Sistema educativo | El coloquio de IDEA dedicó tiempo a pensar la educación en Argentina. Por primera vez una representante de una ONG de padres toma la palabra, un punto de vista que nunca tiene micrófono: son los Padres Organizados.
El último día del 58° Coloquio de IDEA tuvo una mañana dedicada a la educación, y se inició con propuestas de los desafíos para la mejora educativa. Estuvieron allí Verónica Andreani, Silvia Bulle y María Inés del Gener de IDEA; Ignacio Ibarzábal de Argentinos por la Educación y Paula Insani de la Coordinación Federal de Padres Organizados. Entre los aspectos más destacados que se desarrollaron se encuentran las propuestas para mejorar los sistemas de información, el replanteo de la carrera docente y la urgencia de una mayor articulación entre educación y trabajo.
Se destacó la idea de que los sistemas nominales de información son una herramienta de gestión fundamental para la toma de decisiones, y que si bien en Argentina se viene trabajando en el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) desde 2012, aún somos de los pocos países de la región que no han logrado un sistema de información educativa que permita rastrear la trayectoria de cada estudiante.
En cuanto a la carrera docente, uno de los puntos álgidos de la discusión fue proponer un reconocimiento por mérito y no por antigüedad, lo cual implica una puesta en cuestión del estatuto docente: si se evalúa a los docentes por un “rendimiento”, habría que dejar en claro qué es lo que se considera rendir para ser recompensado. ¿Cómo se mide al que más enseña? Parece fácil, pero de seguro no es por porcentaje de aprobados, ni por el porcentaje de alumnos excelentes en cierto contexto, ni por el simple concurrir. ¿Cuál es el docente que más rinde?
Por su parte, la representante de Padres Organizados, Paula Insani, planteó un eje central: la importancia de mantener en agenda el tema educativo. La batalla por la presencialidad logró poner en el centro de la escena un tema que hasta ahora estaba invisibilizado. Sin embargo, es necesario no conformarse. La representante dejó en claro la importancia del rol de los padres como voz dentro de la discusión, que se opone al poder de los sindicatos y de la sociedad como auditora del trabajo de los gobernantes. Por esa razón invitó a los padres a la participación activa, a abandonar el rol de espectadores en la educación de sus hijos: «Pedir más y mejor información, qué y cómo se gasta, qué impacto tiene y cómo se toman las decisiones».
Por ejemplo, una de las cuestiones del debate fue la importancia de incorporar las nuevas tecnologías a la educación de los chicos del siglo XXI. En este sentido, José Manuel Thomas, Director general de Escuelas de Mendoza expuso: «el celular es el primer medio por el que los chicos se comunican y uno de los elementos con los que más se trabaja. En el aula se prohíbe. La escuela está basada en el siglo pasado». La resolución se basa en normas perimidas: el celular con conexión es una biblioteca disponible en cada mano.
La representante
En una entrevista con la FM 99.9, Paula Insani, quien proviene de los Padres Organizados de Entre Ríos, y es testigo de la situación de ese territorio, expresaba acerca de este punto controversial: «debemos reconocer que la escuela de hoy no está dando las herramientas a nuestros hijos para defenderse en un mundo cada vez más complejo». Y agrega la idea de que, por lo general, los padres se quejan pero tampoco aportan, y que hay que buscar cómo contribuir a mejorar una escuela, que hoy no tiene un objetivo claro.
A partir de aquí, su análisis se enfoca a cuestionar la escuela desde sus funciones: ¿para qué esta?, nos dice. No sirve para enseñar, ni para contener ni para dar de comer, porque todas estas funciones son cumplidas de una manera deficitaria.
A esta visión cruda y descarnada agrega que los estudiantes desertan, no aprenden y son víctimas de la desnutrición aunque coman en la escuela. Entonces, la escuela no está cumpliendo las funciones que se le atribuían. Por eso, propone recuperar la idea de una escuela activa que promueva la igualdad de posibilidades. Más allá de que nuestras leyes de educación actuales tengan este mismo objetivo, Insani indica que está función no se estaría cumpliendo.
El segundo eje de análisis es el rol protagónico: Insani indica que no está claro ¿para quién es la escuela? ¿Es para los docentes, para los estudiantes, para las autoridades que se sacan fotos? Dice la representante: «a la escuela la cerramos por pandemia, por jornadas institucionales, por capacitación docente». Respecto de estas cuestiones, propone generar un dialogo verdadero: la escuela no está cumpliendo el objetivo que se espera, que es generar las mismas oportunidades para todos los estudiantes.
También se refirió a los institutos de Formación Docente, lo que llama la formación de formadores, y expuso que nuestra ley es del 1966, y que la determina como de grado terciario, en tres años. En este punto, cabe aclarar que las especificaciones que da Insani hacen pensar que sólo se refiere a la escuela primaria, aunque no lo dice. La formación profesional de los profesores de escuelas secundarias tiene recorridos bastante más complejos, como también la de sus bibliotecarios, que son de grado universitario. Y lo mismo sucede con los integrantes de sus equipos de orientación, que todos son graduados universitarios. Sigamos.
Insani indica que hay muchísimos institutos descentralizados en las provincias, y que por eso no podemos garantizar la misma formación: «necesitamos que los mejores de nosotros elijan la docencia, y para eso debemos tener mejoras laborales. Debemos cambiar el sistema de licencias, y que dejen de pagar dos o tres sueldos por cada uno que está en el aula». Aquí habría que separar la paja del trigo: lo cierto es que hay mucho de leyenda urbana, porque el docente suplente no tiene licencias. Es decir, no puede tener a su vez un suplente, a no ser que vaya a parir. Si hay tres personas nominalmente en un cargo, es porque el titular no cobra, es el caso en el que las tareas están cubiertas por un provisional.
Agrega la representante: «La única forma de hacer carrera para un docente es saliendo del aula. Necesitamos una docencia responsable. La formación docente las pagamos entre todos».
Agudas críticas
Insani dice que la escuela tiene un compromiso con la comunidad, y que hoy la educación está corporativizada por los sindicatos docentes que no permiten pensar cuál es el sujeto de la educación, y aquí comienza a realzar una evaluación sobre los niveles de formación básicos, para los cuales da ejemplos con los graduados del instituto de su ciudad. De hecho, debe de haber una medición que la respalda, pero no consta aquí.
Dice: «Tenemos docentes que no tienen la costumbre de leer y tampoco entienden bien lo que leen, docentes que no tienen la capacidad de leer de y escribir de manera adecuada».
Pero ese no es el único problema: la violencia se ha instalado dentro del aula, no sólo en escuelas públicas, sino en todos los ámbitos, y hay quienes creen que estas son «cosas de chicos», es decir, que naturalizan la situación como algo que siempre pasó, pero en el mundo entero hay una degradación del criterio de autoridad: lo que llamamos sentido de anomia, y Paula Insani considera que esto lo sostenemos generando normas que son irracionales. Pone un ejemplo: «Hay seis provincias que levantaron el uso del barbijo el 21 de septiembre sin ningún sostén científico. Las normas irracionales sin sostén hacen que uno las saltee. ¿Cuál es el límite de que yo considere qué norma no tiene sentido y cual sí? Necesitamos funcionarios que sepan lo que hacen, porque hay anomia social, que hace que aparezca la ley de la selva y la escuela no se puede sostener aislada del resto de la sociedad».
Para cerrar esta exposición, la representante indica que vivimos una situación social compleja, y que nosotros tenemos mucho para aportar: «No tenemos que perder la idea de que el país que soñamos se construye en la escuela. Si podemos acordar que la escuela es importante para generar futuro, la escuela importa en la agenda pública».