiento. Pueden aparecer también problemas con la justicia».
La ludopatía es una enfermedad emocional reconocida por la Organización Mundial de la Salud que afecta varios aspectos de la vida de quienes la padecen. Según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, el 30% de la población tiene algún tipo de vinculación con el juego, y dentro de ese porcentaje, el 95% corresponde a personas que lo hacen recreativamente, 3,5% son jugadores problemáticos y 1,5% son jugadores compulsivos. Cada vez más jóvenes se acercan a los centros de asistencia con problemáticas relacionadas con las apuestas online y es que un número importante de jóvenes encuentra en los sitios de apuestas la fantasía de obtener ingresos extras para salir de la pobreza. Entre eso, los adolescentes han desarrollado estrategias y rutinas para apostar, incluso utilizando las propinas que reciben o apostando desde el trabajo.
Prevenir, ni más ni menos
Las consecuencias que genera la proliferación de casas de apuestas en línea están provocando un debate profundo en el mundo. Los viejos apostadores conocen un rema: «el casino nunca pierde». Y se confirma, en parte, en la sobreoferta de bonos gratuitos de inicio que luego se absorben dentro del sistema. La única finalidad de esos créditos es captar nuevos aficionados. Y lo consiguen.
Como dice la concejala Cuesta, «apostar online parece un juego pero el chico se mete en un problema tan grande que después empieza a robar. Se endeuda y llega a robar para pagar la billetera virtual. Por eso es importante intervenir en las escuelas, que es donde están los chicos».
Y es así nomás. Porque la adolescencia actual está expuesta a diferentes adicciones, incluida la del juego, debido a factores como la exposición temprana a tecnologías y redes sociales. El crecimiento notable en las consultas de jóvenes con problemas de juego compulsivo en los últimos dos años es, en parte, derivado de la hiperconectividad que se gestó en la pandemia. Especialistas en salud mental, la Defensoría del Pueblo y el Instituto de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires advierten sobre el crecimiento de las apuestas online entre los jóvenes, especialmente las deportivas.
Quizás, la promesa de ganancias importantes es un factor muy atractivo para los adolescentes que se involucran en las apuestas online. Por eso, frente a este escenario, una frase del Dr. España lo sintetiza de manera perfecta: «el mejor tratamiento es la prevención».