Tarjeta de colectivo | Fue presentado un recurso de amparo contra la implementación de la tarjeta SUBE, además de una acción penal contra Gustavo Pulti y el ministro del Interior Florencio Randazzo, por los delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. El intendente sólo respondió que los denunciantes estaban “haciendo bochinche”.
Junto cuando el país transita como puede un año electoral confuso, que por momentos aturde y por otros llena de interrogantes al electorado, el concejal de la Agrupación Atlántica Reinaldo José Cano presentó su libro “Los años perdidos”. Ilustrativamente, se tomó el trabajo de repasar los desmanes económicos de la gestión que lleva adelante el actual intendente municipal; aunque tal tarea parezca interminable, se condensó en un solo volumen.
El autor definió su obra –que podría haber sido infinita- como “un grito de resistencia, para que no nos convenzan de que lo que pasa es natural”. Y anunció: “Le voy a llevar un libro al intendente y vamos a ver cómo termina esto”. Quizá sea oportuno, quizá sea momento de mostrarle a Pulti que hay lectores para “Los años perdidos”, lo cual significa que son muchos los que no están de acuerdo con un intendente que actúa como si el partido de General Pueyrredon efectivamente le perteneciera, que es lo que viene sucediendo.
El libro alude a cuestiones que Cano viene denunciando desde hace mucho tiempo, sin que el Ejecutivo haya tenido a bien dar una respuesta válida. “En general, quienes hacemos denuncias merecemos la descalificación, pero al fondo de la cuestión nunca se va”, destacó Cano. Se refiere con esto a la costumbre que tiene el intendente de no dar ninguna explicación a quien no está de acuerdo con él, ni siquiera ante la justicia, tal como lo haría un verdadero propietario que se reserva las decisiones que toma con su propiedad, sin dar una sola explicación. Los opositores son para él solamente gente que no entiende.
Cano lo ha reiterado hasta el hartazgo: “El relato que el intendente pretende instalarnos es absolutamente falso”, dijo. El ejemplo más claro es la propia publicación del libro, que no tuvo espacio alguno en los medios locales.
Como muestra de la escasa repercusión y respuesta que merecen los cuestionamientos a los caprichos y arreglos del Ejecutivo local, cabe detallar la reciente acción legal contra Pulti, llevada a cabo por un concejal. Fue Hernán Alcolea quien accionó legalmente contra el intendente municipal y el ministro del Interior, por la aplicación en Mar del Plata de la tarjeta SUBE.
El denunciante contó ante los micrófonos de la 99.9 los motivos de esta decisión: “Todo comienza con una resolución del Poder Ejecutivo Nacional donde indica que a aquellas ciudades con más de 200.000 habitantes, prácticamente se las obliga a tener la tarjeta SUBE. Esto es para saber la información sobre los kilómetros recorridos y los pasajeros, para después bajar los subsidios. También indica que en las ciudades donde haya otros sistemas electrónicos, no es necesario, sino que sólo se debe enviar la información y agregar el GPS”, aclaró.
Efectivamente, la resolución de aplicación de la tarjeta, la 1523/14 del Ministerio del Interior y Transporte de la Nación, indica: “… Se ha constatado en distintas ciudades del país la implementación de diferentes sistemas locales de percepción de tarifa a través de tarjetas o boletos electrónicos, considerándose apropiado que dichos sistemas subsistan, en la medida que en términos de resultados para los usuarios y en la información producida, los mismos sean similares a los obtenidos a través del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE)”. Es decir que la ciudad no estaba -ni por lejos- obligada a este nuevo gasto en la implementación del cambio de sistema.
Las acciones
Teniendo en cuenta este punto, es que Alcolea se ha decidido -no sólo a tratar de frenar la instalación de las máquinas- sino también a hacer una denuncia penal: “la implementación en sí, entonces, no es necesaria. No es sólo una acción de amparo para que detengan la instalación, sino que he hecho una denuncia penal donde involucro al intendente Gustavo Pulti y al Ministro del Interior, Florencio Randazzo”, aseguró.
Presentar esta denuncia no es sólo un amparo, sino también una acción penal debido a que el ejecutivo no cumplió con poner a consideración del Honorable Concejo Deliberante las decisiones que atañen al transporte de pasajeros, que es uno más de los servicios públicos que están bajo su órbita. Por eso el concejal del Frente Renovador señaló: “nosotros en el Concejo Deliberante no tenemos un solo papel, no hay un convenio firmado y la Ley Orgánica así lo indica. El único que puede dar estos permisos y autorizar es el Concejo Deliberante. Cuando hay un aumento de boleto, lo debe dar el Concejo también porque la ley así lo indica. Todo esto hace que estén incurriendo en el abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.
El edil consideró que no sólo se trata de un despropósito legal la acción inconsulta de llevar adelante la instalación de la SUBE, sino que demanda económicamente un gasto muy grande: “la tarjeta local insume al sistema el 4% del total que se paga de boleto, hablamos de un costo de 16 millones de pesos al año. El costo de la Tarjeta SUBE es del 8%, por lo que se paga el doble. Eso tarde o temprano se volcará en el costo del boleto”.
De la misma manera, se hizo hincapié en el tema de la administración de los fondos producidos por el uso de la tarjeta, que representa el consumo permanente de boletos de colectivo. La centralización de ese dinero resulta también un retroceso: “la SUBE rinde todo su dinero a Nación Seguros cuando la (tarjeta) local va todo al Banco Provincia, que está (aquí) en Córdoba y San Martín. Todo es totalmente innecesario”, finalizó.
Cabe aquí entonces volver a los términos expuestos en el libro de José Cano y su entrevista: “En algún momento se tendrán que hacer responsables de todos los desaguisados que han hecho. Pulti dilapida el dinero que nosotros pagamos”. Se refiere a que, si bien podrá cambiar el gobierno en diciembre, nadie se hará cargo de la situación que atraviesa hoy la ciudad: “los 7 años y algo que lleva Pulti como intendente son puro relato, puro despilfarro y malversación. El único castigo importante para el intendente sería resolver los problemas que está generando. La gente debe saber cuál es el resultado de esta gestión”, concluyó Cano.
Los negados
Pero tras la presentación del amparo en la justicia federal, el mismo que busca frenar la implementación de la tarjeta SUBE en la ciudad, el intendente Gustavo Pulti se refirió de manera descalificatoria al accionar del edil del Frente Renovador Hernán Alcolea. Como no podía ser de otra manera, fue él quien cuestionó que alguien mostrara su oposición al Sistema Único de Boleto Electrónico. “Los negados hacen lo que pueden de esta manera”, afirmó, en clara alusión al concejal del massismo.
El jefe comunal hizo lo que hace siempre: se mostró despreocupado por el tema. Si bien hay una denuncia penal en su contra, la minimizó y dijo que habrá que esperar para ver si la justicia da lugar al recurso interpuesto. “Los que tienen talento hacen política y los que no, hacen bochinche”, sostuvo, desatendiendo los términos legales de la presentación, y su reclamo por haber salteado la consulta al HCD.
En esa misma línea, y minimizando que el concejal del Frente Renovador esté solicitando ante el fuero penal que se investigue si ha habido incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte del intendente municipal Gustavo Pulti y del ministro del Interior y Transporte de la Nación Florencio Randazzo, Pulti dijo de la manera más despectiva lo que consideraba sobre las personas que lo cuestionaban: “las personas que tienen vocación política y entusiasmo trabajan y hacen política con ideas y proyectos, mientras que los negados hacen lo que pueden de esta manera”.
Ahora ya han pasado seis meses desde que la SUBE llegó a la ciudad, y en aquel momento se dijo que partir de marzo comenzaría un proceso de recambio gradual, por medio del cual los ciudadanos podrían entregar sus actuales tarjetas por aproximación y recibir los nuevos plásticos, pero los detalles respecto al proceso de recambio nunca fueron confirmados. Inicialmente se había dicho que el traspaso sería gratuito, pero los propios empresarios se habían mostrado escépticos dado que, claro está, el costo recaería sobre ellos.
De cualquier manera, desde el primer mes del año ya funciona el nuevo sistema y quienes tengan la tarjeta o la hayan adquirido a $20 pueden utilizarla. Hoy anuncian que esperan que el recambio completo se concrete antes de fin de año, y que la SUBE funcione en reemplazo del sistema anterior. Pero es bastante dudoso, a juzgar porque ya en mayo último, el responsable de Movilidad Urbana, Guillermo Iglesias, había asegurado que a fines de ese mes, finalmente, se comenzaría con el operativo de canje, y que las demoras se debían a “cuestiones operativas”.
Sin embargo, más de dos meses después de aquel anuncio, la SUBE se sigue comercializando a $20 y quienes quieran ir a cambiar sus tarjetas, por el momento, no pueden hacerlo, a pesar de que en la propia página del Municipio se habla del traspaso.
El intendente Pulti, mientras tanto, sigue dando respuestas ambiguas, y sólo dice que “hay que mejorar” ese aspecto, y que hay un retraso por parte del área específica de generación del plástico nacional que se resolverá pronto, “pero no es nada grave”. Nada se dice respecto de qué pasará con el sistema propio de tarjetas personalizadas que ya estaba previsto, y que habría implicado un gasto de unos 39 millones, sin que se haya llegado a poner en práctica.
Una vez más, Pulti pasa por encima de todos. Pretende tener un Concejo Deliberante de adorno, que sólo se haga cargo de discutir cuestiones que él no tiene decididas, ni acordadas. Y si alguno se atreve a recordarle que aquel cuerpo colegiado tiene incumbencia en las decisiones de la ciudad, él les responde que no deben “hacer bochinche”.