¿Y el plan?

Allá por 2019, cuando decidió que San Isidro ya no era su lugar en el mundo, Montenegro aseguró que iba a poner en marcha un «plan estratégico antidelito», además de mudar su despacho al COM. Pasaron cuatro años y dos meses, y Mar del Plata recibe sus 150 años —además de bajo el agua— atravesando una tremenda ola de inseguridad.