
La anunciadísima cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin terminó en un muy anunciado fracaso. Toda la palabrería del presidente estadounidense sobre las consecuencias graves que caerían sobre Putin y el país que gobierna dictatorialmente, han sido sólo eso: palabras.
Putin llegó a Alaska —territorio de Estados Unidos adquirido a la Rusia imperial del siglo XVIII— en su avión presidencial y fue recibido con una demostración de poder bélico contundente: no sólo por la cantidad de cazas F35 en tierra, sino por el sobrevuelo de dos de esos ejemplares junto a un bombardero furtivo B2.
Si algo de eso impresionó al titular del zarato ruso, es una incógnita. Lo que está en la superficie, es una derrota de Trump y un triunfo en lo simbólico de Putin que erosiona al presidente de norteamericano. Una reunión que alzó tanta expectativa, que llevó a Hillary Clinton a decir que, si se abría el camino a la paz, ella en persona pediría el Nobel para Trump.
Nada ha ocurrido, y el anuncio de que en la cumbre que se realizará a continuación con Zelensky estará presente el vice de la unión americana, JD Vance, no augura nada bueno en función de los antecedentes.
El presidente estadounidense, que avanza con una agenda brutal y está posicionando la armada de su país para ir por Nicolás Maduro y su banda de criminales acusándolos de ser parte del Cartel de los Soles, no ha podido con un criminal de guerra que, en tanto se reunían en Anchorage, atacaba una vez más blancos civiles matando a mansalva a niños, ancianos y mujeres.
La influencia silente de Melania Trump se hizo notar en el encuentro: eslovena de nacimiento, e involucrada en la cultura del este europeo, conoce de manera directa el riesgo ruso para Europa. Melania Trump, la mujer del presidente, redactó una carta dirigida al dictador ruso, Vladímir Putin, sobre el secuestro de niños ucranianos en medio del conflicto bélico. Así lo confirman dos funcionarios de la Casa Blanca, que, según informa Reuters, contaron que Trump había entregado personalmente a Putin el escrito durante la cumbre que tuvo lugar este viernes en Alaska, a pesar de que Melania se encontrase ausente en dicho encuentro.
Es una situación ha sido denunciada una y otra vez por el presidente ucraniano. Dicho país ha condenado el traslado forzoso de decenas de miles de sus niños, considerándolo un crimen de guerraque se ajusta a la definición de genocidio según tratados de la ONU. Por su parte, Rusia sostiene que actúa para«proteger» a los menores de las zonas de conflicto. Mientras tanto, la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha denunciado que, desde el inicio de la invasión en 2022, millones de niños ucranianos han sido víctimas de violaciones de derechos humanos.
Donald Trump ha fracasado y el criminal de guerra ha conseguido tiempo extra. Esa, es la única conclusión sensata de este fiasco escenificado a nivel global.