“Hicimos lo que había que hacer”

Sistema Educativo Municipal | El ex secretario de Educación de la gestión de Arroyo denuncia que el Fondo de Financiamiento Educativo volvió a usarse para pagar sueldos de docentes municipales. El dinero debería beneficiar a todas las escuelas, y no a la elite que él llama “la buena foto”.

Lo dice el ex secretario de Educación de General Pueyrredón durante la gestión del intendente Carlos Arroyo, Luis Distéfano, a quien le tocó la difícil tarea de recalcular los montos del sueldo docente, y poner en discusión la bonificación que sólo cobran los agentes del sistema municipal, ese código tan discutido que hace la diferencia entre el vapuleado salario del docente provincial, y el sueldo del municipal, que es bastante mejor.

Indudablemente, Distéfano es un experto en cuestiones normativas del ámbito educativo, tras diez años de gestión técnica al frente de la Secretaría de Asuntos Docentes de la Dirección General de Escuelas en este distrito. Esa experiencia, lo llevó a ser convocado por la pasada gestión de Cambiemos en la comuna, como también por las autoridades de la provincia de Buenos Aires para prestar funciones en La Plata.

Esta perspectiva es la que determina el punto de vista desde el cual se analiza aquí la matriz legal del plus salarial docente, cuya suspensión les valió a Distéfano y a Arroyo no sólo una verdadera crisis dentro del sistema, sino además un enfrentamiento con el Sindicato de Municipales, que veía aquel sobresueldo como un derecho adquirido.

Recientemente, el ex funcionario de Educación y actual director de la Escuela Secundaria nº25 cursó una carta documento pidiendo una explicación acerca de la utilizacióndel Fondo de Financiamiento educativo, que —como expone Distéfano— no debe usarse para pagar salarios docentes.

A propósito de estas cuestiones, Distéfano habló en la 99.9, y explicó que considera un retroceso que se hayan tomado las decisiones que se tomaron en la administración del sistema educativo local. “Se volvió todo para atrás lo que habíamos conseguido. El Fondo de Financiamiento Educativo, sólo se usa para sostener el sistema municipal”, dijo.

Como se recordará, el actual intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, había prometido en campaña restituir la bonificación docente, y así lo hizo. Fue una de sus primeras acciones y —al decir del ex funcionario— vino a subrayar las desigualdades que el sistema educativo en la ciudad marca respecto del resto de los docentes.

Su gestión

Luis Distéfano denunció las consecuencias de esta decisión, y además inició un reclamo para que se mejore la distribución del Fondo de Financiamiento Educativo: “el Fondo fue un compromiso de campaña del ex intendente Arroyo cuando asumió, y pudimos reintegrarlo a finales de 2018 y principios de 2019, modificando el cálculo de la bonificación docente”.

En su momento, el secretario había explicado que no era posible que existieran tales diferencias entre el salario de un docente municipal y uno de la provincia. Que era necesario utilizar ese dinero de acuerdo al espíritu con el que había sido creado el Fondo, es decir, beneficiar a todo el sistema educativo más allá del ámbito al cual perteneciera cada escuela. No era posible que las escuelas provinciales se vinieran abajo mientras la plata se usaba para un sobresueldo municipal. Pero, claro, esto iba en contra de unas ventajas que se habían afincado después de muchos años, y de las que se beneficiaban sólo algunos.

Expone Distéfano que, al llegar a la gestión pública, él pudo verificar que la manera en la que se distribuía el dinero era incorrecta. El pago del sobresueldo al que accedían los docentes municipales con el código 59 marcaba una diferencia injusta. Para solucionarlo, debió enfrentar una enorme crisis.

Pero ahora, el nuevo Secretario, Sebastián Puglisi, inició su gestión diciendo que se debía “rejuvenecer” el vínculo con los docentes de la comuna, y comenzó por reinstalar el código 59 con la anuencia del sindicato en su rama docente, que está liderado por Alejandra Ayek. A partir de ahí, explica Distéfano, el beneficio de ese Fondo volvió a ser exclusivamente para las escuelas de la municipalidad, en desmedro de las necesidades de las instituciones de la provincia.

“La buena foto es para las escuelas municipales que son bien mantenidas. Se sostiene esa gran familia municipal para que no entre nadie más: es una foto perfecta para el intendente, como ha pasado otros años y a las escuelas provinciales las miramos de costado”, explica el ex funcionario. Además, destaca que esos edificios están impecables y esos profesores, mejor pagos.

Como todas las personas han podido verificar, ni siquiera se han aprovechado los meses sin actividad escolar como consecuencia de la pandemia para mejorar los edificios, ni arreglar cuestiones de infraestructura que implican tiempo. Por el contrario, los edificios quedaron abandonados. Agrega Distéfano: “Como director de una escuela enorme, en cinco meses no hemos recibido ni un alcohol en gel. Hay otras instituciones que están reuniendo alimentos para las familias, por ejemplo”.

En síntesis: lo que plantea el ex secretario es que la Secretaría de Educación de la municipalidad volvió a hacer lo que se hace desde la gestión de Pulti, que es distribuir ese dinero para mejorar el ingreso de los docentes municipales, cuando debería utilizarlo en beneficio de las instituciones de educación pública de la ciudad en su totalidad. Sobre todo, teniendo en cuenta hasta dónde llega el deterioro de las escuelas provinciales.

Ahora, durante la gestión Montenegro, todos los días se elaboran nuevos decretos que derogan la normativa anterior, y en los cuales hay términos muy pero muy parecidos a los que se incluían en los reclamos firmados por las autoridades del sindicato de empleados municipales. Es decir que, en los proyectos que ha presentado el intendente para Educación, se reconocen los mismos conceptos que Alejandra Ayek reclamaba constantemente durante la gestión de Arroyo. Por eso, agrega Distéfano respecto a la dirigente sindical: “prácticamente está escribiendo las ordenanzas que generan cambios a todo lo que se había hecho”.

Pero este retroceso también alcanza al personal. Explica Distéfano: “Este año tendrían que estar avaladas 6.000 inscripciones al listado oficial docente que están guardados ahí. Nos confirmaron ayer que no se van a inscribir”, ejemplificó. Eso que descuidan, es justamente el grueso de la educación en el Partido de General Pueyrredón: “no les interesa que ingrese nadie que no sea del circuito de ellos, la idea es que permanezca el mismo grupo de docentes y no entre nadie”.

Reversa

Durante esta gestión, todo el trabajo que Distéfano realizó fue deshecho, y por eso él considera que se trató de un esfuerzo tirado por la borda,  y no va a dejarlo así: “enviamos la carta documento y hacemos un planteo a través de auditorías. Hemos visto más de lo que se puede decir de lo que han hecho con los recursos públicos. Primero habría que resolver lo obligatorio, lo que debe ser, y si hay superávit replanteemos el plus salarial”.

Explica que son 200 y pico de millones que deben utilizarse en todo el sistema educativo, como han hecho otros distritos que, con ese dinero, se aseguran de tener escuelas equipadas, seguras, con alarma, con cloacas y tanques de agua limpios. Tienen calefacción y elementos de higiene. “Pongo la firma porque me hago cargo de lo que digo, porque son los recursos públicos”, dice Distéfano. Y aclara que no es cierto que no hubo una transición entre ambas gestiones. Dice que en la Secretaría de Educación sí la hubo, porque tiene un afecto grande por Puglisi, y respeto. Agrega que él en persona colaboró en la firma del convenio que permitió el Fondo de Financiamiento Educativo. El mismo que no le habían dado a Arroyo, pero al final de la gestión sí llegó.

“Hicimos lo que teníamos que hacer”, aclara, “advertí el desvío de fondos incorrecto”. “No vuelvo a la política nunca más, porque fue una decepción enorme. El costo lo pagamos nosotros”.

En un relato acerca de las deficiencias del sistema educativo que sí serían de urgente resolución, dice que los chicos de las escuelas primarias municipales tienen dos horas menos de clase que el resto de los alumnos y que, durante su gestión, se intentó corregir esa situación injusta. Que hay docentes que no cobran incentivo de provincia, porque se envía menos dinero desde La Plata gracias a que son las intendencias las que han incumplido con el convenio tripartito. “Por eso la voy a pelear”, dice, y agrega que es necesario cubrir todo lo necesario, para después ver si queda dinero excedente como para pagar el sobresueldo.